El mundo se encamina hacia prácticas que permitan un desarrollo sostenible para todas los seres vivos que lo habitan. En ese marco se encuadran los compromisos internacionales que muchos países, incluído Argentina, suscribieron ante la ONU.

Entre los desafíos globales a resolver, se encuentran el cuidado del medio ambiente y la eficiencia energética, exigencias cada vez más requeridas en el comercio exterior. En ese sentido, el Frigorífico Gorina, situado en el partido de La Plata, trazó un innovador sendero. La empresa, reconocida internacionalmente por la calidad de sus productos, hizo una  importante inversión.

Destinó una hectárea de su propiedad para instalar un biodigestor y se convirtió en pionera en el manejo de sus desechos, que además de recibir un tratamiento de máximo nivel sanitario, utiliza para generar su recurso energético. 

Con esta decisión, produjo un positivo impacto económico, ecológico y social, ya que aporta mejoras a la productividad, protege el medio ambiente y crea empleos de calidad.

Modelo a imitar

El presidente del Directorio del Frigorífico, Claudio Rodríguez y el gerente de Ingeniería Diego Rodríguez Phillips, recibieron a Ser Industria en el establecimiento industrial.  Así fue posible conocer “in situ” este desarrollo tecnológico de nivel internacional, que otorga una segunda oportunidad a la materia orgánica para producir energía renovable. 

Con sano orgullo, Rodríguez refiere que “somos el primer y único frigorífico del país donde funciona esta modalidad que integran el proyecto de efluentes y la cogeneración. Es un orgullo haber afrontado este desafío. El biodigestor está funcionando a pleno, trabaja todos los días y genera 1,5 mega, una buena parte de nuestra demanda energética”.

Respecto a la posibilidad de inyectar energía a la red, sostuvo que “lo que se genera lo estamos utilizando para el frigorífico, para proveer a todas las actividades que realizamos”. 

Por su parte, Rodríguez Phillips acotó que “es importante resaltar que ningún desperdicio sale del frigorífico sin el debido tratamiento. El residuo sólido se va separando y acumulando. El líquido sigue distintas etapas de depuración para tener los más altos parámetros de vuelco que exige la normativa”. 

El tratamiento

A lo largo del recorrido por la planta, los directivos brindaron detalles técnicos de cada uno de los pasos que hacen al  tratamiento de los residuos y el funcionamiento del biodigestor.

Rodríguez Phillips, explicó el tratamiento de los efluentes. “Tenemos dos piletas donde acumulamos dos corrientes. La verde se vincula al rumen y el bosteo de los animales en corrales, que es bombeado y sale a las zonas efluentes. La otra pileta es de rojos, relacionada con las áreas donde se recoge material  graso y otros efluentes vinculados a las partes sanguinolentas, que se acumulan en otro pozo de bombeo antes de ser enviadas al efluente”. 

Agregó que en esos pozos se produce una primera retención de cualquier elemento que puedan tener los efluentes. “Pueden ser huesos, alguna bolsa o botella. Es el primer filtrado y se hace en forma automática”. 

El paso siguiente lleva a otra zona “donde tenemos unos tamices rotativos y ahí vamos filtrando en menor tamaño el residuo sólido. El primer residuo que se obtiene de esos tamices lo acumulamos en un tanque de aplastamiento y después va a ser uno de los elementos que utilizaremos para formular una receta. El líquido que sale de ahí, va hacia tanques de ecualización, que a su vez  bombean a equipos que son unas DAP, donde se filtra todo el residuo sólido. Así vamos puliendo el efluente y separando todo el residuo sólido”, indicó el ingeniero.

Depuración

La etapa siguiente tiene por objeto obtener, a partir de ese sólido, otro elemento que luego se formula en una receta para su utilización. “Con ese efluente seguimos haciendo el proceso de depuración y lo pasamos a una cámara de desnitrificación. De ahí se deriva a otra cámara, en este caso de nitrificación con oxidación activa, que cuenta  con  equipos que agregan oxígeno a través de la atomización de burbujas finas que están en  la parte inferior de una pileta”,  añadió.

Posteriormente, se pasa a un clarificador donde decantan los sólidos que pudieran llegar a quedar en el circuito y se pasa a una cámara de contacto. “Allí se realiza la cloración exigida por ley y obtenemos la parte del efluente tratada que va al arroyo Rodríguez”.

“Para ello tenemos el permiso de vuelco otorgado por la Autoridad del Agua. Todos los meses hacemos un análisis protocolizado para certificar el cumplimiento de lo reglamentado”, explicó Rodríguez Phillips. 

Energía limpia

El ingeniero resaltó que “hemos generado una receta y decidimos construir un biodigestor, que a través de unas camisas con temperatura, nos permite tener la biodegradación de todo el material orgánico para la generación de biogás. A ese recurso lo inyectamos a un motor de ecogeneración de 1,5 mega e inyectamos esa energía a la red eléctrica que abastece nuestra producción”. 

Para graficar lo que produce, señaló que “se estima que ese 1,5 mega, puede abastecer entre 1.500 a 2.000 viviendas, aproximadamente. Teniendo en cuenta que la empresa demanda unos 3,5 mega, representa un poco más del 30% de la energía que consumimos”. 

Al analizar el impacto económico, sostiene que “lógicamente que es un dato valioso, pero lo más importante es la reducción del impacto ambiental. No sólo con el vuelco del efluente, que cumple con los parámetros más exigentes, sino también con poder deponer los residuos sólidos de manera amigable con el medio ambiente”.  

Agregó que “periódicamente hacemos visitas al arroyo Rodríguez y hemos detectado la proliferación de vegetación y cambios positivos en lo que tiene que ver con la fauna. Entre otras especies, detectamos la presencia de patos y peces. Sin dudas, la calidad del agua es muy buena”.

Empleos de calidad 

La puesta en marcha del biodigestor, requirió la incorporación de especialistas para ocuparse del tema. Actualmente este sector emplea a 15 personas. “La planta trabaja las 24 horas los 7 días de la semana. Para su atención, se sumaron ingenieros químicos, ingenieros mecánicos, operarios, que se encargan de mantener el funcionamiento en forma permanente”. 

Estos empleos calificados, tienen directa vinculación con la calidad del innovador desarrollo.  “Estamos operando con tecnología de punta. En Europa están muy avanzados en todo lo que es generación de biogás y específicamente, acá trabajaron técnicos y profesionales que vinieron de Italia”.

Rodríguez Phillips, subrayó que “lo más novedoso de la planta es el monitoreo. Está todo automatizado. Se pueden censar en línea todos los procesos. Eso nos permite tener una acción inmediata a cualquier desvío que pueda llegar a suceder, lo controlamos en línea. Todos los operadores, no importa donde estén, pueden monitorear lo que está aconteciendo”.