En el marco del plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados, que analiza el DNU 70/2023 y el proyecto de Ley Ómnibus, el vicepresidente de la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata (CINMDP), Domingo Contessi, sostuvo que la propuesta ya puso en riesgo a la actividad.
El empresario centralizó su exposición en el Capítulo 8, Sección III y los artículos 242 a 253 que reforman la Ley Federal de Pesca. En ese contexto, hizo referencia a la industria naval que “en este momento se está revitalizando gracias a la renovación de la flota pesquera. Esta modificación de la ley ha puesto en riesgo todo eso”.
Señaló que para la industria pesquera “la ley entrará en vigencia a partir del momento que se sancione lo cual esperamos sea sin este Capítulo y cuando se liciten las cuotas dentro de un año”. Pero advirtió que para la industria naval “los efectos nocivos ya entraron en funcionamiento. Nadie va a contratar a un nuevo barco, nadie va a encargar una nueva construcción si no sabe si podrá acceder a una cuota. Esto nos ha hecho caer contratos, nos hizo paralizar nuevas construcciones de manera inmediata”.
Seguidamente, adelantó que no profundizaría sobre artículos como el 25 o 40 que se refieren a la posibilidad de descargar en puertos extranjeros o utilizar tripulación extranjera. “Creo que son demasiado obvios” y se abocó a “las licitaciones ya sean nacionales o internacionales. Ya hablé del impacto que tiene en nuestra industria. Hablemos del impacto que tiene en nuestros clientes, porque sin clientes no existe la industria naval”.
Licitaciones
Contessi afirmó que “las licitaciones de una pesquería desarrollada e histórica como es el caso de la Argentina no se aplican en ningún país del mundo. Solamente se aplican en países que no tienen pesquerías desarrolladas como Samoa o las Islas Malvinas o República Dominicana o se han aplicado por ejemplo en Namibia cuando se independizó el país y no tenía industria”.
“Pero en una industria ya existente no se aplica. Esto generará inmediatamente concentración, desempleo y marginalidad. Para el recurso más importante que tenemos, la merluza, actualmente hay 150 buques operando tenedores de cuota. Esto se podría reemplazar simplemente por 10 barcos que tendrían la misma capacidad de pesca que 150. Dejarían a decenas de miles de personas en la calle en las más de 277 plantas en tierra”, agregó.
Calificó a esta hipotética situación como “un absurdo total. También generaría sobreexplotación inmediata, porque solamente son cuatro los recursos cuotificados. Si agregamos nuevos operadores a la pesquería, el resto va a intentar salvarse y por ende, irá a pescar los recursos no cuotificados. En esto debe entenderse que todo el caladero argentino se encuentra en su máximo rendimiento”.
Los años 90
En otro orden, Contessi explicó que “lamentablemente no se pueden construir nuevos barcos, nos dedicamos a reemplazarlos. Es decir que para entrar un nuevo buque hay que reemplazar otro. Este proyecto de ley de la licitación implica nuevos operadores lo cual sería devastador para la sobreexplotación pesquera”.
Estimó además que esta situación generaría “una enorme litigiosidad”. Apeló a la memoria de los legisladores más antiguos. “Se acordarán cuando se sancionó esta ley en 1998, que después de la década del 90 donde se generó una sobreexplotación justamente por el ingreso masivo de buques del extranjero se sancionó esta ley. Hasta ese momento todos los permisos de pesca eran perennes e irrestrictos”.
Recordó que “el sector pesquero accedió a renunciar a esa perpetuidad pero con las condiciones de un artículo, el 27, que era meritocrático. Decía que si uno invertía, empleaba gente, generaba valor en el país, no cometía infracciones, podía volver a acceder a cuotas. Ahora se saca todo eso, se borra toda la parte meritocrática y se lo reemplaza por una mera licitación. Obviamente, quien se presente nuevo sin la mochila de empleo inversiones se verá beneficiado. ¿Qué pasa con aquél que no gana la licitación? ¿Cierra la empresa, despide la gente?”
Consecuencias
“Este sistema es imposible de aplicar si no existe en forma previa una expropiación e indemnización de toda la gente. Estamos hablando de 46.000 puestos de trabajo directo, 806 buques con permiso de pesca, más de 277 plantas elaboradoras. Disminuirá la recaudación porque lo que se va a recaudar por la licitación va a ser muchísimo menos de lo que está hoy aportando el sector pesquero”, añadió.
El empresario naval detalló que “solamente en derecho de exportación en los últimos 20 años, el sector pesquero aportó 2.300 millones de dólares. Y acá estamos, un sistema donde ni siquiera obligamos a exportar desde puertos argentinos, un disparate. Pero también en aportes patronales, cargas sociales, impuestos a las ganancias, cánones pesqueros… La recaudación disminuirá irremediablemente”.
En otro pasaje de su disertación precisó que “se va a licitar la materia prima de una industria. Esto no sucede en ninguna otra industria. Se va a resetear una industria cada 15, 20 años. Esto tampoco sucede en ninguna industria por varios motivos. Primero, porque hay inversiones que no se amortizan en 15 o 20 años y el segundo, porque si estaríamos por ejemplo a punto de licitar en los 5 o 6 años previos, nadie invertiría, Todos esperarían a ver cómo sale en la licitación para ver si invierten. Esto es lo que nos está pasando ahora. Tenemos un año hasta el vencimiento de las cuotas y en este año vamos a parar a la industria naval y a poner en riesgo la industria pesquera. Realmente es gravísimo”.
En el último tramo, Contessi resaltó que “tanto la industria naval como la industria pesquera somos sectores extremadamente competitivos. Nos encanta competir pero acá hay un error conceptual. Reitero, esto no se aplica en ninguna parte del mundo”. Agregó que “todos los sectores industriales han hablado de los derechos de exportación. Entendemos el momento crítico que vive el país y la necesidad de recaudar. Pero no debemos cometer el error de aumentar derechos de exportación en forma plana. Van a significar menos exportaciones y menos empleos. Sugerimos que haya un escalonamiento, que se aumenten, pero respetando los actuales porcentajes con un escalonamiento, para que el impacto no sea tan grande”.