Bajo el slogan “Crecer juntos, abrazados al maíz”, se lanzó en la Expo Rural Río Cuarto, Córdoba, este ambicioso proyecto que procura generar inversión y trabajo desde la difusión de los diversos usos que hacemos cotidianamente del “grano noble”.
Para conocer mejor la propuesta, que se hizo pública el fin de semana, Ser Industria Radio dialogó con German Di Bella, secretario de Desarrollo Económico e Industrial de la municipalidad de Río Cuarto, quien es además uno de los impulsores de “Amaizados”.
Válido es recordar que Argentina es el segundo exportador mundial de maíz, recurso que no sólo sirve para alimentarnos, sino que, además, nos viste, nos cura y nos transporta, entre otras cosas. El funcionario destacó que la idea se generó en Córdoba porque la provincia “produce más del 30% del maíz argentino y siembra una superficie equivalente 4 millones de estadios Kempes”.
¿Cuál es el origen de este proyecto?
“Amaizados” nace en nuestra ciudad porque el departamento Río Cuarto es uno de los mayores productores de maíz del país, uno de los productores más grandes de bioenergía, el segundo o tercero en biocombustibles y también se destaca en materia de nutrición animal. El proyecto surge a partir de cinco instituciones: el INTA, la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Sur de Córdoba, la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto, la Sociedad Rural y el gobierno de Río Cuarto. Pero siempre pensando en todas las demás organizaciones que bregan y hablan de este grano, porque a la cadena de valor que agrega hoy impacta en 240 mil empleos, aunque todavía queda mucho por potenciar.
¿Esta cantidad de empleos son directos?
Directos e indirectos, tienen que ver con los fletes, la gente que trabaja en el campo, los acopios, la industria, lo que se da a lo largo de toda la cadena, porque sin unos no están los otros.
¿Cuál es la propuesta que están planteando a partir del maíz?
Buscamos ponerlo en agenda, contar que no sólo nos alimenta, sino que también nos viste, nos ilumina, nos transporta, nos cura. En ese afán de querer mostrar ese gap que todavía hay para potenciar aún más el maíz, queremos enfocar el esfuerzo y la dedicación para que haya más transformación, porque eso trae más investigación, empleo genuino, desarrollo en las comunidades del interior.
¿La iniciativa se circunscribe a Córdoba o es de alcance nacional?
Es nacional porque hemos convocado a Maizar, a CREA, que son instituciones nacionales, bien posicionadas. Hoy, en Córdoba, estamos sembrando en maíz, el equivalente a cuatro millones de estadios Kempes y podríamos llegar a seis o siete millones. La idea es que este grano, comience a tomar valor en todo el país. Sí o sí hay que nacionalizarlo para que sea posible producir este desarrollo. Surge de acá porque Córdoba produce 6% de las naftas sin tener un sólo pozo petrolero, tiene alcohol a partir de maíz. Produce renovables a partir de biogás y es líder por el mismo producto. En nuestra provincia el maíz tiene un rol importantísimo, en otras está más relegado por la mala rotación, pero puede crecer en la medida que haya demanda.
¿Las condiciones climáticas de Córdoba son beneficiosas en relación a otras regiones del país?
Argentina produce entre 18 y 20 millones de hectáreas de soja y en esa misma superficie se puede hacer maíz. Podríamos tener 10 y 10, lo cual nos daría además una rotación de sustentabilidad de suelos y estructura de los suelos y mayor producción. Necesitamos potenciar la superficie agrícola que ya usamos.
Los porcentajes de corte de biocombustibles se modificaron mucho últimamente. ¿Si se tomara una medida que los fijara a mediano o largo plazo, crecería la actividad?
Eso es lo que buscamos. En este caso el etanol produce el alcohol y por cada planta hay 60 empleados que generan 80 millones de litros al año y el 1% de las naftas a nivel país. Cada punto en el corte que pudiera subirse, es una planta con estas características. Argentina tiene hoy un 12% de corte de alcohol, pero podría llegar hasta un 27% como Brasil, que cuenta con el famoso “quinto surtidor”. Podríamos tener mucha más inversión. Primero, porque seguramente se duplicarían las plantas que ya están, pero además aparecerían nuevos socios, nuevos productores que quieren bajar parte de su renta a estas industrias, se modificaría la matriz. En 10 años se generaron cinco plantas que producen el 6% de las naftas de Argentina, un lapso que no es nada en la historia de un país. Si logramos una política de estado, podemos direccionar las inversiones. Hoy en biodiesel, las plantas que provienen de la soja, podrían tener más corte. En el país hay 500 plantas, muchas de ellas fundidas, que se reactivarían.
Más allá del alimento y la energía, ¿dónde se cruza el maíz con nuestra vida cotidiana?
En muchas más cosas de las que uno cree. Además de la polenta, que es lo que todos conocemos, está en la glucosa de las gaseosas, los caramelos, medicamentos, plásticos. En los supermercados de Río Cuarto hay bolsas de almidón de maíz biodegradables… Son más de 300 subproductos a nivel mundial. Se pueden sacar hormonas, aceites del germen del maíz… Por eso proponemos aumentar esa matriz, los subproductos que se generan a partir de un solo grano.
Después de esta presentación, ¿qué acciones pensaron para seguir avanzando?
Lo primero es ir contagiando instituciones, gobiernos, para que se sumen a la movida de “Amaizados”. Por eso queremos transmitir la idea de que el maíz nos abraza, nos atraviesa, en la vida cotidiana. Cuantos más actores sumemos, mayor fortaleza va a tener el proyecto. También queremos avanzar en la visibilización, mostrar lo que se hace en otros países, las bondades y la potencialidad del maíz. Por eso vamos a incorporar a FADA e instituciones que sumen argumento y músculo a las ideas.