Constituyen sin dudas el motor económico de Argentina y Latinoamérica, por sobre las multinacionales. Son empresas que comparten un mismo ADN que las caracteriza (y salvo honrosas excepciones) no miden los procesos, ni los resultados, no tienen clara la evolución de su modelo de negocios, no invierten en marketing, ni tienen ordenadas sus finanzas. Son empresas hechas a pulmón; expertas en gestionar el día a día, con dificultades para parar la pelota y levantar la cabeza. Según datos del ministerio de la Producción, nacieron 70.500 empresas por año en la última década, pero también cerraron 69.000 cada doce meses y en muchos de los casos lo hicieron porque no pudieron recuperarse de una de las tantas crisis que nos sacuden cada cinco años, en promedio.
Esto nos hace ver que la realidad del mundo Pyme es parte de la realidad de cada uno, en menor o mayor medida. Seas dueño, socio gerente, accionista, profesional, empleado, o simplemente cliente. Las Pymes son parte de nuestra vida. El pan, la leche y el café por lo general los compras a una de ellas. En algún momento te encontrás cargando combustible en una estación de marca multinacional, pero cuyo dueño local es un empresario Pyme. Comprás ropa en un comercio o en una cadena conocida que su dueño también es Pyme. Si consumís educación para tus hijos en algún colegio privado, hay una Pyme detrás del mostrador. Si tomás un helado también y podemos pensar en muchos momentos cotidianos de tu día a día, donde las Pymes son parte esencial de nuestro entramado social y de vida.
Hoy estas pequeñas y medianas empresas, se encuentran en una situación vulnerable, por ese desbalance entre las oportunidades volcadas al sector versus las responsabilidades exigidas.
Si miramos los números, hoy cierran 25 Pymes por día y sólo los comercios en comparativa entre el primer semestre 2019 y el del 2018, vieron caer sus ventas un 13% promedio. Siempre digo que, en Argentina, con la tremenda presión tributaria, con el prohibitivo costo laboral que no llega al bolsillo del trabajador, con las altas tasas, las devaluaciones y las recesiones frecuentes, ya no quedan empresarios, sino sobrevivientes. Los altos costos generales para mantener operativa una empresa, llevan a que los números estén en rojo y esta supervivencia Pyme sea el primer desafío. Pero entonces, surge la pregunta del millón. ¿Hay algo que puedan hacer las Pymes en un contexto macro como el actual? La respuesta es sí, por su-puesto. Y hablando, ahora directo al dueño Pyme, le digo: podés revisar la microeconomía de tu negocio, según 3 grandes P, y saber que cualquier mínima mejora que logres sobre tus productos (P), tus personas (P), y tus procesos (P), mejoraran tus resultados. Empezá por hacer una revisión financiera y económica de tus números principales que te ubiquen en posición (y esto lo digo porque 9 de cada 10 Pyme no saben cuánto ganan). Luego te invito a repensar y optimizar tu gestión comercial (productos y/o servicios), después revisá la eficiencia de tu personal y por último la productividad de tus procesos. En mi trabajo como consultor Pyme, puedo ver incluso en épocas de crisis como la actual, mejoras considerables y significativas, en aquellas empresas que comienzan a hacer los deberes en esta dirección. En los últimos años, pude atender casos que se salvaron de la quiebra, otras que equilibraron sus números, y otros tantos que crecieron, solo con comenzar a gestionar puertas adentro, y apretar los botones del tablero de comando interno que están a su alcance.
Con esto no estoy negando la profunda crisis actual, ni muchos menos, solo quiero enfocarme en lo que podemos hacer. Comparto como ejemplo, el caso de Maxi. Dueño Pyme, de una importante marca de indumentaria infantil con alcance nacional y presencia en las 23 provincias, que pensaba que ganaba 300 mil pesos por mes, pero cuando miramos en detalle cada área del negocio, perdía 300 mil por mes.
Tal cual lo estás leyendo. No sólo que no ganaba lo que pensaba, sino que perdía todos los meses ese valor. Fue ahí que múltiples decisiones, de planificación económica, financiera, comercial, de estructura y de procesos, permitieron que en un año de intenso trabajo revirtiera la situación y comience a ganar realmente ese dinero.
Hace poco revisando los costos de otra empresa Pyme fabricante de chocolates, vimos que el 75% de sus ingresos por ventas provenían del interior del país, pero tenían un margen bruto que oscilaba sólo entre 1% y 13%.
Lo que significaba que la mayor parte de sus ventas no generen resultados netos positivos. Trabajaba a pérdida todos los meses. Con sólo revisar esa estructura de costos y reformarla, la empresa pasó al 35% de margen bruto, en un mes.
Otro caso que ilustra la necesidad de presionar estos botones del tablero interno, para la mejora Pyme, es el de un fabricante de una histórica marca nacional de colchones. Pensaba que facturaba $12 millones menos por año que lo real, en una de sus zonas principales, simplemente por no tener controles de gestión adecuados y no hacer seguimiento de sus operaciones.
Es así, que como dueño Pyme debes recordar que las variables del entorno no controlables como la inflación, el tipo de cambio, la ley de exportaciones, la presión tributaria, entre otros, son botones de un tablero de comando que no están a tu alcance. Pero existen otros botones, del tablero interno, que sí podes y debes optimizar, que sí están a tu alcance y que tienen que ver con repensar la manera de hacer las cosas. Incluso cuando te parezca que las estás haciendo bien.
Por eso quiero concluir diciendo, sin subirme al bus del optimismo sin fundamento, que se puede superar una crisis, mejorar los resultados, revertir la situación, equilibrar la cuentas y crecer.
*Por Matías Franco, fundador de Tienda 54 dos y Director de la Escuela de Negocios 54dos. Autor del Libro “El Poder de una Idea”. Consultor Pyme. Speaker.
