Lo anunció la gobernadora Arabela Carreras en Barcelona. Además, confirmó que la próxima Asamblea y Exposición Global de Hidrógeno Verde se desarrollará en San Carlos de Bariloche, en marzo de 2023.
“Río Negro se consolida como polo productivo de energías limpias”, remarcó la mandataria provincial, al hacer el anuncio en su cuenta de Twitter. Participarán todos los líderes del mundo y los países que promueven esta transformación energética limpia, para combatir los efectos del cambio climático.
Carreras cumplió su segundo día de agenda en la ciudad española, donde fue conferencista de la Asamblea, dando a conocer los alcances del Plan Estratégico provincial. Detalló que se prevé comenzar a producir en 2025, con una generación estimada en 300.000 toneladas de hidrógeno verde para 2030.
Tras estimar que hacia 2027 se iniciará la exportación, dijo que “tenemos la mirada puesta en el consumo interno, pero para eso Argentina necesita modificar su matriz energética”.
Carreras agradeció a la Organización de Hidrógeno Verde; a su presidente, Malcom Turnbull y a la vice primera ministra española, Teresa Ribera, por confiar en Río Negro. Destacó que este éxito es fruto del trabajo conjunto con el ministro de Desarrolllo Productivo, Matías Kulfas y su equipo.
La mandataria repasó el trabajo que viene desarrollando Río Negro en los últimos dos años, para lograr la inserción de la provincia en el mundo y su correspondiente llegada de inversiones. “Creemos firmemente que el hidrógeno verde es una gran oportunidad de desarrollo, de transformación del mundo y de mejora para nuestras comunidades”.
Expresó que el sector empresarial “debe entender que Latinoamérica ofrece una oportunidad de desarrollo y de proveer al mundo energías limpias, pero no tiene sentido que nuestra tierra sea un área de sacrificio para que otras poblaciones gocen de bienestar sin disminuir su consumo energético. Eso es seguir contribuyendo a un mundo desigual”.
Seguidamente, subrayó las “características particulares” que tiene Río Negro para la generación de energías limpias, especialmente por sus vientos y su acceso al océano Atlántico. “Se diseñó una estrategia con la desalinización del agua del mar, para usarla luego en la producción del hidrógeno, mientras que con nuestro viento se produce la energía eólica necesaria para generar la electrólisis”, agregó.