La intervención dispuso un incremento del orden del 40% de las tasas portuarias. Lo pagarán las exportadoras, las pesqueras y la estiba, que lo trasladarán al costo final del servicio. El Storni se consolida como el puerto más caro del país. Poteros y langostineros ya toman contacto con Puerto Deseado.
El puerto de la ciudad de Puerto Madryn está gestionado a través de un ente mixto compuesto por el Estado y el sector privado que utiliza los muelles representado por empresas pesqueras y Aluar, aunque el nuevo Gobierno Provincial dispuso su intervención y ahora las decisiones ya no se toman en conjunto, sino unilateral y discrecionalmente.
La Administración Portuaria de Puerto Madryn fue intervenida por el gobierno de Mario Das Neves y fue designado en el cargo el exintendente de la ciudad, Osvaldo Sala. Esta semana se comunicó a las exportadoras, despachantes de aduana, agentes marítimos, empresas pesqueras, prestadoras de estibaje y servicios portuarios sobre la entrada en vigencia de un nuevo cuadro tarifario a partir de su publicación en el Boletín Oficial; y en promedio se aumentan las tasas y servicios en el orden del 40 por ciento, al tiempo que se eliminan todas las exenciones puntuales que estaban vigentes.
La resolución firmada por el secretario de Pesca, Alberto Gilardino y el interventor del puerto, Osvaldo Sala, señala entre los argumentos que “no se ha actualizado el cuadro tarifario con la consiguiente fijación de tarifas portuarias que permitan afrontar los gastos que se generan por la prestación de los servicios portuarios”. Justifican el aumento de los valores “en el interés de propender a una mejor eficiencia de la operatoria portuaria y procurando, entre otras cosas, a la sustentabilidad de la APPM resulta necesario establecer un cuatro tarifario que contemple el incremento de los costos referenciados, eliminando las bonificaciones o tarifas especiales”.
Golpe a la pesca
Lo cierto es que la medida es otro golpe a la industria pesquera y al sector exportador de Chubut e incrementa los mayores costos que justamente tiene la Patagonia y que se pretendía contrarrestar con la restauración de los reembolsos a las exportaciones por los puertos al sur del Río Colorado.
En tanto, este sorpresivo aumento va en contra de lo anunciado por el propio gobierno provincial y el interventor del puerto madrynense Osvaldo Sala, quien al asumir dijo por cuanto micrófono se le cruzó que su objetivo sería aportar transparencia a la APPM y que buscaría los mecanismos para abaratar costos y transformar en “competitivo” el muelle Almirante Storni. Pero el aumento tarifario en cuestión certifica y consolida al puerto de Madryn como el más caro del país.
Ahuyentan a los poteros
Lejos de ser un incentivo que promocione el arribo de más buques, la medida provocará que menos barcos opten por recalar en el Golfo Nuevo, más cuando en Puerto Deseado tienen menores costos y mayor reembolso a las exportaciones.
Al tomar estado público el nuevo cuadro tarifario, las empresas del sector potero que se aprestan a iniciar la zafra anual del calamar en el mes de febrero, comenzaron a afinar el lápiz, y en ese tren, iniciaron ya rondas de consultas con agencias marítimas de Puerto Deseado en Santa Cruz, y es que al trazarse una comparación de los costos finales de una y otra estación marítima, no cabe la menor duda que operar desde la vecina provincia es más barato.
Ya en la anterior temporada del calamar, el muelle de Puerto Madryn observó una notoria retracción de los desembarques, más allá de la situación puntual del recurso, sino que estuvo también fuertemente influenciada por el alto costo operativo que tiene el Storni.
Langostineros sacan cuentas
A nadie escapa que en febrero o marzo se llevará a cabo alguna prospección de langostino en el Golfo San Jorge, y como ha venido ocurriendo en los últimos años, en abril o mayo comienzan a operar en aguas nacionales los buques congeladores tangoneros. En el sector del langostino congelado a bordo también ya empezaron a sacar cuentas, y la ecuación de costos es clara: el encarecimiento del puerto de Madryn alienta a las empresas pesqueras a replantear el muelle de descarga, con el aditamento que tiene Puerto Deseado en cuanto a unos puntos más de reembolsos a las exportaciones.
Se escapa la tortuga
Otro dato de la realidad no debe ser pasado por alto y es que una decena de contenedores con lana de establecimientos rurales con proximidad a Trelew, fueron despachados desde Puerto Deseado en este comienzo de año, antes que se aplicara este ‘tarifazo’ en los servicios portuarios de Madryn.
Alrededor de 340 toneladas de lana sucia acopiada en laneras de Chubut, perteneciente a seis campos de la zona de Trelew, optaron por trasladar vía terrestre por casi 700 kilómetros, con el flete de transporte que ello implica, los fardos de lana hasta Puerto Deseado, en Santa Cruz, para ser consolidados en contenedores en la plazoleta fiscal de aquella ciudad, porque les resultaba económicamente más rentable que hacer 60 kilómetros y exportarlos desde Puerto Madryn.
Menos empleo
Con expresiones de deseos y buenas intenciones no se incrementará la “masa crítica” de cargas desde el puerto de Puerto Madryn, sino con medidas de promoción e incentivo, justamente diametralmente opuestas a la medida tarifaria adoptada por el Gobierno de Chubut y la intervención portuaria que hoy lidera Sala.
El aumento de costos portuarios traerá como consecuencia en el corto y mediano plazo el ingreso de menor cantidad de buques pesqueros para la descarga, y consecuentemente habrá menos volumen exportable desde el Storni en materia de pescados y mariscos. Lo que a su vez repercute y fuertemente en menor actividad y trabajo de la estiba, y las actividades conexas. Una política portuaria errática no hará más que profundizar una desaceleración de la actividad que ya viene registrando una merma en los últimos años.
Fuente: Revista Puerto