El presidente del Ente Autárquico del Puerto Diamante, Luis Stello, señaló que Entre Ríos, está luchando para que la próxima concesión de la hidrovía Paraguay Paraná contemple una cláusula que establezca que el concesionario tenga la obligación de hacerse cargo del dragado de los puertos provinciales.
Durante una entrevista que concedió a Ser Industria Radio, el funcionario se refirió además a la prolongada bajante del río Paraná y anticipó que se instalará en Diamante un operador para trabajar en la logística portuaria y hará una inversión importante.
También destacó que, desde el inicio de su gestión, el gobernador Gustavo Bordet, puso el foco en la producción, la competitividad y el desarrollo de los puertos y explicó que se proyecta hacer un dragado integral para llegar a una cota que permita la operación de buques de ultramar en Diamante.
¿Cómo afrontan el puerto la bajante del Paraná?
Esta es la bajante más larga que se tiene registrada, estamos llegando a tres años y hay diversas opiniones sobre su resolución. El Instituto Nacional del Agua (INA), evaluó que a mitad de abril podría producirse el cese del fenómeno de la Niña y esto permitiría un cambio en cuanto a las lluvias y al caudal del río. En todo este tiempo hemos vivido distintas circunstancias. El último año ha sido caótico. Trabajamos en el armado de rutas de acceso portuario para posibilitar, no ya que entren los buques, sino las barcazas y para evitar el cierre de la operación del puerto. Gracias a Dios y a la colaboración de mucha gente del Instituto Provincial Portuario, de Hidráulica de la Provincia, de las empresas que actúan en el puerto, Cargill particularmente, Prefectura, colaboradores, hemos mantenido la actividad y la cantidad de toneladas movidas el año pasado.
¿Cómo se manejaron con el dragado?
El año pasado teníamos previsto hacer un dragado integral, la Nación nos dio un subsidio. En principio nos permitía lograr una cota de 27 pies para que vuelvan los buques de ultramar. Teníamos acuerdos con distintas empresas portuarias de la región para que se hicieran cargo del mantenimiento por tres o cinco años después del dragado, porque es fundamental darle continuidad al trabajo portuario. Estaba todo previsto, la firma del convenio, el aumento de las cargas granarias y el paso a ser un puerto de exportación. Lamentablemente la baja del río lo impidió y tuvimos que tomar la dramática decisión de hacer un dragado de emergencia que permita la navegación segura de buques de menor calado, hasta que el caudal vuelva a la normalidad.
¿Ya está en marcha?
Abrimos una licitación pública nacional que está en curso. Hubo dos oferentes. Uno se dejó sin efecto la presentación por falta de cumplimiento de los requisitos. Quedó una empresa y estamos en pleno trámite del expediente. La semana pasada estuve en la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, porque al hacerse con fondos de la Nación, corresponde que desde allí valoren y supervisen la legalidad, transparencia y el cumplimento de todo lo que hace al bien público. Precisamente, con el subsecretario Leonardo Cabrera estuvimos hablando de la problemática del río, la realidad de los puertos de Entre Ríos y en particular de Diamante. Realmente sentimos el apoyo de la Nación a todo lo que estamos haciendo para que volvamos a tener aquí un gran puerto transoceánico a nivel nacional.
Cuando el río lo permita, ¿irán por un calado que esté a tono con la profundidad de la hidrovía?
A lo largo de su trayecto la hidrovía tiene distintos calados. Esto se definió en los 90 y creo que respondió a cuestiones políticas, productivas e intereses sectoriales del momento. Por eso es que la zona más beneficiada ha sido, sin ninguna duda, Rosario, que se ha desarrollado. La hidrovía captó prácticamente el 80% de la exportación granaria y generó un fenómeno positivo. Ha provocado el aumento de la exportación y cómo esto es un círculo vicioso, el de la producción, hay que resaltarlo positivamente. Lo negativo es que los puertos que dependían para su dragado del Estado nacional, entre ellos Diamante y Santa Fe, con la hidrovía y la transferencia a la órbita provincial, se quedaron sin posibilidad de dragado. Eso achicó muchos sectores y limitó cuestiones regionales.
¿Cómo piensan resolver esa dificultad que se transforma en limitación?
Estamos peleando para que la próxima concesión de la hidrovía contemple una cláusula donde el concesionario tenga la obligación de hacerse cargo de los puertos provinciales. Entre Ríos, en lo que respecta a Diamante particularmente, está representada por el fiscal de Estado, doctor Julio Rodríguez Signes, que está haciendo un trabajo encomiable en defensa de los intereses de la Provincia, peleando por el aumento del calado. Nosotros aspiramos al máximo posible que permitan los estudios y estimo que mínimamente podríamos pasar de 25 a 34 pies para ponernos a tono con lo que está sucediendo en Rosario. Pero fundamentalmente porque la zona en la que está enclavado nuestro puerto es muy rica y esto nos posibilitaría cargar en Diamante y recargar en Bahía Blanca con valor agregado en la ganancia de los productores.
En los últimos meses los sectores productivos se están acercando al puerto…
Hay que entender que el puerto no es una actividad en sí misma. Es logístico, funciona cuando se aumenta la producción. La importancia de la actividad no está relacionada a que entren o no muchos camiones. Sin dudas, hace a que haya un aumento de la producción y esto mejora desde todo punto de vista porque se genera riqueza genuina, divisas, a partir de que uno produce y puede exportar. Tenemos que apuntar a la posibilidad de que la logística del puerto colabore en mayores rentabilidades para los productores de la región. Y esto involucra no sólo a la zona inmediata. Pensamos en la Mesopotamia y un puerto ligado a través del tren. Hay que integrar camión, buque y barcaza. Lo que prima hoy es el camión. No es lógico, desde el punto de vista del abaratamiento del costo logístico, que el 98% del transporte se haga por ese medio. Hay que ser multimodal, tiene que haber río, una red ferroviaria que vuelva a funcionar y el camión. En Europa los camiones se suben a los trenes. Es lo que tenemos que empezar a mirar de a poco, pero con firmeza. Este gobierno nacional, que ha entendido el federalismo desde el punto de vista de la producción, está dando los primeros pasos.
¿Hay interés empresario para operar en el puerto?
Vengo señalando que 2022 va a ser un buen año porque como nunca, se acercaron muchos operadores portuarios a Puerto Diamante. Concretamente cerramos un acuerdo con un operador que ya está instalado en la ciudad de Buenos Aires, interesado en la logística portuaria. Solicitó dos galpones y la posibilidad concreta de hacer inversiones importantes. Eso trasluce que llegan vientos distintos y que Diamante empieza a visibilizarse de forma diferente a partir de que hicimos ese llamado a la licitación por el dragado.
Es una señal de crecimiento…
Si alguien viene a instalarse como un operador más, tenemos que ser creativos en los lugares que le vamos a dar, porque desde lo formal estamos prácticamente completos. Es importante entender el tráfico comercial que se genera hacia el sur y también hacia el norte, que es un lugar descuidado. Porque la hidrovía no solamente decanta en el Río de La Plata. Hay que trabajar hacia el norte donde hay otros países que exportan e importan. Diamante, como es el último puerto transoceánico, puede hacer alije o trasbordo con Paraguay, porque estamos en el kilómetro 533. Es como una estación de servicio a mitad de la hidrovía y sin dudas, queremos recobrar vitalidad.
¿Es uno de los grandes objetivos?
Estamos trabajando para eso y creo que la posibilidad de desarrollo de cualquier actividad productiva, logística, tiene que ver con decisiones estratégicas del Estado y el acompañamiento del sector privado. Acá no hay una sola voluntad que lo defina. Si el privado no participa el Estado no se puede hacer cargo y si el Estado no colabora, el privado tampoco puede con todo. Y aquí se da esta circunstancia. Nos encontramos con un gobernador, Gustavo Bordet, que ha puesto el foco con una visión estratégica muy inteligente porque desde el primer momento interpretó cabalmente que, para crecer, la producción depende precisamente de la competitividad que dan los valores logísticos. Se puede tener muy bueno producto y precio, pero si el transporte lo lleva a ser más caro que en Brasil, no se puede exportar a ningún lado. Bordet comprendió que, en una provincia rodeada de ríos, los puertos son fundamentales. Ha trabajado, definido política y estableció vínculos con la Nación para promover el desarrollo productivo de Entre Ríos.
