El reciente proyecto de Ley presentado en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, que propone un aumento desmedido de las indemnizaciones laborales, revela un preocupante desconocimiento por parte de los representantes parlamentarios respecto a la realidad de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs).
Este sector, que es el verdadero motor de la economía y la principal fuente de empleo genuino en el país, se ve una vez más atacado por una iniciativa que parece estar impulsada por un sesgo laboralista extremo, sin contemplar las graves consecuencias que podría acarrear.
Las PyMEs, que luchan día a día por sostenerse en un contexto económico cada vez más adverso, son las principales afectadas por este tipo de medidas. Los legisladores, que constantemente hablan de apoyar al sector, parecen, en realidad, detestarlo. Con este tipo de proyectos, demuestran un profundo desprecio por el esfuerzo y la dedicación que caracteriza a quienes generan empleo y riqueza en nuestro país.
Este aumento exponencial en las indemnizaciones no solo pone en riesgo la supervivencia de muchas empresas, sino que también atenta contra la generación de nuevos puestos de trabajo. Lejos de promover un entorno propicio para la creación de empleo, este tipo de normas empuja a las PyMEs hacia una situación insostenible, donde el costo de mantener un trabajador se convierte en una carga imposible de asumir.
El verdadero camino hacia la igualdad de oportunidades y la mejora de la situación económica de la Provincia, no puede pasar por políticas que asfixian al sector productivo. Necesitamos un marco legal que promueva la inversión, estimule la creación de empleo y valore el rol fundamental de las PyMEs. Es imperativo que los diputados y senadores comprendan que sin un sector productivo fuerte, no habrá salida para la crisis que atravesamos.
Este proyecto de Ley, lejos de ser una solución, agrava aún más los problemas estructurales de nuestra economía y pone en evidencia la desconexión entre la clase política y la realidad del país.
Es hora de que nuestros representantes se enfoquen en crear políticas que efectivamente favorezcan el crecimiento y el desarrollo y no en iniciativas que solo sirven para profundizar la crisis y alejar aún más la tan necesaria reactivación económica.