El flamante presidente de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG), Fabián Yannone, adelantó en Ser Industria Radio que el próximo jueves la junta directiva realizará una reunión con los ex presidentes de la entidad y expertos en logística, para definir los objetivos de la nueva gestión.
En ese sentido, el directivo que cuenta con una extensa trayectoria en la actividad, indicó que espera que en ese encuentro se pueda proyectar el futuro de ARLOG para los próximos 20 años, de forma tal que sirva como el puntapié para pensar la logística argentina por el mismo periodo.
Asimismo, Yannone destacó la importancia de seguir capacitando profesionales y acercar jóvenes a esta temática. Por otro lado, se refirió a las posibilidades que ofrecen los bitrenes y los contenedores de 53 pies.
¿Cuáles son los objetivos planteados para tu gestión?
Todavía no definimos los objetivos. Soy socio de ARLOG desde su fundación e integrante de, por lo menos, las últimas 8,10 presidencias. Con todos los que fueron presidentes quedamos amigos, aunque lamentablemente algunos ya no están. Con todo este trayecto, hablando con muchos colegas, sentimos que todavía hay todo un camino para recorrer y que o lo transitamos o empezamos a perder fuerza, no como Asociación sino como sector logístico y de quienes se desempeñan como profesionales. Estoy diciendo, desde un director de logística, un gerente de supply chain, un director de tráfico, operaciones, almacenes, un operador logístico o de un generador de carga. Estoy hablando de todo el mundo de la logística, incluidos los proveedores, los consultores que juegan un rol muy importante en todo el profesionalismo y la profesionalización del sector. Con esta mirada, convocamos para el próximo jueves a un grupo de notables, más la comisión directiva y todos los presidentes que han pasado, a una jornada completa para discutir qué ARLOG queremos para los próximos 10 o 20 años. Con esto también me refiero a qué país queremos desde el punto de vista logístico, porque la intención es empezar a tener un rol más activo. Hoy no tenemos recursos para eso porque la Asociación vive de lo que genera el evento que realizamos cada dos años, que por la pandemia no se hizo y de la cuota de los socios. De todos modos, estamos pensando en no cobrar más la cuota, que la inscripción sea gratuita y empezar a buscar otros medios de fondearnos para tener más equipos de trabajo y participar en un montón de actividades que tengan que ver con todo el supply chain, desde la materia prima que viene de cualquier país del mundo y todo el proceso logístico.
¿La logística ganó espacio en la consideración de todo el mundo de la producción?
Sí, pero creemos que falta mucho por recorrer para que los que estamos en el mundo de la logística ocupemos espacios más importantes en las organizaciones. Hace 34 años que estoy en Andreani y he tenido todo tipo de clientes. Cuando hablás con el profesional de logística que está del otro lado del mostrador comprando logística, sentís que son súper profesionales en lo que hacen, pero que dentro de las organizaciones no estamos jerarquizados en el lugar del lápiz estratégico. Ese lugar lo ocupan más un financiero o un comercial, dependiendo las olas de este país. Pero a la logística, que tiene que ver con que todo lo demás funcione armónicamente, con que esos sectores vayan ensamblados, le falta un paso. Hay muy pocos casos de gente de logística que llegó a ser gerente general en una organización. El desafío tiene que ser ese. Un gerente general, un CEO de una compañía, que venga del mundo de la logística, me encantaría que se haga realidad en algún momento. Hace 15 años, en un encuentro de ARLOG en el que moderé un panel de recursos humanos, uno de los expositores era de Uruguay y contaba que tenían un plan estratégico de 20 años, al que luego revisaron para corregir. Uruguay está acá enfrente. Para ellos la logística es fundamental porque viven de los puertos, tienen mucho ingreso por ese lado. ¿Por qué nosotros no podemos plantear algo así? En Uruguay lo impulsa el Gobierno, nosotros desde las fuerzas de la logística, tendríamos que empujar algo así. Para mí el camino está por ahí.
A más de 200 años de Independencia, no tenemos un plan que nos defina como Nación. De todas maneras, cuando vivimos la pandemia, la logística permitió abastecer correctamente a todo el país…
Tal cual. Ese es un caso que viví muy de cerca. Fui parte de un programa que se llamó “Seamos Uno”, en el que se distribuyeron un millón de cajas de alimentos. Junto con Hernán Sánchez de CEDOL, participamos de la coordinación de esfuerzos entre los operadores logísticos, generadores de carga, las principales consultoras, la iglesias musulmana, judía y católica. Rodrigo Zarazaga, número uno de la Compañía de Jesús en Argentina, fue el ideólogo de eso. El rol de la logística fue clave porque en las primeras reuniones decían “tal empresa va a donar tantos paquetes de arroz”. Dijimos “lo primero que hay que hacer es ponernos de acuerdo en un packaging en el que entre el pack de lo que quieren mandarle a cada familia de bajos recursos, para que entren todo bien y optimizar todos los recursos logísticos. Después ver cómo vamos a recibir todas las donaciones”. Nos hicieron jugar de entrada y la logística fue muy importante en el éxito del programa. En plena pandemia muchísima gente tuvo su primera experiencia laboral haciendo la preparación de estas cajas en depósitos de distintos operadores logísticos. Después, todos los transportes trabajaron en la distribución, en lugares muy tremendos. Uno no está cerca de esa realidad. Entrar a una casa con seis hijos en un cuadrado de dos por dos, una señora y el marido a lo mejor en una silla de ruedas…la señora trabaja además en un merendero… Ante esto que suena muy fuerte, la logística tuvo una importancia fundamental. Estas cuestiones tuvieron mucha importancia. Desde la Cámara hicimos el trabajo con abogados, gente de sindicatos, del gobierno… En la primera etapa de la pandemia había ciudades que se habían atrincherado para que no entren los camiones. Teníamos reuniones por Zoom para explicarle a los gobernadores, a los intendentes, que llevábamos alimentos, medicamentos. Tenían miedo al contagio, los transportistas eran maltratados en todos lados. Otro aspecto que tuvo una explosión fue la última milla y las entregas a domicilio. De hecho, el e-commerce se multiplicó varias veces respecto a lo que se esperaba para estos años. Fue un boom en todo el mundo.
¿Ves que se proyecte la coordinación de rutas, autopistas, vías férreas, que faciliten la circulación de los transportes?
Hay en marcha un equipo de trabajo donde la Unión Industrial Argentina (UIA) está participando. Particularmente no estoy, por ahora, pero hablé con Horacio Díaz Hermelo que es el presidente de la comisión de logística de la UIA. La idea es que nos integremos como ARLOG. También están la hidrovía, los ferrocarriles… El país hoy no cuenta con recursos o no se está viendo qué país queremos de acá a 20 años. Porque se va este gobierno, viene otro de otra bandera y pasamos del “hacemos rutas” al no hacemos, de estatizar a privatizar, esta locura que tenemos de no ser serios a largo plazo. Independientemente de quién gobierne todavía no veo madurez. Nosotros estamos detrás de la aprobación de los bitrenes de 30 metros paqueterosporque está habilitado hasta 25 metros y en algunas rutas hasta 30. Se necesita un plan estratégico para avanzar con la infraestructura en ruta, en el dragado en los ríos y en el muelle de una ciudad del interior que esté sobre el Paraná, para que los camiones carguen un buque en distintos puertos y no se concentre todo en Zarate o en Rosario. Los ferrocarriles, fueron devastados en la Argentina de los 90. Reconstruir todo eso tiene que responder a un plan estratégico que no veo cercano. Ojalá hubiera voluntad como país, de terminar con esta grieta. Después, que gobierne cada uno, con las ideas que tenga. A lo mejor es una utopía, veo que va a costar mucho, hay disputa de intereses. Si vamos contra los camiones cerealeros para que la carga vaya en los trenes, dejas sin trabajo a un montón de gente en ciudades chicas o pueblos del interior de las provincias de la pampa húmeda, de donde vienen los cereales, porque tienen uno o dos camiones y con eso vive una familia. Juegan un montón de cosas que son difíciles por cómo está estructurada hoy Argentina.
¿Las empresas logísticas vienen sumando tecnología?
Sí, claro. Las empresas de logística de Argentina tienen la última tecnología que hay en el mundo. Cualquier empresa que tenga que transportar algo a Mercado Libre tiene que contar con la última tecnología de tracking. El mundo de los operadores logísticos está muy evolucionado. Estuve en Italia y España un mes y medio paseando y consultando colegas y la empresa que le vende los sistemas a Andreani es la misma que utilizan los operadores logísticos españoles. En Argentina varios estamos bien y de hecho muy evolucionados en todo lo que es la información al usuario que recibe en su casa y no está acostumbrado a la tecnología. Cuando uno habla con una multinacional que transporta el retail y va al canal moderno de los supermercados, ya hace años que los operadores logísticos tienen un sistema de comunicación tecnológico que les dice en qué lugar está el producto, quién y a qué hora lo recibe. El usuario se empezó a familiarizar con esto en los últimos años. Cada vez está mucho más medido al minuto, podés saber en qué unidad de transporte está. Esto pasa con la mayoría de los operadores que están haciendo entregas en última milla y también con Rappi, Pedidos Ya, tenés muchísima información. Además de estar en Andreani, tengo algunos locales de Mostaza y una cadena de farmacias en sociedad donde usamos estos servicios. La respuesta es rápida, casi instantánea. Esto está bastante evolucionado en Argentina.
Y surgen startups nacionales relacionadas a la cuestión…
Totalmente. Empiezan a aparecer muchas empresas chicas para hacer distribuciones locales. A lo mejor es más difícil que armen una estructura para entregar en todo el país, pero hacen distribución de última milla en Córdoba, el norte del Gran Buenos Aires, ni siquiera en todo el conurbano. Aparecen todo el tiempo. El único tema que nosotros tenemos que impulsar desde las entidades profesionales es la actividad formal. Porque a veces hay informalidad y competencia desleal.
¿Cómo ves la formación de recursos humanos?
Los posgrados en logística están funcionando bien. De hecho, en algunas universidades donde doy algunas clases, hay buena participación. La pandemia favoreció mucho la asistencia virtual, hay más gente anotada porque acomoda mejor sus horarios para ver una clase offline y preparar sus exámenes. Todo eso está evolucionando. Desde ARLOG hacemos muchísimo hincapié en la capacitación. De hecho, estamos teniendo muchísima llegada a nivel nacional. Antes el interior nos costaba muchísimo, pero las clases virtuales nos han favorecido. Sin embargo, creo que hay que hacer un esfuerzo más. Una de las cosas que tenemos intención de analizar el jueves, es no cobrar cuota social, para fomentar que se integren los jóvenes de 20 a 40 años y armar equipos. Queremos impulsar que haya más jóvenes en la logística. Hoy hay tanta inmediatez en el éxito que es peligroso. También para los jóvenes estas cosas de ver, a través de las redes, que cualquiera que arma una startup en el mundo de bitcoin se hace millonario. Pero no son la mayoría. Es como el fútbol, hay millones de chicos que juegan, pero llegan pocos y los que ganan mucho dinero son menos. Ese éxito que muchas veces se ve desde lo económico, atenta contra la formación profesional y que la persona se realice en el tiempo en una función laboral en una compañía. Hay que hacer mucho esfuerzo para que los jóvenes se sientan atraídos por una actividad y la desarrollen.
Se habla de intermodalismo, bitrenes y contenedores de 53 pies. ¿Es posible que avance la implementación de estas herramientas?
El tema de los bitrenes, ya es un hecho el de 25. Como dije, hay que tener más rutas que sean realmente buenas y seguras para circular. No nos habilitan algunos tramos de rutas, estamos discutiendo eso con Vialidad, porque no hay banquinas y está bien. Hacer la banquina no es lo mismo que hacer una ruta doble mano, donde además a veces van tres camiones cerealeros chupados haciendo succión para gastar menos combustible y eso también es inseguro, pero no se puede hacer nada. Entonces un bitren no es un problema. Los contenedores es un tema que manejo medio de costado, pero sé que está trabajando mucho FADEEAC. Sería un camino unificar el contenedor, como se usa en Estados Unidos y anda muy bien. La gente de AIMAS lo están trabajando, son especialistas. El tema del íntermodalismo es el contenedor desde el barco hasta un destino final en una provincia o desde una provincia hasta ponerlo arriba del barco. Que lo saque un camión, lo lleve un tren, una barcaza… Para todas estas cosas nos falta un montón, pero tiene que ser ese camino. En 34 años que estoy en la logística, han evolucionado muchas cosas. Tengo la esperanza de que todo eso funcione, que se empiecen a lograr acuerdos de continuidad y que todas las partes quieran ir para el mismo lado.
