En los últimos años, muchos productores frutihortícolas de todo el país alzaron sus voces por la falta de trabajadores para levantar las cosechas. Como consecuencia de ello, no sólo perdieron importantes volúmenes de sus producciones, sino que también dejaron de abastecer mercados internos e internacionales,

Desde Eldorado, provincia de Misiones, el productor de cítricos, Ricardo Ranger, es una de las personas que hicieron público este grave problema. Los números que dió a conocer hace dos años fueron impactantes: perdió un millón de kilos de limones por falta de cosecheros. Con el paso del tiempo, la situación continúa agravándose. 

Luego de su testimonio, se conocieron otros casos en distintas regiones del país. Los análisis concluyeron que es necesario y urgente que se permita registrar a los beneficiarios de planes sociales en este tipo de tareas, sin que pierdan los subsidios. Algo que parece tan simple, no logra resolverse. La realidad comprueba que muchos productores bajan los brazos y cierran sus emprendimientos.  

¿Hubo avances para resolver el problema? 

 Este problema es cada vez peor. El Estado Nacional Argentino paga a más personas para que no trabajen. Por ejemplo, en los últimos meses salió el “plan platita”. Teníamos unos cuantos cosecheros que queríamos registrar y no pudimos darles trabajo porque no quieren blanquearse, solo quiere trabajar en negro.

Hubo un DNU del Presidente Fernández, diciendo que trabajo temporario y planes sociales serían compatibles…

No sé si es compatible o no, posiblemente lo sea, pero la gente no quiere registrarse, no les interesa eso. Quieren trabajar únicamente en negro. Hace unos días le pedí a una persona que convoque trabajadores para cosechar naranjas, advirtiéndole que solo doy trabajo registrado. Pero me contestó que no era posible porque la gente quiere “la changa liberal”, en negro. Me explicó que trabajan desde el martes hasta el jueves de tarde, es decir cuando quieren, como quieren. En esas condiciones, la parte patronal no tiene ningún derecho. Es totalmente ilógica e irracional lo que está pasando. 

De todas maneras, entiendo que en aún en esa relación laboral si ocurre algún accidente sigue siendo responsable el empleador… 

Claro, no se puede trabajar en negro, por más que no haya control es ilegal. Pero, hay que analizar a qué punto llegamos que la mayoría de la gente trabaja en negro porque el Estado Nacional nos pone todo en contra. Lo hizo público el intendente de Coronda, provincia de Santa Fe, que a su vez es productor de frutillas. Él tampoco consigue gente para cosechar. Hablé con él y me dijo que prácticamente está perdiendo toda la producción de este año porque no hay gente para trabajar. Además, lo afectó la granizada. Y así es en todo el país, toda la economía en el norte, el tabaco, la yerba… lo mismo en Entre Ríos. También pasa en la construcción. 

¿Es una tendencia que no tiene retorno?

Es una cosa que el gobierno que viene, va a tener que solucionar sí o sí, buscar una salida o decirle a la gente que tiene que trabajar. Revisar los registros de las personas que están con los planes y buscar una forma para que trabajen en blanco. Que genere una forma de hacer que funciones la compatibilidad y que controle. No digo que se saquen los planes sociales, pero que a cambio de eso trabajen. Copiar otros modelos. Por ejemplo, en Alemania, donde también hay asistencia del estado, si la persona rechaza tres veces el trabajo, pierde el beneficio. 

¿Cuál es la consecuencia para el productor? 

Nosotros nos estamos jugando, por no levantar la cosecha. No tenemos ni plata para comprar gomas de tractores. Venimos perdiendo desde hace cuatro años, más de un millón y medio de kilos de limones anuales. Hay quienes levantan la cosecha, con el 100% del personal en negro y corren el riesgo de un control o cualquier cosa. En la yerba, por ejemplo, existe otro problema más grave todavía, totalmente ilógico. Cuando alguien cosecha,  entrega la yerba en el secadero y ya le están descontando por anticipado los aportes. O sea, paga los aportes adelantados y después no consigue gente para trabajar en blanco. Es un problema gravísimo, que el gobierno nuevo tiene que solucionar sí o sí. Aparte,  ¿cuántos miles de millones de pesos se fabrican para mantener este sistema? ¿Cuánto paga por día el Estado en concepto de todos estos sistemas de planes sociales de gente que no trabaja? 

En esta etapa de transición se profundizó el tema de los precios, quizás por la  expectativa de lo que pueda suceder con el dólar. ¿Cómo impacta en los productores? 

Por ejemplo, por más que usted tenga la plata para comprar, fertilizantes o productos químicos, en este momento no le venden. Los proveedores están dispuestos a entregar, pero no reciben el pago ni dan precios hasta el 15 o 20 de diciembre. Dicen que a ellos les hacen lo mismo los laboratorios. Hasta ese punto estamos perjudicados. El Estado no actúa, nos pone a todos los jugadores en contra. Millones de personas no trabajan y los que producimos y damos trabajo, invertimos, nos estamos fundiendo. No se puede creer lo que está pasando. Y además, hay muchísimos productos químicos que necesitamos y  están en el puerto pero no les autorizan la entrada. Yo no entiendo esto, dicen que es por la falta de dólares, pero nos afecta muchísimo.

Se habla de una deuda de US$ 55 mil millones de importaciones, es dramático porque hay todo tipo de insumos. ¿Qué expectativas tienen con el cambio de gobierno?

El sector productivo está muy esperanzado. Ojalá que no nos defraude el nuevo gobierno. Tenemos que trabajar todos, salir de esta gravísima situación. El país ofrece muchas posibilidades. Imagínese, que un intendente, como el de Coronda, dice  abiertamente que no consigue gente para trabajar porque hay muchos planeros… Cuando los gobernantes toman medidas no le preguntan al sector productivo y por eso no dan resultado. El nuevo gobierno tiene que venir y preguntarnos a nosotros, a los que trabajamos, producimos y estamos en el campo de batalla. No pueden seguir resolviendo personas que están en Buenos Aires, en una oficina y no saben absolutamente nada. Escriben cosas que no tienen aplicación en la práctica. 

¿El peligro es también que se pierda la cultura laboral en ciertas actividades?

Así es. Me enteré que en el sector de los aserraderos, tanto en Misiones como en  Corrientes, no consiguen gente para manejar las máquinas, falta personal. Si siguen pagando por no trabajar, es lógico que nadie se preocupe por estudiar y especializarse. Acá en Eldorado, los talleres no consiguen ayudantes, dentro de 15 años no habrá más mecánicos para tractores. 

Desde su lugar, ¿ve posible una vuelta de página que corte esta caída del sector productivo? 

Le doy un ejemplo. Brasil, hace 50 años, no tenía una planta de manzanas y Argentina, como siempre, le ponía mil trabas a los productores que querían venderle. En el Alto Valle de Rio Negro, hablé con un dirigente manzanero. Allí había 7000 productores de  manzanas. Hoy quedan 1000, de los cuales el 70% tiene más de 65 años. Por su parte, Brasil pasó a ser exportador de manzanas. Es impresionante. Lo mismo pasa con el trigo, que Brasil está produciendo en grandes cantidades. Esa es la diferencia entre la Argentina y Brasil. Gobierne quien gobierne en Brasil, tienen una política que apoya el trabajo y la producción. De otra manera no hay salida y es lo que tenemos que hacer en Argentina. Tengo fe de que va a cambiar, que se apoye a los que trabajamos, producimos y  generamos trabajo. Pero no solo al sector agrario, también al que genera trabajo en mecánica, en los hospitales, en las rutas, en lo que sea.