En el texto de la Ley Bases 2 que consiguió dictamen de comisiones en forma express en la Cámara de Diputados de la Nación y que de acuerdo a lo comunicado por la presidencia de dicha Cámara hoy sería tratado en el recinto, vuelve a tomar fuerza el Régimen de Incentivo a los Grandes Inversores, exactamente igual que como había sido concebido en la Ley que se cayó durante el mes de febrero pasado.
En dicho proyecto de Ley y ahora también se incorporó la propuesta para inversores con un capital igual o mayor de US$ 200 millones sin preguntar siquiera de donde provenían esos fondos o como se obtuvieron. Ante todo esto podemos mostrar que tiene algunos puntos interesantes a ver.
Bajarles tasas impositivas de ganancias, otorgarles beneficios aduaneros y cambiarios, eximirlos de los derechos de exportación por 3 años y no cambiarles las regulaciones por 30 años colocando en clara situación de desventaja/discriminando a las empresas existentes hoy.
Se exigía a las provincias que aquellas que recibían los fondos no se les podía crear ni modificar los impuestos provinciales que puedan hacer que los inversores se retiren. Y en caso que lo hagan, serían suspendidas las transferencias automáticas (llámese coparticipación federal) hasta que volviese atrás esa situación.
O sea, una extorsión directa de la Nación a las provincias vulnerando así también el federalismo que constituyó a nuestra Nación tanto en 1853, como en la incorporación del concepto de coparticipación en la reforma de la Constitución Nacional en 1994.
Otro punto a tener en cuenta es que les permite a quienes realicen las inversiones, a realizar los estados contables/financieros en la moneda de la inversión, cuando en nuestro país la moneda de cuenta admitida por la normativa financiera no es ni más ni menos que el Peso Argentino (AR$)
También se incorpora como dato que termina llamando la atención, que durante la semana que pasó comunicaron desde el GAFI que la incorporación de este régimen al digesto legal nacional coloca a nuestro país como un “paraíso fiscal”.
Como consecuencia, es factible el arribo de fondos originados en trata de personas, narcotráfico y/o tráfico de armas y en forma consecuente como lavado de activos. Esto, en lugar de beneficiarnos, podría trasladar los problemas de seguridad que existen en alguna región de nuestro país a la totalidad de su extensión.
A partir de este análisis podemos entender que el proyecto de Ley de Bases 2 es un mero instrumento recaudatorio y manotazo de ahogado del gobierno nacional ante la falta de responsabilidad fiscal demostrada en el exterior para conseguir fondos frescos (dólares).
Estos recursos son necesarios para sumar a las reservas del BCRA y ante la salida que se puede producir por el pedido de repago casi inmediato del SWAP con China, por todos los conceptos vertidos por el Presidente contra ese país, denostando la geopolítica actual y el multilateralismo que siempre fue parte de la política exterior argentina. Para ello, la Canciller Mondino viajó a Beijing a los efectos de una refinanciación como consecuencia de no poseer el nivel de fondos necesarios.
Debemos considerar que el único país en el mundo que no integra el GAFI no es ni más ni menos que Estados Unidos de América, pero poseen normativa local propia mucho más fuerte que el mismo GAFI.