Desde APYMIMRA, señalaron que el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) “fracasó” porque “no bajó el precio del pan y las grandes alimenticias ganan mercado” al tiempo que indicó que “los millones de pesos del FETA deberían ser dirigidos hacia los sectores más vulnerables ante la crisis que vive el país”.
“Desde principio de año el gobierno insiste con poner en marcha este Fondo a pesar del rechazo unánime de toda la molinería y la bajísima adhesión de las empresas”, dijeron las pequeñas y medianas molineras, que otra vez pidió “su inmediata suspensión”.
“Seguimos apostando al diálogo en pos de encontrar alternativas eficientes. Desde los pueblos del interior profundo del país que representamos desde nuestras empresas, en muchos casos centenarias, insistimos con el pedido de audiencia con el nuevo secretario de Comercio Matías Tombolini, la cual ya fue solicitada hace más de tres semanas”, indicaron.
“No podemos vender la harina por debajo de nuestros costos de producción y esperar la compensación; no tenemos margen de espera. Los molinos que están en el FETA sólo recibieron los pagos del primer mes, es decir, hay demoras desde mayo”, reiteró APYMIMRA entre los argumentos para rechazar la iniciativa oficial.
“No somos formadores de precio. La puesta en marcha del FETA no logró bajar el precio del pan simplemente porque el precio de la harina incide solo un 14% sobre el precio final del pan”, se explicó en un comunicado.
“El sistema genera competencia desleal, altera la cadena de pagos y nos pone en alto riesgo. Nos hace recordar a la ex ONCCA, política que llevó a la quiebra a muchos molinos pymes. La herramienta fue denunciada por irregularidades en el manejo de los fondos”.
“Desde el inicio del FETA, el molino que tiene el mayor porcentaje de molienda de la Argentina aumentó su volumen de molienda en un 22,54% en detrimento de otros molinos que la disminuyeron”, finalizó.