“No se trata de prohibir para la foto, sino de gestionar correctamente los residuos plásticos”

Verónica Ramos refirió que en 2021 se quintuplicó el reciclado en Argentina.

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13 febrero, 2025

Argentina ha avanzado en el reciclaje de plásticos, pero aún enfrenta desafíos para consolidar una economía circular. Actualmente, el país recicla unas 300.000 toneladas anuales, quintuplicando las cifras de años anteriores. Sin embargo, la industria opera con un 40% de capacidad ociosa debido a la falta de políticas públicas efectivas y a deficiencias en la recolección y separación en origen.

Al respecto, Verónica Ramos,  Directora Ejecutiva de Ecoplas, contó a Ser Industria que junto a la Cámara de la Industria de Reciclados de Plásticos elaboran un índice anual que analiza la evolución del sector. Según estos estudios, la inversión en tecnología y la concientización ciudadana son clave para mejorar la eficiencia del proceso. Con más de 5.000 basurales a cielo abierto en el país, es urgente implementar un sistema de gestión de residuos eficaz.

Asimismo, señaló que la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que obliga a las empresas a gestionar los residuos de los productos que comercializan, aparece como una herramienta clave para fortalecer la industria. A su vez remarcó la importancia de las campañas de educación sobre la separación en origen.

¿Crece el reciclado en Argentina?

Desde hace 20 años, Ecoplas elabora un Índice de Reciclado en colaboración con la Cámara de la Industria de Reciclados de Plásticos, un estudio que realizamos desde hace 20 años para analizar las tendencias del sector. El año pasado se quintuplicó. Esto ha sido posible gracias al esfuerzo de las personas que separan los residuos y de la industria recicladora, que invierte constantemente en mejorar sus procesos. Sin embargo, aún enfrentamos un 40% de capacidad ociosa en el sector, debido a la falta de políticas públicas que impulsen la economía circular. La Ley REP es clave para organizar el sistema de reciclado. Además, contamos con una Ley Nacional de Educación Ambiental, que debe aplicarse de manera transversal en todas las escuelas para fortalecer esta transformación cultural. Con estas herramientas, podremos acompañar y potenciar un mercado que ya está haciendo un gran esfuerzo, para aprovechar plenamente la capacidad instalada y estructurar una cadena de valor más eficiente.

¿Cuántas recicladoras hay en el país?

Ecoplas cuenta con un directorio en su sitio web donde mapeamos el sector y estimamos que hay alrededor de 1.500 empresas en el país. Es un número significativo, pero necesitamos que siga creciendo. Dentro de este ecosistema, hay tanto pequeñas empresas como grandes líderes que sirven de inspiración, no solo por su impacto en el mercado, sino también por su compromiso con la sustentabilidad. Muchas de estas empresas han adoptado una fuerte mirada ambiental, trabajan en educación y asumen el desafío de ayudar a otras compañías a incorporar contenido reciclado en sus envases. Esta industria tiene un enorme potencial de crecimiento, especialmente ante la eventual implementación de regulaciones que fomenten su desarrollo. Dado el tamaño de nuestro país, será clave alentar la expansión para asegurar una correcta gestión de los residuos plásticos y consolidar un modelo de economía circular eficiente y sostenible.

Hay más de 1500 empresas recicladoras en Argentina.

Según Vida Silvestre el 74% de los residuos en las playas son plásticos. ¿Cuál es tu reflexión?

Acompañamos y valoramos el estudio realizado por Fundación Vida Silvestre. Creemos que la solución vendrá del trabajo mancomunado entre el sector privado y el sector público. Pensemos que no solo hay residuos plásticos. El trabajo mencionó también vidrio, colillas de cigarrillos y otros desechos que llaman la atención. Esto nos invita a tener una mirada más panorámica sobre lo que estamos haciendo con los residuos. La problemática nos interpela a todos y en primer lugar, a los funcionarios públicos y municipios, que son los encargados de gestionarlos. En Argentina hay 5.000 basurales a cielo abierto, lo que representa una de las mayores fuentes de contaminación. Al estar mal dispuestos, los residuos plásticos, que son materiales nobles, inocuos y reciclables, terminan esparciéndose por la acción del viento. También influye nuestra responsabilidad como ciudadanos. En verano, cuando disfrutamos de los espacios públicos, muchas veces dejamos residuos tirados. Los desperdicios que llegan al agua provienen en un 80% de la tierra, lo que refleja una inacción tanto de las personas como de los municipios en la gestión de los desechos. Debemos asegurarnos de depositar los residuos en los cestos correspondientes. Muchas personas nos contactan en Ecoplas diciendo que no encuentran cestos o que están colapsados. Sin embargo, si tenemos una mochila o bolso, podemos llevarnos los residuos a casa, separarlos para que ingresen al circuito de reciclado. En el caso del plástico, existe un mundo circular que permite que se transformen en nuevos productos, generando oportunidades en lugar de contaminación.

¿Se difunde esta idea en los municipios costeros?

Nosotros trabajamos en todo el país para fomentar políticas públicas y también desarrollamos iniciativas en el ámbito educativo. Estamos profundamente involucrados en este eje desde hace más de 10 años, especialmente en el programa “Escuelas Verdes” del ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Allí venimos trabajando en talleres sobre separación de residuos, reciclado y economía circular para niños y niñas de nivel primario y secundario. Además, desde hace dos años, el Gobierno de la Ciudad nos pidió extender esta iniciativa al nivel inicial, incluyendo a niños de 3, 4 y 5 años, quienes saben y quieren aprender sobre reciclado y buenas prácticas ambientales. También capacitamos a docentes, porque están ávidos de incorporar estos conocimientos en las aulas. Por ello, creamos la Guía de Economía Circular, un material que facilita el aprendizaje de manera clara y accesible, con un sólido respaldo técnico. Creemos que esta es la forma de avanzar en la gran agenda ambiental, separar residuos, reciclar, minimizar y reutilizar, promoviendo hábitos sostenibles desde la infancia y en toda la sociedad.

Ecoplas apuesta por la economía circular.

Años atrás hubo un fuerte impulso incluso promoviendo las bolsas verdes. ¿Perdió intensidad la campaña?

Creemos que el plástico es un material noble, inocuo y reciclable. Cualquier material abandonado en la vía pública, por supuesto, genera un efecto no deseado y una contaminación visual. Por eso, es fundamental disponerlo correctamente. En nuestros hogares, cuando consumimos, debemos separar los residuos en la bolsa verde, con materiales reciclables como plástico, papel, cartón y aluminio. Luego, las cooperativas los clasifican por tipo de plástico, los prensan en fardos y los comercializan con la industria recicladora. Esta industria procesa el material y lo convierte en pellet de plástico reciclado, que posteriormente la industria transformadora utiliza para fabricar nuevos productos finales. Este es el gran desafío a nivel mundial. En Argentina ya estamos avanzando, con muchas empresas que fabrican productos a partir de plástico reciclado. Ese es el camino que debemos seguir. Sin embargo, a veces nos encontramos con medidas oportunistas por parte de los reguladores, que proponen prohibiciones sin un verdadero impacto positivo. Prohibir bolsas plásticas no es una solución real. Estas bolsas, fabricadas con polietileno, son reciclables y tienen valor en el mercado. De hecho, las cooperativas las comercializan en fardos y pueden ser reutilizadas múltiples veces. El problema surge cuando se abandonan en el ambiente, lo que nos devuelve al eje educativo. Las prohibiciones son medidas temporales que no resuelven la raíz del problema. La verdadera transformación viene de acciones concretas: reutilizar, separar y reciclar. Este enfoque no solo beneficia al ambiente, sino que también impulsa el desarrollo productivo.

¿Cuando hablás de prohibiciones, también te referís a los plásticos de un solo uso?

Los plásticos de un solo uso suelen ser el blanco fácil de las prohibiciones. Sin embargo, estos materiales son monomateriales y están fabricados con materias primas que, si se separan correctamente, pueden reciclarse. Existen cooperativas que ya están reciclando bandejas y vasos plásticos, lo que demuestra que el problema no es el material en sí, sino su gestión. Por eso, hemos trabajado de manera constructiva con el diputado nacional Carlos Ponce, quien convocó a Ecoplas, la Cámara Argentina del Plástico y el sindicato del sector para abordar esta problemática de manera integral. Hoy existe en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto sobre plásticos de un solo uso, que no se basa en la prohibición, sino en el consumo responsable, la separación y el reciclaje. Además, toma como referencia la legislación europea, donde la regulación y la reducción del consumo se combinan con soluciones basadas en la economía circular. Regular es importante. Consumir responsablemente también. Reducir cuando es necesario, por supuesto. Prohibir no es la solución. Detrás de los plásticos de un solo uso hay una industria, hay empleo y hay desarrollo productivo. Además, cuando se prohíben ciertos materiales, aparecen productos sustitutos que no siempre son más sostenibles. En el mercado vemos platos de melamina que no están permitidos, envases de polipapel que no se pueden reciclar o alternativas que, al final, se utilizan solo una vez y generan un mayor impacto ambiental. Desde Ecoplas, trabajamos para informar y asesorar con una mirada técnico-científica, basada en el ciclo de vida de los productos y no en decisiones apresuradas. No se trata de prohibir para la foto, sino de gestionar correctamente los residuos plásticos, que es un gran aliado de los seres humanos. Pensemos en la pandemia, sin el plástico, hubiera sido imposible transitarla.

Uno problema que citan los recicladores es la recolección. ¿Es necesaria una legislación?

Desde el sector plástico y de otros materiales, trabajamos en la secretaría de Industria y Desarrollo Sostenible un proyecto de ley nacional sobre Responsabilidad Extendida del Productor. En Argentina, hace años que se debate este tema, mientras que en Europa la regulación ya tiene más de 25 años. Estamos atrasados en esta agenda, pero se espera que en marzo se presente finalmente el proyecto de ley. Esta normativa ordenará el circuito de los reciclables, que hoy funciona de manera voluntaria. Con la ley, los envasadores pagarían una cuota por cada producto y esos fondos se destinarían a estructurar un sistema eficiente para la gestión de los materiales reciclables. Actualmente, muchas empresas ya incorporan contenido reciclado en sus productos finales, pero con una regulación clara, podrían planificar inversiones a largo plazo, mejorar la cadena de valor y fortalecer el mercado del reciclaje.

¿Los productos importados de plástico tienen incorporado material reciclado?

Para garantizar que los productos contienen material reciclado, es fundamental que esta información esté claramente indicada y respaldada por una certificación. En Argentina, muchas empresas ya incorporan plástico reciclado en sus productos, pero no todas han obtenido una certificación que lo avale. Por eso, Ecoplas desarrolló la primera certificación de contenido reciclado del país y de toda Latinoamérica, en colaboración con el INTI, una entidad reconocida por su prestigio y rigurosidad en procesos de certificación. Este sello está dirigido a todas aquellas empresas que incorporen al menos un 15% de material reciclado en sus productos. Algunas ya han certificado e invitamos a más compañías a sumarse. Contar con esta certificación permite verificar la trazabilidad, la viabilidad y la transparencia del proceso, fortaleciendo la industria recicladora y reafirmando su compromiso con el medio ambiente y la economía circular.

Una de las certificaciones de Ecoplas es para las empresas que utilicen plástico reciclado en sus productos.

¿Trabajan sobre todos tipo de plásticos o alguno está excluido?

Trabajamos con toda la familia de plásticos. Cada tipo tiene aplicaciones distintas, pero todos pueden ser reciclados. No hablamos solo de materia prima, sino de un enfoque integral. Creemos en la importancia de separar y gestionar correctamente los plásticos para su reutilización. Para lograrlo, es fundamental reforzar la comunicación, la educación y la concientización, de modo que los ciudadanos comprendan la diversidad de los plásticos y su potencial de reciclaje. Este material es tan versátil y noble que puede moldearse para una amplia variedad de productos. Desde Ecoplas, acompañamos este proceso educando, concientizando y promoviendo buenas prácticas. Porque el primer paso para una economía circular eficiente es la correcta separación de los residuos.

¿Muchas empresas argentinas utilizan los pellets de plástico reciclado?

Son cada vez más y es un desafío clave para el sector. La existencia de regulaciones sería un factor determinante para impulsar su adopción, ya que ayudarían a comprender el valor de esta materia prima y fomentarían su incorporación en la producción. Particularmente, las empresas envasadoras, que son las responsables de poner los productos en el mercado, empezarían a exigir contenido reciclado en sus envases. Además del impacto ambiental positivo, las regulaciones facilitarían este proceso, tal como ocurre en Europa, donde ya existen normativas específicas. Entendemos que una Ley REP podría ser un gran impulsor del cambio. Mientras el uso de plástico reciclado siga siendo voluntario, vemos que su crecimiento continúa, pero aún queda un gran potencial de mercado por desarrollar e incorporar en esta agenda.

En Argentina se reciclaron en 300 mil toneladas de plástico durante el 2024.

¿Cuál es el camino para un individuo o empresa que quiere colaborar con Ecoplas?

Muchas empresas ya están implementando acciones concretas. Cuando visitamos compañías, recibimos numerosas solicitudes de capacitaciones, lo que demuestra un creciente interés en la gestión de residuos. Muchas comienzan instalando cestos diferenciados verdes para reciclables y negro para residuos comunes, fomentando la correcta separación desde el origen. En el ámbito gubernamental, en la Ciudad de Buenos Aires, las cooperativas cumplen un rol clave, mientras que en la provincia de Buenos Aires, los encargados de edificios están obligados a entregar los residuos reciclables a las cooperativas, dado que cobran un plus por ese servicio. Sin embargo, hemos recibido quejas de que, en algunos casos, esto no se cumple. Otras provincias avanzaron significativamente en la gestión de residuos, como Córdoba y San Juan, que cuenta con una planta de tratamiento de gran importancia. No obstante, muchos municipios aún no han iniciado este camino, enfrentándose a serias dificultades, como la falta de rellenos sanitarios y la persistencia de basurales a cielo abierto. Durante años, trabajaron con lo que han podido, pero la implementación de regulaciones ayudaría a estructurar un sistema eficiente en todo el país. Por otro lado, es innegable que la presión ambiental por parte de la sociedad ha crecido. Sin embargo, persiste una contradicción: mientras exigimos mayores regulaciones y prohibiciones, muchas personas continúan arrojando residuos en la vía pública. Es fundamental que como ciudadanos seamos coherentes con nuestras demandas y nuestras acciones. La solución pasa por educación, concientización y compromiso con la economía circular. Este no es un desafío exclusivo del sector público o privado, sino de todos los actores de la sociedad. No hay manera de evadir este tema: debemos asumirlo y trabajarlo de manera conjunta.

¿Es fundamental separar los residuos hogareños?

Cada vez más personas lo estamos haciendo, pero aún falta mucho por hacer. En muchos casos, debido a la coyuntura, estos temas se dejan de lado, pero lo cierto es que las nuevas generaciones nos están mostrando el camino. Los niños nos impulsan y retan a los adultos, vienen con esa agenda ambiental. Son verdaderos agentes multiplicadores, porque trasladan este mensaje y concientizan a toda la familia. Separar los residuos es muy importante y no es algo complicado. Si vivimos en un edificio, podemos contactar con el encargado. Si estamos en una casa, generalmente hay un contenedor. En los casos en que el municipio no ha implementado un sistema de reciclaje, es importante organizarse con los vecinos y plantear la necesidad a las autoridades locales, para instalar un sistema de separación y recolección. En algunas provincias, la desmotivación surge cuando los ciudadanos separan los reciclables, pero luego el camión los recoge todo junto. Por ello, los municipios deben asumir su rol. El mundo está caminando hacia este modelo y debemos ser parte de esta transformación.

La “Manito” certifica a las empresas que reciclan.

¿Hay beneficios para las empresas que se suman a la economía circular?

La gran mayoría de las empresas, en el caso de la industria plástica, tienen instalada la mirada de circularidad. Es por eso que nos están acompañando con su presupuesto, para que seamos agentes multiplicadores de todos los beneficios de la economía circular. Algunas recicladoras son de empresarios ávidos en invertir, quieren hacerlo, necesitan que el residuo llegue. A veces hablo con alguna industria recicladora y me dicen: “yo a veces me despierto esperando ver llegar el camión con los fardos”, porque somos una cadena de valor y necesitamos que crezca para mejorar el reciclado de plástico.

¿Pero algún beneficio económico o de certificación?

Tenemos una certificación para las empresas que fabrican productos reciclados y otra llamada “Plásticos Reciclables”. Muchas empresas ya cuentan con su sello y logo. Nos envían los envases que han desarrollado con una mirada sustentable y los remitimos a un laboratorio, que verifica si son monomateriales. Si cumplen con este requisito, otorgamos el uso de la marca “Manito”. Grandes empresas, con distintos tipos de materias primas, ya han incorporado este sello en sus envases. Ecoplas fue pionera en esta certificación, que tiene más de 10 años y una validez de dos años. Al finalizar este período, las empresas deben volver a realizar los análisis y recertificar, lo que les permite seguir utilizando la “Manito” con el nombre de la materia prima correspondiente. Cuando los consumidores ven este sello en casa, saben que ese envase debe separarse porque es reciclable. Además, capacitamos a cooperativas y escuelas para que este reconocimiento sea automático: si ves la “Manito”, colócalo en la bolsa verde o en la de reciclables. Cada vez más empresas adoptan esta certificación, reflejando su compromiso con la sustentabilidad.

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