Uno de los anuncios que generó expectativas en el primer discurso de Sergio Massa como ministro de Economía, fue la decisión de reunirse con las dirigentes de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), que integran la Sociedad Rural, CRA, CONINAGRO y Federación Agraria Argentina. En principio, se dijo que el encuentro se haría el viernes 5 de agosto, pero la convocatoria se diluyó y fue postergada sin fecha.
Así lo comunicó el nuevo secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, Desde el Gobierno argumentaron que no fue posible combinar un momento por “sobre carga de agenda”, pero ese argumento que intenta ocultar las dudas existentes en el equipo económico y los integrantes de la coalición gobernante, que no logran consensuar la propuesta que le harán a los ruralistas para incentivar las exportaciones y el ingreso de dólares.
Bahillo afirmó que “no está en el corto plazo evaluar la baja de las retenciones” y la primera medida de su área, que no fue bien recibida por los productores, fue la simplificación de los trámites para que accedan al nuevo régimen de liquidación de soja, que está trabajando el Banco Central.
Los ruralistas reclaman un cambio en las retenciones, la quita de cupos para la exportación de carnes y que haya paridad en el dólar. El presidente de FAA, Carlos Achetoni, agregó el pedido de “estímulos a los pequeños productores de las economías regionales, con medidas como la desafectación impositiva y el retiro de retenciones desde las primeras toneladas de producción”.
Otro tema que enturbió la relación entre la nueva gestión económica y la CEEA, emergió de las declaraciones del propio Bahillo, quien sostuvo en una entrevista que “está bien que el sector tome su postura política con la que se sienten más identificados, lo que les pido es que lo digan”.
Pese a que ensayó una tibia disculpa, las reacciones fueron fuertes. CRA, emitió un comunicado manifestando que las expresiones del flamante secretario “no colaboran a la construcción de consensos, sino que siembran prejuicios ya superados en el país que sostenemos los productores de todas las banderas políticas y partidarias a los que a la hora de pagar impuestos no les preguntan qué país queremos y lo que es más grave aún, que necesita el campo para crecer y desarrollarse”.
El texto afirma que la entidad “representa un sólo partido: el del productor y en esa labor estamos profundamente comprometidos” y añade que “la inquietud del secretario Bahillo conspira contra las libertades individuales. Quizás no esté enterado, pero los gobiernos, en los últimos treinta años, cualquiera sea su signo, no han dudado en usar la rentabilidad del campo, provenga de la derecha, del centro o de la izquierda, para sostenerse y camuflar sus agobiantes ineficiencias que ponen contra las cuerdas al productor y a todos los argentinos a los que los alimentos y el futuro les queda cada vez más lejos”.