También reclamaron la renovación de la flota pesquera, la construcción de barcazas tanque para el transporte de combustibles de YPF y un buque polar para la Armada Argentina. Al respecto, Juan Antonio Speroni, Secretario General del Sindicato de Obreros Navales (SAON), manifestó que “estamos acá en defensa de nuestra fuente de trabajo y para construir un escenario con los representantes del pueblo argentino que constituya las bases de la defensa del trabajo, para la puesta en marcha de un verdadero programa de crecimiento para nuestra industria naval conforme las potencialidades de su extenso litoral fluvial y marítimo”.
Sobre el veto presidencial de dos artículos del Régimen de Promoción de la Industria Naval, el dirigente señaló que “atentó contra la vigencia plena de la Ley, ya que ambos artículos otorgaban el financiamiento y los beneficios fiscales necesarios para el impulso del sector. Es de vital importancia la renovación de unos 380 buques pesqueros en astilleros nacionales. Son nave que tienen una edad promedio de 40 años, con segmentos que van de los 50 a 60 años. El recurso ictícola es patrimonio de todos los argentinos, base de una actividad comercial que genera una renta, sobre el cual debe estar montado el tema fundamental, que es el trabajo de los argentinos”.
“En este caso puntual la cadena de valor culmina con la construcción del buque pesquero, generando empleo y salario de los trabajadores técnicos y profesionales”, explicó Speroni y alertó que contrariamente “el presidente de la Xunta de Galicia, en su reciente visita a la Argentina, manifestó que el 50% de los buques que necesitamos para renovar la flota pesquera (valuado en 2.500 millones de dólares) serán construidos en astilleros gallegos. Ese acuerdo con autoridades nacionales y provinciales le permitiría reducir los aranceles de importación (del 14% al 7%) a los buques pesqueros de más de 30 metros de eslora”.
En el mismo sentido dijo que “el gobierno anunció, en el marco del Presupuesto Nacional, una asignación de 195 millones de dólares para la construcción de un buque polar para la Armada. Estamos absolutamente convencidos que el Astillero Rio Santiago junto con Tandanor y la industria naval privada en asociatividad, están en condiciones de construirlo en Argentina, conforme su capacidad técnica e infraestructura”, aseguró el titular del SAON.
La industria naval es uno de los sectores industriales que presenta un mayor poder de multiplicación económica dentro de la cadena de valor. Su producción da soporte a distintas actividades esenciales para el país como la logística marítima y fluvial, pesca, turismo, offshore, defensa, Vaca Muerta y otras.
Las vías navegables configuran el complejo marítimo, marina mercante e industria naval. Speroni advierte que “se deberán tomar las medidas necesarias para generar la transformación del status quo, que hoy permite que Argentina no tenga un puerto con 46 pies de calado. Si no se revisa el tratado de la Hidrovía Paraná- Paraguay para que Argentina pueda manejar su carga, tenga una política donde nuestra bandera capitalice el flete, hoy en manos de compañías transnacionales bajo el ropaje de banderas paraguayas y bolivianas y el manejo de la carga en los puertos de Montevideo, indefectiblemente deberemos cambiar toda esta logística y resolver en términos de decisión política su soberanía en el Río de la Plata”.
“Se debe para poner la transformación logística al servicio de una Argentina en crecimiento y desarrollo terminando con el monopolio por parte de grandes grupos económicos transnacionales en desmedro de la inmensa mayoría de los trabajadores y del pueblo”, culminó.