El anuncio, que coincidirá con la segunda jornada de la conferencia de los Océanos en el Departamento de Estado, es un nuevo paso en la agenda de Obama para la lucha contra el cambio climático, convertido en una de las prioridades de su segundo mandato. La orden, que entrará en vigor a finales de este año tras superar un período de comentarios públicos, busca expandir una área protegida creada por su predecesor, George W. Bush, en 2009. Esa zona, llamada Monumento Nacional Marino de las Islas Remotas del Pacífico, cubre las aguas adyacentes a siete islas y atolones controlados por EE.UU. y situados en el Pacífico entre Hawái y las islas Marianas. La propuesta del mandatario estadounidense duplicaría la superficie del océano que está completamente protegida a nivel global.
Actualmente, están protegidas las aguas situadas a unos 225.300 kilómetros cuadrados a la redonda de esas islas, y la propuesta de Obama ampliaría esa área protegida a más de dos millones de kilómetros cuadrados a la redonda de cada territorio. Las islas afectadas son Wake Island, Jarvis Island, Howland Island, Baker Island, Kingman Reef y los atolones de Palmyra y Johnston.
Estados Unidos es el país del mundo que más control tiene sobre el mar, con más del 13% del área de los océanos bajo su supervisión, y es el segundo del mundo, por detrás de China, en consumo de pescado y marisco.