La Agencia de Alimentos de Singapur notificó a las autoridades y a las empresas del sector argentino que se permitirá el ingreso de los productos fuera del radio de vigilancia de 10 kilómetros que tenían hasta ahora una restricción de la gripe aviar. De esta forma, se recupera uno de sus principales destinos de exportación, suspendido hace cuatro meses con las primeras detecciones de la enfermedad en granjas comerciales del país.
Singapur compró en 2022 más de US$ 14 millones y lleva adquiridos productos por US$ 859.963,20 en 2023. Argentina perdió en febrero pasado su condición de país libre de influenza aviar y suspendió sus embarques.
SENASA expresó que la situación es “dinámica y cambia todo el tiempo”, ya que, si bien un día un país puede aceptar los términos, también puede cambiar en otros. En ese sentido dijeron que “todo el tiempo se está negociando”. El organismo informó que por ahora el mayor esfuerzo está depositado en China, un mercado mucho más exigente, a donde intentan retomar las exportaciones que están cerradas luego de que la Argentina autosuspendiera las ventas a ese y otros mercados. China se lleva el 75% de la carne aviar argentina.
Reclamo al SENASA
Por su parte, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) manifestó “su más profunda preocupación por la insensibilidad de las autoridades sanitarias, SENASA, en avanzar con un esquema de vacunación que salvaguarde a la comunidad de los avicultores de la posibilidad de extinción como sector productivo”. La declaración se conoció luego de registrarse un nuevo episodio de Influenza Aviar en la provincia de Buenos Aires, que afectó productivamente y socialmente a un importante establecimiento de aves de postura.
La entidad sostuvo que dichas autoridades concurrieron a la reunión de la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) celebrada en Paris en mayo del presente año. Recordó que allí “se acordaron protocolos sanitarios” y exhortó a que el SENASA “asuma la responsabilidad que le cabe como organismo del Estado que debe llevar adelante las políticas sanitarias e implemente un plan de acción tendiente a revertir la delicada situación de la producción de aves de postura y avicultura en general”.
“Por eso, creemos que el SENASA debe continuar realizando una vigilancia constante de la influenza aviar en aves de corral y aves silvestres para detectar la presencia del virus en el país. Sumado a promover las prácticas de bioseguridad en las granjas avícolas, que incluyen medidas como el control de acceso, desinfección, higiene y el manejo adecuado de residuos y brindar capacitación y asistencia técnica a los productores avícolas para promover el conocimiento y la aplicación de medidas de prevención de la influenza aviar”.