La Argentina tendrá un nuevo satélite de observación en el espacio: el SAOCOM 1A, que fue desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en conjunto con empresas y organismos nacionales, y que permitirá medir la humedad del suelo, detectar plagas, elaborar mapas para uso agrícola y alertar de posibles inundaciones y catástrofes ambientales.
Este satélite será seguido un año después por el SAOCOM 1B, de iguales características, y ambos se complementarán con los satélites Cosmo-Skymed de la Agencia Espacial Italiana (ASI) para formar el Sistema Italo-Argentino para la Gestión de Emergencias (SIASGE).
El SAOCOM 1A presenta una compleja tecnología de observación de la Tierra mediante un radar de apertura sintética (denominado SAR), con instrumentos que operan en el rango de las microondas, especialmente diseñado para detectar la humedad de suelo.
Esta tecnología será de gran importancia para la agroindustria, ya que permitirá elaborar mapas de riesgo de enfermedades de los cultivos, crear sistemas eficientes de fertilizantes, generar alertas tempranas de inundaciones y detectar otras emergencias ambientales, como derrames de hidrocarburos en el mar.
Otra ventaja de este satélite es que podrá analizar la superficie terrestre aun en días nublados y de noche, e incluso penetrar en el subsuelo terrestre hasta un metro gracias a sus emisiones de microondas.
Se espera que el lanzamiento se realice en agosto, desde la base estadounidense de Vandenberg.
El satélite pesa tres toneladas y es único en su tipo por su antena de 10 metros de largo, que fue realizada en Córdoba e integrada al cuerpo del satélite en las instalaciones del INVAP en Bariloche, donde en el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA) se lo prueba recreando las condiciones de lanzamiento y su vida en el espacio.