Hasta el mes de junio pasado, Mariela Balbo estuvo a cargo de la subsecretaría de Emprendedores de la Nación, integrando el gabinete del ex ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Esa función le permitió recorrer el país, conocer la realidad, los desafíos y las dificultades que enfrentan quienes toman la decisión de generar productos o servicios de manera independiente.
En diálogo con Ser Industria Radio, la economista hizo un balance de su gestión y repasó algunos de los programas lanzados. Además, se refirió a los principales problemas que enfrentan que se cruzan en el camino del emprendedurismo.
Asimismo, resaltó que “es muy importante” que el emprendedor se vincule a una gran empresa o una PyME ya consolidada, para obtener financiamiento a cambio de su aporte innovador. También hizo referencia a la labor que desarrolla desde “AM² Consulting”, de la cual es cofundadora.
¿Cómo resumirías tu experiencia en el área nacional de emprendedores?
Fue una de mis mejores experiencias profesionales, porque tuve la oportunidad de generar herramientas, políticas y entrar en contacto con el enorme talento emprendedor que tenemos en nuestro país y con muchas entidades y actores de gobiernos locales, provinciales, comprometidos con generar apoyo para todos aquellos que tienen alguna iniciativa. Hemos hecho mucho durante el tiempo que estuvimos y hoy continúan muchas de las acciones que implementamos. Es un balance altamente positivo.
¿Hay muchos emprendedores en el país?
Argentina está rankeada dentro de los principales países en Latinoamérica, luego de Brasil, México y Chile. Uruguay también tienen mucha actividad emprendedora. Además, somos muy reconocidos a nivel mundial por la tasa de emprendedores que tenemos. En el país hay alrededor de 700 entidades que acompañan en cada una de las provincias a los emprendedores locales. En el periodo en el cual estuve a cargo de la Subsecretaría implementamos acciones que impactaron en más de 100 mil emprendedores. Eso da la pauta de que hay muchos.
¿Estos emprendedores lo hacen porque ven una oportunidad o por necesidad?
Es algo dinámico. Es cierto que en los estudios que se hacen respecto al perfil de los emprendedores se los diferencia entre los que lo emprenden por oportunidad y los que lo hacen por necesidad. La diferencia a veces es sutil. El emprendedor por oportunidad entiende que puede llegar a tener otra evolución porque lo hace motivado, detectando que existe algún área de vacancia que puede aprovechar y llevar adelante su iniciativa. En cambio, cuando uno se queda sin trabajo y decide emprender, muchas veces se convierte en algo momentáneo, para resolver una situación compleja que está atravesando. Sin embargo, muchas veces pasa que alguien encara un emprendimiento porque se quedó sin trabajo o como complemento de otra actividad y sorpresivamente termina avanzando con el emprendimiento. El “por necesidad” o “por oportunidad” va cambiando a lo largo del tiempo y está muy asociado a la fase del ciclo económico que atraviesa un país. En el año 2001, tan terrible para la Argentina, hubo muchos emprendedores por necesidad. Después hay momentos en los cuales la actividad económica está en una fase de expansión y ahí se detecta que merma la cantidad de emprendedores por necesidad. En cualquiera de los casos, lo relevante y lo que se mide, es la tasa de actividad de emprendedores.
¿La falta de financiamiento es la principal dificultad?
Para ver las dificultades es importante entender que emprender es un camino. En ese sentido, durante mi gestión implementamos una política de desarrollo emprendedor con mirada evolutiva y nos concentramos mucho en generar las herramientas para que la iniciativa que arrancó, pueda crecer, estabilizarse, consolidarse, convertirse en una PyME. Después, la evolución puede continuar hasta convertirse en Unicornio. El financiamiento es una dificultad, porque si bien hubo y hay iniciativas para dar el primer puntapié, el problema está cuando se arranca y todavía no se consolidad para acceder al sistema bancario, a un crédito, porque no cumplen todos los requisitos. Por eso es tan alta la tasa de mortalidad de los emprendimientos. Esto pasa en todas partes del mundo y es ahí donde nos concentramos mucho, tratando de articular distintas herramientas para que, tras una ayuda inicial, puedan crecer y consolidarse. Se implementaron distintas herramientas, siempre son insuficientes, es cierto. A su vez, cada vez hay más inversores privados, que es otra posibilidad de financiamiento. Es una gran dificultad, pero no la única.
¿El ecosistema de inversores privados crece en Argentina?
Ha crecido la inversión privada pero todavía falta. México o Brasil, tienen otra escala. En Argentina, todavía hay mucho por recorrer. Desde AM² generamos esquemas de innovación abierta para compañías consolidadas, que son las que traccionan el financiamiento para posibles nuevas startups o empresas que ya comenzaron a dar sus primeros pasos, pero que están ante el desafío de crecer y no cuentan con capital. El capital privado hoy se focaliza en un determinado perfil de emprendimiento orientado a lo científico y tecnológico. Como no es fácil acceder al financiamiento, hay que explorar esquemas alternativos. Puede ser una alianza entre una gran empresa o una PyME ya consolidada y una naciente que pueda, en esa vinculación, obtener el financiamiento que necesita y que la empresa más consolidada pueda aprovechar la innovación que le permita dinamizarse.
¿Contratar personal es un problema para un emprendedor con la legislación actual?
Todo el esquema laboral es complejo. Se ha trabajado y generado distintas propuestas, pero sin duda a nivel país y no sólo para las startup, son temáticas que es necesario abordar y trabajar, porque el mundo y las dinámicas van cambiando. También es importante el marco normativo, no sólo la legislación laboral, sino cuestiones de carácter impositivo. Son grandes desafíos que tienen los países. No son nuevos ni se circunscribe solamente a la Argentina.
¿La dinámica económica argentina hace que no se ponga el foco en las iniciativas legislativas que puedan apuntalar al emprendedurismo?
Cuando asumimos la gestión, el ministro Kulfas le dio rango de Subsecretaría a este tema. La política de desarrollo emprendedor fue un eje importante. Hay que entender que una startup, un emprendimiento, es una nueva empresa que está naciendo y Argentina requiere mayor cantidad de actividad privada, eso lo sabemos y ha sido ampliamente explicitado. Lo que sucede es que hay muchos frentes que trabajar, entonces uno percibe que no es suficiente, pero no es que no se le haya dado la suficiente relevancia. De hecho, con el cambio ministerial que hubo, mantuvo el rango de Subsecretaría. Eso no es menor porque le da institucionalidad y permite tener una agenda de acciones, políticas y presupuestos para llevar adelante el apoyo al desarrollo emprendedor.
El compromiso de muchos emprendedores y PyMEs, a veces los lleva a tomar créditos para subsistir y en algunos casos igual terminan cerrando…
Entre los desafíos y las dificultades que tienen los emprendimientos, más que el momento de arrancar, lo difícil es escalar. Nosotros diseñamos e hicimos un programa de financiamiento que hoy se llama “Emprendimiento Argentino”. En su momento lo implementamos para cada etapa en la generación de una startup y uno de los instrumentos atendía la de escalar. Es un desafío que hay que abordar porque, es cierto, los emprendedores tienen necesidad de flujo de caja y es una situación compleja a resolver, porque si uno no crece no puede abastecer más demanda. Pero si uno no tiene esa demanda no puede crecer y es ahí es donde se generan estos problemas que hay que analizar con esquemas alternativos. En ese sentido los argentinos somos muy creativos.
¿Se sabe cuántos emprendedores hay en el país y a qué sectores de la producción se orientan?
Es complejo decir cantidad. Sería más acertado analizarlo en relación al impacto. Argentina tiene unos 12 unicornios, eso es muchísimo. Brasil, con un mercado enorme, tiene 14 y es la potencia latinoamericana en la generación de emprendimientos. Sin embargo, los 12 unicornios argentinos generan un efecto de derrame y le dan una visibilidad enorme al país. En los emprendimientos con perfil científico y tecnológico, tiene que ver mucho el sistema educativo y científico que tenemos, una política de estado que viene de larga data. Llevamos más de 15 años con el fomento de la actividad emprendedora y son un diferencial que tienen un impacto tanto en la transformación de nuestra matriz productiva como en el valor agregado, el posicionamiento de la Argentina y la generación de empleo de calidad. No se generan únicamente emprendimientos con determinado perfil sólo con ganas, hay que tener capacidades. Por eso, durante mi gestión lanzamos la plataforma Capacitar, que hoy sigue estando. La recomiendo porque hay muchas capacidades que hoy se desarrollan si uno tiene la formación y la vinculación. Uno no emprende solo. Estuvimos en la Usina de Ideas en la Universidad Nacional de La Plata, que viene trabajando desde hace muchos años. Hay muchas entidades y colaboran en red para poder acompañar a los emprendedores. Hay perfiles diversos, muchos en el rubro de alimentos, en la parte textil, hay menos en el sector científico tecnológico, pero son claramente muy potentes, los sectores van cambiando. Hoy se abren muchas ventanas de oportunidad en todo lo que es el desarrollo productivo verde, en la transición energética, en los nuevos materiales, en lo que puede llegar a ser la transformación digital. En función de cómo van evolucionando las economías van a ir cambiando los perfiles de los emprendimientos, es algo dinámico.
¿Las trabas a las importaciones afectan al segmento emprendedor?
Todos vemos día a día los problemas que se generan en nuestra economía y a nivel mundial. El tema de las importaciones claramente es un problema, como también lo pueden ser otras situaciones complejas que atravesamos. Complican en tanto y en cuánto tengan componentes o requieran de insumos o de bienes de capital que sean de origen importado. Pero hay herramientas. Cuando uno está emprendiendo, es difícil tener el conocimiento de qué posibles proveedores puede haber en Argentina para suplir esa dificultad. Por eso hay que articular con el ecosistema. Otro de los programas que fue central y que me pone muy orgullosa de que hoy siga es Redes para Emprender porque hay un entramado de entidades y es muy importante vincularse, porque sorpresivamente hay proveedores que podrían realmente abastecer estas necesidades que muchas veces el emprendedor desconoce.
¿La mortandad de emprendimientos, se debe a variables externas o a la floja moral del emprendedor?
Los emprendedores tenemos una energía muy positiva. Es cierto que a veces no alcanza y uno se desmoraliza. Hay distintos perfiles de emprendedores sin lugar a dudas. Por eso remarco que lo más importante es que uno esté en el ecosistema, articulando con otros actores. Es complejo emprender acá y en todas partes del mundo. Es un camino a recorrer y todo camino puede tener altos y bajos, dificultades, pero sin dudas hay que seguir adelante. Pero no solos, hay que buscar ayuda en los distintos ámbitos de gobierno, universidades, ONG, cámaras empresariales. Es clave vincularse, es la manera en que alguien nos ayude en este camino tan lindo que es el de emprender.