Como todos saben hace muchos años trabajo con organizaciones empresariales. Uno de los mayores desafíos que nos toca vivir en tiempos de revolución es encontrar el verdadero liderazgo. Y cuando hablamos de líderes nos referimos a una construcción horizontal formada por liderazgos de equipo. Las estructuras contemporáneas desdibujan las líneas del liderazgo tradicional.
Si observamos cómo funcionan las orquestas para que exista un concierto todos deben tocar su propio instrumento de la mejor forma para armar ese sonido maravilloso que escuchamos en una sala.
Participo en varios grupos empresariales. Desde que comenzó la cuarentena, vengo asistiendo a videoconferencias junto a más de 100 empresarios Pymes y pensaba si somos capaces de cambiar las prácticas dirigenciales. Si podemos aportar ideas, construir consensos, aceptar diferencias y REFUNDAR. Es tiempo de refundar.
En la refundación hay una modificación de la esencia porque las condiciones cambian. Cuando hablamos de refundar cuestiones simbólicas como ideas es porque las que existen y mandan ya no responden a los objetivos que se tienen. En la idea de refundar siempre hay algo que se recrea. El problema que se plantea en la actualidad está vinculado a la refundación de las organizaciones.
Dos ejemplos actuales para entender el destino de algunas organizaciones, el caso de la CGE una entidad cúpula que supo ser la defensora de la Industria Nacional, el Mercado Interno y los Derechos de los Trabajadores, hoy casi desmembrada. Es curioso leer que uno de sus objetivos hace mención a “realizar el máximo esfuerzo para evitar cualquier fisura y preservar el proceso institucional”. En el 2007 aparece la CGERA creada por un grupo de empresarios disidentes a partir de la intervención de la CGE. En este sentido hay que preguntarse por qué nos cuesta tanto encontrar coincidencias y profundizamos las diferencias.
Otro caso es el de la CAME y otras tantas entidades distribuidas a lo largo del país. El caso me toca personalmente ya que trabajé junto a dirigentes que hoy están enfrentados, hace unos días renunció el secretario general de la entidad en medio de una crisis institucional como nunca antes vista.
Los liderazgos en estas organizaciones están siendo cuestionados porque carecen de representación genuina. Hay que decir que las organizaciones medias son la temperatura de lo que ocurre en el país. Preocupa que entidades con historia se vean afectadas por recurrentes conflictos internos.
Es importante resaltar que hasta acá en ningún momento hablamos de personas, la refundación tiene que ver con la necesidad de la organización de adaptarse mejor a un contexto que cambió y no hablamos de política de derecha o de izquierda sino más bien de prácticas basadas en la profundización del debate. Los discursos extremos están pasados de moda y no contribuyen a refundar casi nada.
Los invito a una reflexión… ¿somos capaces de pensar “organizaciones flash”?. Leí por primera vez este concepto en un artículo del New York Times escrito por Noam Scheiber y me pareció revelador. La nota describe que las mejores decisiones son simples y se parecen a las familiares. Las “flash organizations” están formadas por equipos temporales de personas, compuestos por las mejores para desarrollar una tarea en particular y con roles bien definidos, trabajan en un objetivo concreto y se disuelven tan pronto como se completa el proyecto. Este tipo de organizaciones se caracterizan por tener prácticas emprendedoras y transparentes donde todos tienen acceso al conocimiento y seguimiento de un proyecto y su desarrollo.
Qué interesante fenómeno que se disuelven, ¿no? En contraposición a los cargos tradicionales que duran infinito. Necesitamos una cultura de trabajo basada en la experiencia para definir roles y una dirigencia confiada en sí misma en lugar de los egos que sea flexible en el cambio de roles. Para dar lo mejor hay que dejar atrás las internas y trabajar por objetivos. Entonces, ¿puedo ayudar a un colega a adoptar un nuevo rol?. Tenemos que preguntarnos si somos capaces de generar las condiciones para que una nueva generación de dirigentes asuma nuevos roles. Tal vez, la respuesta es el inicio de la refundación.
*Por Lic. Silvia Ladino. Director Pyempresa. Vocal Cámara de Comercio Argentina-Paraguay. Consultor en el área de Comercio, Industria y Comercio Exterior de la CAME.