Muchas versiones de renuncia y devaluación en el mercado, también dólares especiales para la exportación. Pero el gobierno resiste y va por más.
Mientras se derraman litros de tinta planteando un probable salto devaluatorio, renuncia del ministro de Economía o presidente del Banco Central, suba de tasas, intervención del mercado financiero y hasta un desdoblamiento cambiario, el gobierno sigue apostando siempre por lo mismo, apalancarse en más reservas, atrasar el tipo de cambio y dejarle un problema a la próxima gestión.
El precio del dólar futuro a fin de marzo se ubica en $ 209,6 y al 28 de febrero el dólar mayorista cerró en $ 197,2. Esto implica que el mercado está proyectando una devaluación del 6,3% de máxima, otro mes más que van a devaluar por debajo de la inflación esperada.
La tasa de devaluación esperada por el mercado de futuro a febrero del año 2024 es del 128,0% anual, el dólar futuro febrero se ubica en $ 452. Esto no implica que se cumpla. Bajo la mirada del mercado al día de hoy luce probable que se siga atrasando el tipo de cambio.
El bono dólar linked, con vencimiento al 30 de abril del año 2024, rinde un 2,8% anual, esto implica que no se espera una devaluación. Los inversores no le han dado vuelta la cara al gobierno, el bono dual con vencimiento en febrero del año 2024 rinde el 6,28% anual. El bono en pesos que ajusta por inflación T2X4 que vence en julio del año 2024 rinde inflación más 12,6% anual. Estos rendimientos están en línea con los observados días anteriores.
Los bonos soberanos siguen tirados por el piso con rendimientos claramente estrafalarios, no parece que hagan cola para comprarlos.
Las obligaciones negociables siguen mostrando rendimientos bajos si se los compara con las tasas de retorno de los bonos soberanos.
Las acciones no parecen tener una caída significativa desde sus máximos.
En resumen, el mercado sigue comprando bonos atados al dólar linked, a la inflación y obligaciones negociables. Las acciones se notan firmes y los bonos soberanos no parecen muy demandados.
El bono AL30 llegó a valer U$S 16,8, tocó un máximo de U$S 31,2 y hoy vale U$S 24,8, son tiempos de volatilidad.
El escenario cuanto peor, mejor parece predominar, cuanto más grandes sean las complicaciones de este gobierno, más fácil será el triunfo de la oposición y eso es un aliciente para los mercados.
Qué pasó el lunes
El gobierno logró que ingresen dólares del exterior sumando US$ 628 millones de organismos internacionales. Al mismo tiempo logró darles más liquidez a las reservas al activar US$ 1.000 millones del swap chino. Por otro lado, vendió en el mercado US$ 261 millones, ya que enfrentó demanda de dólares para pagar una obligación negociable de YPF, un bono provincial de Santa Fe y compró GNL para abastecerse de gas en el invierno.
Todo esto, sumado a un comportamiento muy tranquilo en el mercado, nos hace pensar que las versiones sobre renuncias, desdoblamiento cambiario y nuevos dólares sectoriales parecerían que hoy no tienen validez.
Los resultados fiscales
La inflación, en los últimos 12 meses, fue del 102,5% anual, los ingresos del Estado aumentaron el 85,6% anual, desmitificando una vez más que la mayor inflación no ayuda al Tesoro, todo lo contrario, a más inflación menos recaudación.
Los gastos subieron el 95,0% anual, también por debajo de la inflación, pero más elevados que los ingresos.
El resultado fue un déficit primario de $ 228.134 millones que aumentó el 199,1% respecto al año anterior.
En concepto de intereses el Tesoro abonó la friolera de $257.457 millones, un aumento del 325% respecto a un año atrás.
El resultado financiero, que es lo que vale, ascendió a $ 485.591 millones lo que refleja un aumento del 255% anual.
En resumidas cuentas, un resultado muy malo. En dos meses del año 2022 el resultado financiero ascendía a un rojo de $ 287.563 millones, mientras que en los dos primeros meses del año 2023 suma $ 1,023 billones. Esto implica un aumento del 256%. No nos salva del descenso ni Caruso Lombardi.
En este escenario vamos directo a una renegociación con el FMI que nos posibilite a futuro un perdón y recalibrar las metas de déficit que se ubicaban en 1,9% del PBI para el déficit primario. Al ritmo actual el déficit podría orillar el 3,0% del PBI.
Conclusión
El escenario es el mismo de siempre. El gobierno tiene cada vez más déficit fiscal. En los dos primeros meses del año aumentó en $ 1,023 billones y lo financia con emisión monetaria, los pasivos monetarios aumentaron en el primer bimestre en $ 1,1 billones.
En los dos primeros meses del año el Banco Central perdió reservas por US$ 5.889 millones.
El dólar oficial, en el primer bimestre, aumentó el 11,3% y el dólar blue el 9,3%. Esto denota que aumentaron muy poco teniendo en cuenta el deterioro de las reservas y el aumento de los pasivos monetarios.
Mirando al futuro, la escasez de reservas, el viento en contra del mundo y el escenario recesivo en el mercado interno, hacen que las empresas e individuos tomen estrategias defensivas.
La tasa de plazo fijo en el 6,5% anual no luce atractiva con una inflación de febrero en el 6,6% anual y una proyección para marzo arriba del 7,0%. Las letras de Tesorería con un rendimiento del 6,91% anual tampoco son atractivas.
Todos los caminos vuelven a conducir al dólar como refugio de valor. En un mercado en donde los bancos están cuasi estatizados y el gobierno incrementa el déficit a un ritmo que pone en duda la posibilidad de honrar la deuda, creo que vamos a un canje del canje, hasta que el próximo gobierno se haga cargo de la Argentina. Inflación esperada más del 120% anual, sacar créditos es una invitación a licuar deuda.