La realidad de la actividad no da tregua a la preocupación, ya que, con el aumento de salarios de julio del 11.5 % que impacta en el rubro Personal y el nuevo incremento de combustible, el séptimo mes del año evidenciará una suba de por lo menos 4 puntos del Índice. Esta cifra implicará un aumento acumulado mayor al 23% en los siete meses del 2019, en un contexto de alta inflación minorista y mayorista.
El estudio, realizado por el Departamento de Estudios Económicos y Costos de FADEEAC, mide 11 rubros que impactan directamente en los costos de las empresas de transporte de cargas de todo el país, y es referencia en buena medida para la fijación o ajuste de las tarifas del sector.
En junio, en un marco macroeconómico de descenso visible del dólar (-5%) y de las tasas de interés domésticas (- 7%), se verificaron aumentos destacados en seguros (+5%) y neumáticos (+4,2%), en tanto que el combustible (+1,54%) evidenció una menor suba en los primeros días del mes. Cabe destacar que el aumento trimestral programado en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) fue postergado para julio, donde hasta el momento tampoco fue aplicado en su totalidad.
En el primer semestre de 2019 el aumento del gas-oil alcanza el 16 % y con la proyección de julio tiene un piso de 18 %, el acumulado de los últimos doce meses se incrementa por encima del 75 %, en tanto que desde la desregulación del mercado de hidrocarburos desde el 1º de octubre de 2017, la suba sobrepasa el 130 %. Esta situación afecta el funcionamiento del sector en todo el país.
Por el lado de los costos del equipo, tanto Material Rodante (-1,69%) como Reparaciones (-1,63%) verifican en junio un descenso de sus precios influidos en parte por la baja mensual del precio del dólar. El resto de los rubros no varió respecto de mayo, salvo costo financiero que descendió un 6,23%.
Combustible, siempre en alza
Por el lado del Combustible, el insumo de mayor gravitación en la actual estructura de costos del sector -en particular en media y larga distancia que representa cerca del 40 %-, en el primer semestre de 2019 el aumento alcanzó el 16 %, mientras que con la proyección de julio tiene un piso de 18 %, que hubiera sido mayor con la correcta aplicación de los ajustes en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). En tanto que también el acumulado de los últimos doce meses se incrementa por encima del 75 % y desde la desregulación del mercado de hidrocarburos de 2017 a nada menos que más del 130 %.
Estos valores impactan cada vez más en las estructuras de costos del transporte y agrava la ecuación económico-financiera de las empresas. Vale destacar que estas consecuencias se registran de manera diferente a lo largo del país, ya que hay provincias donde el combustible es más caro, por lo que FADEEAC insiste en la necesidad de que haya un precio de combustible unificado y federal.
Con el registro de junio, el primer semestre del 2019 culmina con un incremento de 18,32% y una variación acumulada de 65% en los últimos doce meses. De esta manera, y con las proyecciones a julio, se vuelve a subrayar que el autotransporte de cargas se desarrolla en un marco constante de aumento de costos, en un marco económico recesivo, con fuertes caídas en varios de los sectores de la economía.