El presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiariti, no dudo en señalar que, a cinco meses de asumir, el gobierno que encabeza Alberto Fernández “no ha presentado un plan económico”, hecho que complica aún más el futuro de las empresas en un contexto marcado por la recesión y la pandemia del Covid-19.
En declaraciones a Ser Industria Radio, el dirigente ganadero, se sumó al reclamo de muchos sectores respecto a la alta carga impositiva que tienen las actividades productivas y pidió que los distintos estamentos tanto a nivel nacional, como provincial y municipal, tomen medidas para incentivar el trabajo en vez de aumentar la carga tributaria.
Ser Industria: ¿Cuál es la actualidad del sector ganadero?
Miguel Schiariti: La producción ganadera está trabajando de manera absolutamente normal y la industria frigorífica está prácticamente igual, pero hubo algunos problemas con plantas que han tenido algún caso de coronavirus. Esto ha generado cierres momentáneos de algún establecimiento. Sin embargo, el abastecimiento en el mercado interno es absolutamente normal, no ha habido faltante de carne en ningún momento ni siquiera cuando se inició la cuarentena donde las curtiembres, como siempre, aprovechando cualquier situación para robar al productor y a la industria, decidieron en un principio no retirar los cueros y después terminaron haciéndolo, pero sin pagarlos. Por ello, la industria debió aumentar entre $3 y $5 el kilo gancho porque de cobrar algo por el cuero pasó a no cobrar nada y se trata de uno de los elementos del recupero más importantes. Hoy directamente no lo pagan ni lo retiran. Esto genera un problema ambiental serio porque en cuatro o cinco días se empieza a pudrir.
SI: ¿Y las exportaciones?
MS: Han sufrido un poco en los primeros meses del año cuando China dejó de comprar carne porque la cuarentena llegaba a los puertos y no tenía cómo desembarcar. Estuvimos casi 60 días sin entregarles. China se lleva cuatro de cada cinco kilos que consumimos, el 75 por ciento de las exportaciones las justifica ese país como comprador. Esto generó algunos problemas serios, algunas fábricas cerraron algunos días, hasta que lentamente China volvió a operar. Hoy se trabaja más o menos de manera normal.
SI: Se observa una confrontación entre algunos funcionarios y el campo. ¿Cómo es la relación de los ganaderos con el gobierno?
MS: Nosotros estamos en contacto con el ministerio de Agricultura, pero realmente hoy tiene muy poca presencia dentro del gobierno nacional. No hay soluciones para los problemas que plantea el sector, sobre todo desde hace 60 días. No hay ningún problema que sea atendido excepto la pandemia. Todo lo demás, parece que está en espera. Hace cinco meses que asumió el gobierno y todavía no sabemos cuál es el plan económico o si hay un plan económico. Realmente es difícil proyectar una empresa cuando uno no sabe para qué lado va el gobierno.
SI: ¿Cuáles son puntualmente las cuestiones que plantean?
MS: En principio, este gobierno reimpuso las retenciones, las sostiene y está llevando adelante una política recaudatoria muy fuerte. Otro tema es ingresos brutos y ahí no es sólo un problema del gobierno nacional sino de cada uno de los gobernadores. En realidad, todos los estamentos del estado, nación, provincias y municipios, tienen una política de recaudación realmente muy fuerte. Los municipios han elevado de manera absurda todas las tasas, el gobierno de la provincia de Buenos Aires ha elevado el impuesto inmobiliario de manera muy significativa y cada vez se hace más difícil afrontar esos pagos.
Si: ¿Ingresos brutos es un tributo recesivo?
MS: Es lo más grave de todo. Uno dice “es el 2%”. Pero en principio es un impuesto en cascad cada uno que compra o que vende paga 2.5% y el eslabón siguiente paga 2.5%. Esa cadena termina siendo 7,5% o el 8% de impuestos, tiene tres o cuatro eslabones, en donde no hay mucha intermediación desde la producción hasta el consumidor que es quien lo paga, además del 21% de IVA. Si le sumamos las tasas municipales de alumbrado, barrido y limpieza, la tasa bromatológica que le cobran a las fábricas algunos municipios… Es alarmante, porque no generan ni estimulan la producción. La cantidad de impuestos hace que tengamos el 40% de la economía informal y no es bueno para nadie.
SI: En la última semana se notó una leve baja en el precio de la carne. ¿A qué se debe? ¿Va a seguir esa tendencia?
MS: En realidad lo que ocurrió es que, en el mes de marzo a partir del cese de comercialización que dispusieron las entidades agropecuarias, hubo un aumento de precios. Porque cuatro días sin operar los mercados, además de tres semanas consecutivas con 80 a 100 milímetros de lluvia en toda la pampa húmeda, dificultaron el ingreso de hacienda a los mercados. Esto generó aumentos de precios de alrededor del 15% en el valor del vacuno. Eso se trasladó al mostrador. Al normalizarse la oferta de ese 15%, los precios retrocedieron alrededor del 7%, 8%. Es por esto que vimos la semana pasada un trabajo del Instituto de Promoción de Carne donde demuestra que en el área Metropolitana la carne había bajado alrededor del 2,5%. Debería bajar otro 2% o 3% más para volver a ubicarse en los valores que tenía antes de estos aumentos de precio.
SI: ¿Por qué hay diferencia en los precios del kilo de carne en las carnicerías y en las cadenas de supermercados?
MS: El supermercado usa la carne como un llamador. Uno va a comprar un kilo de asado de oferta y se termina llevando una pila que la paga más cara que en el kiosco de la esquina. Ese es uno de los motivos, la política de venta de los supermercados. Otro de los motivos, cuando aparecen esas ofertas, es porque son excedentes de exportación. Hoy Europa está en una situación muy parecida a la nuestra, tiene todo el sistema de restaurantes cerrados. Allá, la carne se consume básicamente en los restaurantes y al no estar abiertos, las ventas están muy demoradas. Hay contratos ya cerrados con ese continente, pero están pidiendo que no se embarque el producto, porque no pueden comercializar a raíz de que todo el sistema de hotelería, restauración y catering están paralizados. Hay carne en los frigoríficos preparada como para exportar. Entonces aparecen ofertas de carne de esos frigoríficos que, para que no se pierda el producto, lo están vendiendo a precios muy razonables y esa son las ofertas de los grandes supermercados que aparecen en los diarios.
SI: Durante mucho tiempo se hablaba de que se iba cayendo la cantidad de cabezas de ganado argentino. ¿Qué pasa hoy?
MS: En realidad si miramos el año 2019 contra el 2018 el stock ganadero cayó el 1%. Lo que nos preocupaba el año pasado era el enorme porcentaje de hembras que se estaba faenando. Esas hembras iban con destino a China y en ese momento, cuando nosotros hablábamos de la posible liquidación de stock era producto de la falta de financiamiento que hubo en los últimos meses del gobierno de Macri, tasas encima del 100% para financiar al productor agropecuario. El productor, muy racional, no se endeudó en esos valores y lo que hizo fue liquidar su cajita de ahorros que son las vacas. De todas maneras, el stock vacuno cayó 1%, pero el 2% fue la caída de vacas, esto es una pequeña liquidación de vientres, lo cual no es bueno porque cuando tenemos menos vacas muy probablemente vamos a tener menos terneros. Hubo un pequeño aumento en la productividad de esas vacas, andamos en alrededor del 64% o 65% de terneros por vaca. Esto nos dice que hay muchas vacas, para decirlo de manera muy gráfica, tomando sol en el campo. Una vaca que come durante todo el año y no da ternero es una vaca improductiva que no genera beneficio para nadie.