Cuando comenzamos a recorrer la segunda mitad de 2023, los analistas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), del Banco Central, estimaron que la inflación anual alcanzará a 148,9%. El impactante dato se conoció en el inicio de la campaña electoral, que, entre otros, tiene como precandidato a presidente por el oficialismo, al ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa.
En ese marco, Ser Industria Radio entrevistó a Victoria Giarrizzo, economista e integrante del Instituto de Economía Política de la UBA- CONICET. La especialista consideró que “para vencer la inflación no hay una sola forma, hay muchas, pero todas son difíciles” y que el estado es formador de precios”. Cuando el gobierno aumenta impuestos, costos de trámites, “genera inflación”, agregó.
Sostuvo además que Argentina necesita “un gran plan exportador” para dar respuesta a la necesidad de dólares. Para referirse a la gravedad del momento, indico que actualmente “tenemos un déficit comercial que hacía mucho no teníamos”. Preciso que en el acumulado del año es de casi US$ 3.000 mil millones, cuando en 2022 se registró superávit.
Hablamos hace más de un año de cómo contener y bajar la inflación y desde entonces, lamentablemente, los resultados no han sido buenos…
Este año la inflación es tremenda, está siendo muy difícil frenarla. Porque no es que sigue al dólar, tiene una dinámica propia. Ante cualquier expectativa aumenta todo y en cadena, es cada vez más complicado.
¿Qué podría hacer el gobierno en sus últimos meses de esta gestión para bajar la inflación?
Hoy tenemos una dinámica que creo que se puede cortar haciendo un acuerdo de precios entre todos los sectores, porque es como una espiral, hay que frenarla en algún lado. Acá tenés tres opciones: nos acostumbramos a vivir con inflación o se hace un ajuste muy importante. Ese ajuste sería muy duro porque, se necesita un ajuste muy social. Argentina es un país con una economía de bienestar, donde hay acceso a muchos bienes y servicios de manera gratuita. Eso lo financia el estado, que no genera los recursos suficientes para financiarlo.
Entonces, se hace un gran acuerdo o te acostumbras a vivir con inflación o hacés un gran ajuste o sacrificás la moneda. Me parece que todas las opciones son difíciles. Porque si se sacrifica la moneda y no se resuelven los problemas de fondo que tenemos, se va a cambiar inflación por pobreza y desempleo, como nos pasó en los 90. Si se hace un gran ajuste, vas a tener que cambiar la inflación, también por pobreza, desempleo y otros problemas sociales. Hay que frenar esta dinámica para volver del 150 o 140% que vamos a tener este año, a por lo menos el 20, 30%.
¿La falta de dólares para importaciones, puede tener solución en el corto plazo?
El problema es que Argentina no tiene dólares y las exportaciones se desplomaron este año. Los canales de generación de dólares son o exportando bienes y servicios o atrayendo grandes inversiones o reduciendo las importaciones. Las exportaciones cayeron un montón al punto que hoy tenemos un déficit comercial que hacía mucho no teníamos. En el acumulado del año es de casi US$ 3.000 mil millones, cuando en 2022 tenías un superávit de US$ 3.000 millones. Los canales de generación de dólares se restringieron muchísimo, las importaciones también bajaron, pero no en igual magnitud. Estamos ante la dificultad para conseguir dólares. Por eso está desesperada Argentina por firmar un acuerdo un nuevo acuerdo que habilite fondos de organismos internacionales.
Acá se tiene que hacer un gran plan exportador y de todos los subsidios que brinda el país, debería haber uno importante para los costos logísticos, para que las empresas puedan salir a exportar claramente con el dólar de exportación. Hoy los costos no cierran, sumado a otros problemas que tiene el mundo. Argentina debe reconvertirse para sostener el nivel de vida y de gastos que tiene su economía, tiene que convertirse en una potencia exportadora. De otro modo, no van a resolverse los problemas. Los argentinos piensan y fijan los precios en dólares. Si el país no los tiene, enfrenta un gran problema Para bajar la inflación no hay una sola forma, hay muchas, pero todas son difíciles. Porque se debería cambiar la cultura argentina y decir “dejemos de fijar los precios en dólares”.
Pero, ¿cómo cambiar una cultura tan arraigada en el país, no solo en la gente adulta, sino también en los jóvenes? Cuando vamos a dar charlas en las escuelas, para que se entienda la dinámica de la inflación, se ve el pensamiento arraigado en dólares que tienen los chicos. Incluso, mayor que el de los adultos, hay como una herencia psicológica. Si no se rompe la cultura, se tiene que abastecer de dólares y para ello hay que generar todas las políticas públicas al servicio de ese objetivo. Hoy tenemos un sector servicios, como el software, turismo, que están generando muchos dólares, pero no tiene la dimensión de lo que puede tener el sector agropecuario que se desplomó y en parte explica el déficit comercial.
¿Es una solución pedir dólares para bajar la inflación?
Pedirlos prestados es una alternativa de corto plazo, porque en algún momento hay que devolverlos pagando intereses. Por otro lado, Argentina, es un país de mucho consumo.
Además, tenemos un nivel de consumo tecnológico muy importante. Si se comparan los sectores sociales más pobres de Argentina, con otros países, te sorprendés. Porque, por ejemplo, podés tener una familia que vive por debajo de la línea de pobreza, pero puede tener un iPhone y acceso a distintos dispositivos electrónicos, un nivel de confort informático importante. Eso está buenísimo, pero sepamos que muchos de esos bienes los importamos, no se fabrican en el país y si se fabrican, se ensamblan. Significa que necesitás recursos para importar. Es una dinámica muy difícil, que no se va a resolver de un día para el otro, salvo con un gran ajuste que tampoco lo recomendaría. Mi pensamiento es cómo hacemos para bajar la inflación, ya no pienso eliminarla. De hecho, pienso en aprender a vivir con inflación para bajarla del 150 al 20%.
¿En ese gran acuerdo de precios, quiénes tienen que ceder?
Todos tienen que ceder algo, incluso el gobierno. En medio de una dinámica inflacionaria de 150%, cuando el gobierno aumenta impuestos, costos de trámites, genera inflación. Por ejemplo, el gobierno fija los precios de los alquileres, el Banco Central tiene el índice de locación, que es justo cómo está armado, pero sigue prácticamente al precio minorista. Entonces, ya tenés un precio que fija otros, porque el precio de locación te fija los costos de producción de la cantidad de industrias que alquilan instalaciones para producir, de comercios, las instalaciones para vender. Creo que para cortar la dinámica el gobierno debería empezar por las cosas a las que tiene acceso.
También los costos de los servicios como luz. Hay ciudades, como la Ciudad de Bueno Aires, donde el servicio está subsidiado. Pero en algunos lugares del interior del país, lo que se paga es impresionante. No hay subsidios o es muy poquito. El estado es formador de precios. Hay otros precios que vuelan, como el sector de frutas y verduras, que subió más de 200% interanual. Para pasar del 150 al 50 o 20%, tampoco alcanza con medidas generales Tenés que ir sector por sector y ver la dinámica propia de cada precio y creo que eso no se está haciendo Lo que se hace es Precios Justos. Se sale a controlar, a multar, pero estás atacando cinco o seis empresas que también forman precios. Parece que ahí estamos ante la “gran política” para combatir la inflación y estamos lejísimos
Hay precandidatos que hablan de dolarizar, otros del bimonetarismo y el gobierno hizo una apertura a yuanes y otras monedas, que eran ajenas a nuestra economía. El peso argentino, que está tan devaluado, ¿puede recuperarse?
Sí, pero hay que hacer mucho. Inicialmente hay que salir a conseguir dólares. No soy partidaria de la dolarización, creo que es la última opción. Bimonetarismo… Soy más partidaria de volver a un sistema similar a la convertibilidad que, de alguna manera, lo que hace es este gran acuerdo de precios a la fuerza. Iría más a un esquema así.
En todo caso, si queremos sacrificar moneda que tenés posibilidad de salida y sería mucho más clara. En la convertibilidad, creímos que nuestros pesos eran dólares y entonces depositabas pesos y eran dólares. Sería mucho más claro que el peso es peso y el dólar es dólar. Iría más a un sistema así y lo usaría como algo transitorio. Te repito, si se dolariza o se va a una nueva convertibilidad o al bimonetarismo, se pueden hacer los cambios que se tienen que hacer. El cambio principal es hacer del país que sea un gran exportador de servicios o de bienes.
Pero también tenés que ser demasiado atractivo para las inversiones externas y eso te implica cambios. Para bajar la inflación, el primer gran cambio tiene que venir del Estado, que es una masa burocrática de incrementos de costos de todo tipo. Si el Estado no puede consigo mismo ¿cómo va a poder con toda la economía? Hablo de los costos laborales, la Industria del juicio, todas esas cosas que sí están al alcance del estado.
Entonces cuando hablan de dolarizar digo, sí estás bien, pero si el estado sigue sin resolver todas estas cuestiones, lo único que vas a resolver es la certidumbre sobre el tema precios. Pero en los costos de producción, vas a tener los mismos problemas: las regulaciones, las faltas de regulación en algunos sectores que son oligopólicos, monopólicos y que forman precios. Si no lo hacés bien, vas a seguir teniendo muchos problemas. No es que resolviste todo, resolvés transitoriamente el tema inflación.
El estado también tiene que tener una gran estrategia exportadora, porque debe generar dólares. En la convertibilidad teníamos prácticamente una economía dolarizada pero no se podían generar dólares. Los generaban con préstamos. En un momento, nos prestaban, pero con tasas tan altas que se hacía cada vez más difícil devolverlos. Tuviste que ir un default y salir de la compatibilidad. Los bancos ni siquiera tenían dólares para devolver. Hoy no tenemos ese problema, porque los bancos tienen dólares y los encajan al 100% O sea que todos los dólares que vos depositás, están en el Banco Central, que además tampoco son tantos. Es muy complejo, pero cuando mirás algunos trasfondos, decís “puedo empezar por acá”.
Más complejo que lo que dicen los precandidatos…
Claro. Todos los ministros de Economía que han pasado, son muchos de los que hoy dicen “lo puedo resolver”, incluyendo al actual, Massa, con quien uno podría ser cruel y decir que es el que hizo pasar la inflación arriba del 100%. ¿Cómo la va a resolver? Mirás “Juntos por el cambio” y ya estuvo en el gobierno. Lousteau, Lacunza, que es otro referente estuvo como ministro O sea la mayoría de los referentes o estuvieron en el ministerio de Economía, en el Banco Central o en algún lugar de toma de decisión, de la izquierda y la derecha. No lo van a resolver.
Yo escribí el libre “Atrápame si puedes, el secreto de la inflación en la Argentina”, porque la verdad es que no la van a atrapar de manera sencilla. El problema, finalmente, no es la inflación, es todo lo que hace que tengas inflación. Entonces tenés que atacar esos problemas. Es como querer bajarle la fiebre al enfermo sin resolverle la infección que la genera. Podrás bajar la fiebre, pero la infección va seguir en el cuerpo.
