Uno de los renunciantes, el vicepresidente IV, Aldo Espósito, también se alejó de su representación en la UIA. En el texto de su dimisión, expresó críticas a la conducción de la entidad.
La Junta Directiva de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), que preside Martín Rapallini, celebró en Don Torcuato, partido de Tigre, su primera reunión del año, que tuvo como dato destacado las sorpresivas renuncias de tres de sus integrantes, todos ellos provenientes del Gran Buenos Aires.
Dejaron sus cargos Marcos Villar, Aldo Espósito y Sandra Rodríguez, quienes se desempeñaban como Vicepresidentes II; IV y miembro titular de la Junta Directiva, respectivamente. Villar representa a la Unión Industrial de Escobar. Espósito y Rodríguez a la Unión de Lanús.
Las inesperadas dimisiones plantean diferencias con la conducción de la entidad empresarial y tienen carácter de “irrevocables”. Espósito, dirigente de reconocida trayectoria, entregó una carta donde afirma que su renuncia “fue consensuada dentro de la Cámara de base que presido (Lanús), el no compartir profundamente como se dirige internamente en la actualidad la institución, por toda una serie de cuestiones de las cuales no veo necesaria expresarlas en estas líneas, porque no van a cambiar el rumbo, a pesar de haberlas mencionado reiteradas veces en el seno del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva, por lo cual hace que no me sienta motivado en continuar”.
“Sr. Presidente, básicamente deseo comentarle con mi experiencia vivida, que volvemos a tener una entidad donde sobran cuatro dedos de una mano para entender quien la maneja, muchos habíamos creído haberla recuperado del personalismo histórico para la genuina participación de todos, pero no es realmente así y por esto, con total respeto institucional y prudencia, sugiero que debe cambiarse muy rápidamente para tener una UIPBA realmente integrada y participativa”, agregó.
El mismo dirigente dejó también su cargo de Vocal Suplente en la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina en representación de la UIPBA, aclarando que lo hizo “también con carácter irrevocable ante el presidente de la misma, Sr. Miguel Acevedo, cuyo texto ajunto por separado”. En tanto Villar y Rodríguez adhirieron a los fundamentos del empresario del sur del conurbano.
En un año electoral, estas renuncias agitaron las aguas en la organización y generaron un clima deliberativo, en el que crecen rumores de reuniones y encuentros orientados a la búsqueda de alternativas para conducir la institución.
También circuló que en las próximas semanas podrían producirse nuevos alejamientos en el seno del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva.
Quienes observan la intimidad de la UIPBA aventuran que se estaría viviendo un escenario de crisis, que se incrementará a medida que se aproximan los comicios. La irrupción de “IndustrialesPBA”, es quizás una muestra de la profundización de las diferencias de criterio dentro de la misma entidad.
Juan Fera, uno de sus referentes, presidente de la UI de General Rodríguez, manifestó en el cierre de 2019 que “hoy las Pymes no están representadas, la industria nacional no se siente representada, se toman decisiones en ámbitos donde sentimos que se está mirando para otro lado. Decidimos armar un nuevo espacio: “IndustrialesPBA”. Somos la alternativa para conducir la UIPBA y por eso trabajamos para ser la próxima conducción. Hay muchas cámaras industriales y sectoriales que están de acuerdo con nuestra idea. Empezamos a participar y a ser protagonistas de los cambios que vienen. Somos un país productivo y la mano de obra argentina es la mejor del mundo. Nuestra capacidad instalada está funcionando al 50%. Necesitamos que el mercado interno reactive mañana, no podemos esperar…Tenemos que definir si queremos un país para algunos pocos o para todos. Estamos convencidos que el desarrollo de la industria hará que el país salga adelante…”
La postura de Martín Rapallini sobre el acuerdo con la Unión Europea es uno de los ejes de las diferencias más notables, ya que al ser anunciado por el gobierno de Cambiemos, expresó su apoyo al afirmar que “los últimos diez años demuestran que el aislamiento nos conduce al estancamiento: el país no creció, no generó empleo privado ni aumentó sus exportaciones. El acuerdo que acaba de alcanzarse nos brinda una inmejorable oportunidad para remover todos los obstáculos internos que traban nuestro desarrollo, y eliminar todas las distorsiones que arrastra nuestra economía”.
Se estima que, pasado el verano, las novedades y alineamientos permitirán trazar una perspectiva más clara sobre futuro de la UIPBA, cuya proyección sobre la UIA es clave.