El economista Enrique Szewach, director Ejecutivo de Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana de Fundación Mediterránea (IERAL), identificó algunas de las dificultades que enfrenta la economía nacional, ante empresarios y dirigentes políticos que participaron de la “Conferencia Industrial 2022”, organizada por la UIGLP.
El especialista, ex vicepresidente del Banco Nación, ex consultor del BID y del Banco Mundial y asesor económico de empresas nacionales e internacionales, sostuvo que “tenemos un gasto público infinanciable, un sistema impositivo impagable y un Banco Central sin capacidad para defender la moneda”.
Al referirse a la permanente suba de precios, dijo que “en el mundo, la inflación como pandemia, desapareció en la década del 80 porque los países concentraron la responsabilidad para bajar la inflación en el Banco Central. Quedó como endemia en 5 o 6 países. En ninguna parte del mundo, cuando sube la tasa de inflación, llaman al secretario de Comercio”, contrariamente a lo que sucede en Argentina.
En la relación a los índices que registran en los últimos meses otros países, indicó que son transitorios y afirmó que “el dólar se está fortaleciendo”. Pidió recordar que la moneda estadounidense “es el 70% de la reserva de los bancos centrales del mundo y de todo lo que circula como activo de reserva en el orden global”. Definió a la FED, el Banco Central de Estados Unidos, como “el Banco Central del mundo”.
Al analizar el fenómeno inflacionario argentino, expresó que “en los últimos 80 años hubo solamente dos periodos de inflación de un dígito: en los 90, salvo el 91 y en los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner. Después, si uno saca las dos hiperinflaciones, la tasa promedio es de 67%. Por lo tanto, Alberto Fernández está en el promedio. Eso marca que cuando le reclaman a cualquier gobierno un plan de estabilización, se lo están pidiendo a un enfermo recontra crónico de inflación”.
Otro aspecto analizado por Szewach fue la administración del Estado. Al respecto dijo que, en los últimos años, “Argentina expandió el gasto público, en el orden nacional, provincial y municipal, 12 puntos del PBI, en jubilados, subsidios, planes sociales, provincias… Para financiarlo, inventamos un sistema impositivo impagable para un gasto publico impagable. Ni siquiera con eso nos alcanza, porque encima tenemos déficit. Se subió 12 puntos el gasto y 10 la presión tributaria y como no nos alcanzó financiamos con deuda con inflación, ahí tenemos la tasa”.
Al poner la lupa en el Banco Central, aseguró que “su patrimonio neto es negativo en 65.000 millones de dólares, porque en el activo tiene un poco de reservas, casi nada y un montón de vales de caja, papelitos que van dejando los gobiernos y no tienen valor de mercado”.
Sobre un punto clave ante la escasez de dólares que tiene el país, como lo es el comercio exterior, explicó que “Argentina representa actualmente el 0,35% del comercio mundial. Si hubiéramos mantenido la participación de los años 50, exportaríamos 450.000 millones de dólares. Si fuera la de los 70, serían 100 mil, pero ahora cuando exportamos un número alto, es porque sube el precio de los productos, no los volúmenes”.
Afirmó que “si Rusia no hubiera invadida a Ucrania, el valor de la soja sería 300 dólares. Hoy, para bien de la economía argentina, vale 600 dólares porque en el medio hay problemas con el trigo, el maíz, de abastecimiento, suba del precio de los combustibles…”.
El último aspecto abordado que la problemática del trabajo. “La reforma laboral ya se hizo y de la peor manera, porque Argentina tiene más trabajo informal que privado formal. Hay 7 millones de informales contra 6 de formales. En más de la mitad de las provincias hay más empleo público que trabajo formal privado y tenemos 17 millones de personas con problemas salariales, porque están desocupados, cobran menos de lo que tienen que cobrar o están percibiendo planes”.
Por último, Szewach llamó a “no dejarse engañar por la tasa de desempleo de Argentina, porque está deformada. Lo afirmo por dos razones, una es que en la medición se considera empleado a quien recibe un plan social y además no se considera que alguien está desempleado si no busca trabajo. Hay muchas personas que dejaron de buscar porque están desalentados ya que por distintos motivos no consiguen empleo”.