En adyacencias de las zonas 8va y 9a del puerto comenzaron las pruebas de la obra de dragado encarada por el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata para devolver a ese sector de muelles las condiciones de profundidad necesarias para la operatoria y amarre de los buques porta contenedores.
Las maniobras emprendidas, complementarias del dragado inicial que incluyó los canales de acceso al puerto marplatense, implican la remoción inicial de sedimentos del lecho marino a partir de tareas de una draga cortadora de succión y el correspondiente refulado mediante un sistema de cañerías sobre una dársena interior del puerto.
“Hemos convocado a los responsables técnicos de la obra, tanto del Consorcio como de la empresa contratada, para que nos informen sobre los resultados de estas primeras pruebas del dragado que hemos encargado para retomar a la brevedad el ingreso de grandes buques”, señaló Jorge Hidalgo, presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata.
Los volcados que se advirtieron durante las últimas horas en la denominada Dársena “C” corresponden a esas primeras extracciones de barro marino que estaba acumulado al pie del muelle. Con estas maniobras se comenzó a poner a prueba el funcionamiento de la draga Victory I y la capacidad de remoción de estos sedimentos.
Los ingenieros Marcelo Fuster y Maximiliano Dos Santos, el primero como asesor del Consorcio y el restante en representación de la firma Dyosfer, contratada para la ejecución de la obra, ratificaron que se están realizando pruebas de refulado hasta tanto se complete el montaje total de los conductos.
Los profesionales indicaron que la obra contempla la extracción de sedimentos marinos que obstruían el citado sector de amarres y su inmediato volcado en otro sector no operativo. Para ello se optó por un tendido de cañerías desplegado por tierra a efectos de evitar un recorrido submarino que implicaría restricciones parciales para el normal movimiento de embarcaciones que a diario tiene esta terminal.
Presión sectorial
Mientras tanto, dirigentes gremiales y empresarios del sector se acercaron al Consorcio para conocer el avance de los trabajos en el puerto que apuntan a devolver profundidad suficiente para el regreso de buques portacontenedores. Destacan la importancia de esta fuente laboral en momentos en que la pesca vive instancias de crisis.
Con la inquietud de recuperar pronto el servicio de buques porta contenedores y con él la importante cantidad de mano de obra que genera entre los trabajadores de la estiba, dirigentes de cámaras empresarias y gremios de la actividad portuaria se reunieron con Jorge Hidalgo, para interiorizarse sobre el avance de la nueva obra de dragado que desde el último fin de semana se puso en marcha en sectores destinados al amarre de grandes embarcaciones.
Hidalgo confirmó que esta obra, que tiene un plazo de ejecución estimado en tres meses, alcanzará en principio las zonas de amarre y luego se extenderá al área de giro de los buques. “Con las primeras jornadas de operaciones de la draga estaremos ya con condiciones de calado para recibir de nuevo a los porta contenedores”, dijo en referencia al servicio que venía desarrollando en esta ciudad la naviera MSC.
El titular del Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (SUPA), Carlos Mezzamico; el director de la Terminal de Contenedores, Emilio Bustamante; Alberto Ovejero en representación de la Cámara de Empresas de Servicios Portuarios y Carlos Sepúlveda como directivo de la Cámara de Estibaje y Afines plantearon a Hidalgo y Daniel Sosa, asesor ad honorem del Consorcio Portuario, la preocupación de unos 900 trabajadores del sector por la pérdida de ingresos que sufren desde que quedó suspendido el transporte marítimo de cargas.
“Mar del Plata es hoy la ciudad con más alto índice de desocupación del país y en esta terminal marítima estamos necesitados de una pronta finalización del dragado para que podamos recuperar mano de obra perdida desde que dejaron de entrar los porta contenedores”, señaló Mezzamico, y resaltó que la ciudad debe priorizar “un puerto productivo y multipropósito, que genera trabajo e ingresos para la ciudad y potencia sus industrias.