En una sesión marcada por el debate y la tensión política, la Cámara de Diputados aprobó ayer el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Javier Milei, que habilita la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El decreto, publicado en el Boletín Oficial el pasado 10 de marzo, autoriza la toma de crédito público con un plazo de amortización de diez años y establece que los fondos se utilizarán para cancelar la deuda con el Banco Central y cubrir vencimientos con el organismo internacional.
El oficialismo logró asegurar la aprobación del decreto con 129 votos a favor, contando con el respaldo de bloques aliados como el PRO, la UCR, la Coalición Cívica, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Innovación Federal, parte de Encuentro Federal, algunos referentes del bloque Democracia y diputados cercanos a gobernadores aliados.
La medida había generado controversia en distintos sectores políticos y económicos, ya que algunos especialistas consideran que el DNU es inconstitucional. Sin embargo, al estar vigente desde su firma por el Presidente, solo podía ser revocado en caso de rechazo expreso por una de las dos cámaras del Congreso.
Reacciones
Luego de la votación, la Oficina del Presidente celebró la aprobación del DNU y destacó que el apoyo de los legisladores envió un mensaje de “madurez y grandeza” a los acreedores internacionales. En un comunicado, el Ejecutivo subrayó que la estabilidad económica es una política de Estado y que la operación de crédito permitirá reducir el total de la deuda pública, contribuyendo al saneamiento del Banco Central y a la consolidación de la estabilidad monetaria y financiera.
Milei agradeció el respaldo de los legisladores y enfatizó que el Gobierno continuará trabajando sin descanso hasta lograr la desinflación definitiva y la eliminación de las restricciones cambiarias. “Los argentinos han hecho un esfuerzo enorme para conseguir estabilidad y esto es un paso más en ese camino”, afirmó.
Por otro lado, la oposición expresó su rechazo al decreto. Carlos Heller, diputado de Unión por la Patria, criticó la medida y señaló que el oficialismo hizo que se apruebe “a libro cerrado” un acuerdo del que no se conocen detalles fundamentales como el monto, las condiciones o la tasa de interés. “Es lamentable y penoso”, afirmó Heller.
En contraste, el diputado Rodrigo De Loredo, de la UCR, justificó su apoyo a la medida asegurando que su espacio político ha actuado con “sensatez, razonabilidad y cooperación” en momentos críticos. Destacó la necesidad de fortalecer las reservas del país y de enfrentar los vencimientos de deuda, aunque advirtió que un acuerdo con el FMI no es una solución definitiva, sino apenas una herramienta para ganar tiempo. “Veintidós veces ha recurrido Argentina al FMI, lo que demuestra que no es un fin en sí mismo”, sostuvo el legislador radical.
En el marco de la sesión y de las manifestaciones en las inmediaciones del Congreso, Julio Estévez, representante del sindicato UpsAfip, denunció que personal de la AFIP estaba siendo utilizado ilegalmente para detener micros con manifestantes y ejercer presión sobre ellos. “Nuestro personal está para fiscalizar impuestos y luchar contra la evasión, el contrabando y el lavado de dinero, no para actuar como una fuerza de seguridad federal”, afirmó.