Un relevamiento sectorial realizado por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericana (FIEL), sostienen que en enero la actividad industrial alcanzó un crecimiento interanual del 4,8% tras dos años de contracción.
En ese sentido, el Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL muestra una caída de 4,6% durante 2019 respecto al año anterior, sumando dos años de contracción.
Desde comienzos del año pasado hubo una caída generalizada que en los meses siguientes permitió mejoras interanuales en sectores puntuales como la producción de alimentos y bebidas y la refinación de petróleo, por eso el IPI mostró en diciembre un freno en la caída interanual al avanzar 3,4%.
A finales del último año, hubo un crecimiento de 0,4% ajustado por estacionalidad. El cuarto trimestre de 2019 sumó una caída interanual del 0,2%. En el tercer trimestre, la actividad ajustada por estacionalidad cayó 0,3%.
Puntualmente, durante el 2019, la producción de bienes de consumo no durable avanzó 0,3% en el año pasado, la de bienes de uso intermedio retrocedió 3,4%, seguida de la de bienes de consumo durable que cayó 12,9% y la de bienes de capital que se contrajo 14,8%.
Mientras que en enero de 2020, FIEL informó que la producción industrial interrumpió la caída interanual logrando una mejora de 4,8%.
Las mejoras fueron en la producción automotriz (39,2%), la producción de químicos y plásticos (14,6%), la metalmecánica (5,6%), la producción de papel y celulosa (2,5%), los insumos textiles (2%), el proceso de petróleo (0.9%) y los alimentos y bebidas (0.5%), en cada caso en comparación con enero del año anterior.
En el caso contrario, los despachos de cigarrillos retrocedieron 5,4%, mientras que la producción de minerales no metálicos lo hizo 5,8% y la siderurgia 11,1%, sobre la misma base de comparación.
En términos desestacionalizados, el IPI de enero avanzó 1,2% respecto al mes anterior. Sin embargo la industria continúa mostrando “un panorama de debilidad manteniéndose la condición de estancamiento”, indicó FIEL.
El documento sostiene que “en el corto plazo el interrogante que se plantea es la sostenibilidad de los resultados de frágil recuperación observados en diciembre y enero”.
Asimismo, desde FIEL argumentan que es “prematuro” establecer el impacto neto sobre la actividad industria, en relación del consumo incentivado por las políticas de redistribución de ingresos implementada por el Gobierno de Alberto Fernández.