El Presidente Alberto Fernández anunció la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el 24 de mayo, “sin grandes cambios” en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pero con algunas excepciones que se analizarán para flexibilizar actividades, mientras que el resto del país iniciará la fase 4, de “reapertura progresiva”.
Acompañado por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, insistió, en este marco, en la postura de recomendar que no se utilice el transporte público para evitar la circulación.
“No podemos salir a tontas y a locas en desmedro de la gente. Estamos ante un virus que salimos a buscar, como bien dijo el doctor Pedro Cahn. Por eso, debemos seguir como hasta ahora. Estamos protagonizando una gran epopeya”, indicó.
Fernández reconoció que la economía “preocupa mucho”, y que conoce los padecimientos de quienes tienen los negocios cerrados y no pueden trabajar”. Igualmente advirtió “prefiero una fábrica cerrada por la cuarentena que una fábrica cerrada porque los operarios están todos muertos” y anunció además que las grandes empresas que deseen abrir sus plantas “deberán trasladar” a sus empleados, quienes no podrán utilizar el transporte público.
Asimismo, recordó que “hemos prestado atención para aliviar a quienes lo necesitan. Más de 3,5 millones de personas recibieron el IFE y 33.000 personas recibieron créditos a tasa cero. Conocemos los efectos de la pandemia, pero lo más importante es preservar la vida”.
El mandatario remarcó que no habrá grandes cambios en la región metropolitana, y aunque anticipó que se abrirán actividades comerciales de proximidad y se habilitarán salidas para menores, según los protocolos sanitarios y las solicitudes que formulen los gobiernos locales.
Fernández señaló que “Argentina sigue el proceso que esperamos que ocurra. La cantidad de casos se ralentizó y los fallecimientos están dentro de lo que esperábamos y las cosas están sucediendo cómo pensábamos que iban a suceder” y dijo que todos los argentinos deben “sentir orgullo de lo que hemos logrado hasta el momento, que es mérito de toda la sociedad, no de un presidente o un gobierno”.