El presidente Donald Trump finalmente cumplió con su promesa de aplicar un aumento generalizado en los aranceles a las importaciones, en lo que ya se considera la medida más fuerte desde la década del 30. Regirá un arancel base del 10% para todas las importaciones, salvo para productos de Canadá y México. El viernes se calmó y anunció una “pausa” de 90 días a los aranceles “recíprocos”, aunque excluyó a China.
La renta variable, sobre todo las tecnológicas, fue la más castigada, mientras que los sectores más defensivos como consumo básico o salud lograron sostenerse mejor. La volatilidad va a seguir, pero también empiezan a surgir oportunidades.
Sectores como consumo defensivo, salud o real estate históricamente se desempeñan mejor en momentos de crisis. Para perfiles conservadores, puede ser interesante mirar ETFs como $XLP (consumo básico), $XLV (salud) o $XLRE (inmobiliario). También comenzar a acumular acciones como GOOGL, MSFT, NVDA, AMZN de a poco puede ser una buena alternativa.
Los anuncios sobre el fin del cepo nos hacen ser optimistas, pero sin perder objetividad. Se eliminaron muchas limitaciones para la compra de US$ por parte de personas físicas, una medida favorable y prudente, que permite ir saliendo del cepo en etapas.
Los bonos soberanos y las acciones deberían verse beneficiados, llevando sus precios al alza y bajando el riesgo país. Si Argentina consigue más dólares vía préstamos o inversiones, mejora la salud del mercado.
Las Obligaciones Negociables (ON) pueden estar en jaque: si se elimina el cepo completamente, un bono corporativo argentino competirá directamente con uno estadounidense. Esto puede provocar una baja en el precio de las ON y un aumento en sus rendimientos. Quien tenga ONs no debería preocuparse por los flujos, ya que la tasa está asegurada, aunque el precio del activo podría caer.
El dólar debería unificarse en un solo tipo de cambio, fluctuando entre 1000 y 1400 pesos sin intervención estatal. Esto generará movimientos en los CEDEARS, cuya cotización en pesos se ajustará con el tipo de cambio.
Si el tipo de cambio se acerca a 1000, puede ser momento de comprar; si se acerca a 1400, momento de vender. El dólar oficial cerró en 1097 el viernes. Si el lunes tu home banking te permite comprar a 1100, comprá todos los US$ que puedas.
El riesgo de dar este paso es que la demanda supere rápidamente la oferta, como ocurrió durante el gobierno de Macri. Esperemos que la cosecha, el RIGI y las exportaciones sean suficientes para equilibrar.