El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), a través de un comunicado, lamentó las oportunidades de nuevas inversiones, empleo, producción y exportaciones que la Argentina está dejando pasar. Lo fundamentaron en la falta de aprobación del proyecto de ley del Régimen de Fomento al desarrollo agroindustrial federal, inclusivo y sustentable, presentado hace un año en la cámara de Diputados.
“En los últimos días escuchamos declaraciones de algunos legisladores haciendo referencia a la necesidad de promover empleo, producción y exportaciones, y coincidimos completamente”, señalaron desde el CAA mediante el citado texto y agregaron que “dejan dormir una ley que generará justamente eso que tanto necesitamos”, dijeron.
En el mismo sentido solicitaron a los legisladores que den pronto tratamiento y dictamen a este proyecto para tener la media sanción antes de fin de año.
La iniciativa llegó a la Cámara baja en noviembre de 2021, con el objetivo de incrementar la producción agropecuaria, las exportaciones y conservar el capital natural del suelo en el marco de las buenas prácticas y las medidas de adaptación al cambio climático.
Desde la CAA recordaron que el proyecto procura “exportar 7285 millones de dólares y generar 270.000 puestos de trabajo hacia 2030″. Advirtieron que lo llevarán adelante con reglas claras y de largo plazo que aseguren estabilidad y generen confianza. Precisaron que “está enfocado en seguir potenciando al motor de desarrollo del país”.
Indicaron además que la Mesa de Economías Regionales del CAA hizo hincapié en la necesidad urgente de contar con este marco legal. Aseguraron que “cada actividad productiva del país necesita de esta ley para crecer o en algunos casos, salir de crisis”.
El proyecto propone agregar valor a los productos para crear empleos y promover inversiones, incrementar las exportaciones de bienes y servicios del sector, aumentar el ingreso de divisas y alcanzar la meta de 200 millones de toneladas de producción de granos.
Entre otros beneficios “estipula amortizaciones aceleradas y beneficios fiscales para nuevas inversiones, compras de semillas y fertilizantes, devolución del IVA para inversiones especiales y cambios en el sistema de valuación de hacienda para el pago del Impuesto a las Ganancias”.