A 15 días de la realización de su Congreso Anual, se desató una grave crisis en el seno de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA). La situación estalló cuando la presidenta de la entidad, Maia Iacomini, detectó serias irregularidades de parte de dos integrantes de la Comisión Directiva, en perjuicio de los intereses de sus socios.
La licenciada en Biotecnología y gerente general de Vital Crops, asumió la máxima responsabilidad hace apenas siete meses y a raíz de estos acontecimientos, presentó la renuncia reservándose el derecho de iniciar acciones penales en virtud de “la falta de claridad del manejo de los recursos económicos de parte del gerente general Francisco Schang”.
“El desenlace se produjo cuando comenzamos a buscar los sponsors para realizar el Congreso Anual de la CAENA, previsto para el 1 de agosto. Me llamó la atención, que teniendo 146 socios, apenas 14 decidieron auspiciar el evento”, resumió Iacomini a Ser Industria.
Ante la necesidad de fondear el encuentro empresario, consultó a Schang, quien le pidió que no llamara a los posibles auspiciantes. “Sin embargo, tomé la iniciativa y así fue como me encontré con la sorpresa de que nuestro gerente general, en vez de gestionar recursos para la Cámara, operó para derivarlos a un evento de índole privado, como es Mascotear, que se realizará en la ciudad de Buenos Aires”, añadió la renunciante.
Defraudación
Iacomini advirtió que “más allá de la falta de transparencia, Schang desvío fondos, vendió para otro evento, no para la Cámara. CAENA facturaba a socios a los cuales le vendía un lugar en un evento para un tercero. Una vez que recibía el pago, se daba vuelta y pagaba ese mismo valor recibido contra otra factura hecha hacia CAENA por la sociedad que organiza el evento. Pedí con urgencia frenar esto, porque ni se había analizado la pérdida por percepciones y retenciones que estaba sufriendo la Cámara por este tren de facturas, ni análisis crediticio de esta sociedad a la cual les estábamos adelantando una suma importante de dólares”.
La evaluación realizada, le permitió estimar que está en juego una suma cercana a los 60 mil dólares sólo por esta edición. “Es evidente que el gerente no hizo el trabajo para el que fue contratado. Vendió a favor de otro evento y la comisión directiva en su mayoría defendió su gestión cuando pude plantear la irregularidad. Usó la cámara para facturar publicidades a empresas grandes, conseguir permisos en espacios públicos, negociar con empresas como Mercado Libre y el Gobierno de la Ciudad”.
Sin respuestas
“Al presidir la entidad con absoluta responsabilidad me corresponde defender los derechos de los asociados y en ese sentido pedí las explicaciones pertinentes previo a comunicar la irregularidad detectada. No obstante, las aclaraciones nunca llegaron y el vicepresidente, Juan Pablo Ravazzano, respaldó el accionar del gerente”, agregó.
En su interés por esclarecer el panorama, Iacomini, descubrió que “se utilizó la estructura de nuestra Cámara para fines personales, ya que Schang es socio de Smash Beyond the Line, organizadora de Mascotear. También encontré que Ravazzano, cuando era presidente, firmó un convenio con esa empresa por 10 años para organizar eventos”,
Esto la impulsó a profundizar el análisis financiero de la Cámara. “Desde enero a junio hay 3 o 4 meses de pérdidas, con muchos gastos de sushi, comidas, entretenimientos, viajes… Por todas estas cuestiones, pedí explicaciones de la mejor manera, exigí claridad y transparencia, pero nadie tuvo la capacidad de aclarar lo planteado. No tengo nada contra Mascotear, estoy a favor de ese tipo de eventos, pero estamos ante otra cosa. Su usó a nuestra institución y la situación es irreversible” agregó.
Consecuencias
La presidenta renunciante, refirió que estos hechos “han generado un preocupante estado deliberativo no sólo en la empresa que integro, sino entre muchas asociadas a la CAENA, que entienden que tenemos que proteger y preservar la institución”. En ese sentido, no descartó la posibilidad de recurrir a la justicia para arrojar luz sobre los números “ya que se ha establecido un pacto de silencio. En los últimos días presionaron a muchos socios y empleados para que no me den información ni tomen contacto conmigo. Lamentablemente, siento una gran decepción, porque siempre apunté a dar lo mejor y a que aportemos entre todos para mejorar la Cámara”.