La crisis por la escasez de gasoil registrada al comenzar la cosecha de granos gruesos, llevó al gobierno de Alberto Fernández a autorizar un aumento del corte con biodiesel, llevándolo del 7,5% al 12,5%, en forma temporaria.
El tiempo estipulado por la medida concluyó y en consecuencia Carbio solicitó extender el corte adicional del 5% para “sustituir importaciones de gasoil cuando el precio lo amerita sin afectar de ese modo el precio final del combustible en surtidor, como así también el hecho que las empresas productoras puedan poner en marcha su capacidad productiva en el país en lugar de importar mano de obra extranjera con un producto más caro”.
El texto agrega que “las empresas encargadas de llevar a cabo las mezclas obligatorias pueden adquirir este adicional de biodiésel pactando el precio y el aprovisionamiento de los productos con cualquiera de las empresas productoras de biodiésel registradas en Argentina. De esta manera, se asegura el abastecimiento en las mejores condiciones posibles de calidad y precio para el consumidor”.
Asimismo, sostiene que “el uso del biodiesel puro B100 en flotas argentinas de transporte público de pasajeros y de cargas muestran la capacidad técnica del biodiésel para sustituir al gasoil en el transporte, además de su contribución a la mejora de la salud pública y el ambiente”.
Cabe consignar que más de mil ómnibus de pasajeros urbanos en ciudades como Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Salta, entre otras ciudades, están funcionando con B100 sin problemas y reduciendo las emisiones de gases efecto invernadero.
El mismo combustible es utilizado en cosechadoras, pulverizadoras, tractores y camionetas en diferentes regiones argentinas sin que se registren inconvenientes técnicos.