Es momento de pelear para que el Congreso apruebe el RIGI, ya que no existen liderazgos regionales y provinciales que acompañen la inversión de Petronas e YPF y la instalación del gasoducto en el sur bonaerense.
Hay que abrir los ojos sobre el Arsenal de la Armada y su amplia distribución de espacio. También hay que acentuar la idea de que los reembolsos son solo una decisión política que puede ser cambiada por otra en sentido contrario. Existen antecedentes de cómo los gobernantes en Río Negro participan con los gremios de la estiba, no siempre del lado de la actividad.
Por último, hay que incorporar a los diques y al arsenal (hoy destruidos y sin trabajo en detrimento del Arsenal Puerto Belgrano).
Un centro logístico de reparaciones navales debe estar a cargo de los buques de la Armada, pesqueros y petroleros. Hay que incorporar a los diques y al arsenal duplicando o triplicando los costos de Puerto Belgrano (hoy destruidos y sin trabajo por la mala gestión política que decidió darle el trabajo a Tandanor y a Río Santiago, manteniendo esas dos unidades básicas en detrimento del Arsenal Puerto Belgrano).
Quizás esta sea la última oportunidad de integrar Puerto Rosales a un Consorcio de Gestión Integral de la Ría de Bahía Blanca. Hay que traer diques flotantes cedidos por Estados Unidos, como el Hércules recibido recientemente o a bajo costo.
Es necesario dragar varias dársenas que hoy están inoperantes por estar embancadas, mejorar los muelles y modernizar los talleres y de esa manera recuperar el mayor polo logístico y de mantenimiento de Sudamérica.
No entiendo cómo el colectivo de defensores de la industria naval apoya el Canal Magdalena y no se ocupa de esta situación evidente en Coronel Rosales.
El objetivo son los pesqueros que operan en el Atlántico, los tanqueros boyeros con hidrocarburos, y las operaciones en la Antártida; todo lo offshore que se está explorando necesitará apoyo en nuestras costas.
También debemos considerar los grandes buques militares que deberíamos disponer en el futuro, así como los Panamax graneleros y tanqueros en el dique 2.
Actualmente, todo esto se repara en Chile, Uruguay, Brasil, Sudáfrica y dentro de
muy poco, en nuestras Islas Malvinas, que se convertirán en el puerto más grande
de entrada a la Antártida.
La disponibilidad de una Zona Franca, como la que tenemos establecida, es necesaria para la exportación.
Debemos asumir que tenemos muchas posibilidades de ser protagonistas de esta decisión, pero no disponemos de liderazgos en la Provincia y la región. Entonces, los protagonistas podrán ser los vecinos de este espacio disponible.