La necesidad de accionar globalmente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ha impuesto al transporte la mayor parte de los desafíos de corto a mediano plazo. Pero desde las recomendaciones hasta multas para el propio transporte o para los productos que son transportados, se basan en parámetros europeos, donde la logística de cargas es soportada por automotores carreteros y vagones ferroviarios de baja capacidad.
Un breve análisis realizado en la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS), producto de estudios propios anteriores y del proyecto de investigación realizado en conjunto con la Universidad Provincial de Ezeiza, Argentina, hace suponer que la mayor parte de los países de América que disponen camiones más pesados y/o más voluminosos, a igual tecnología, marcha y condiciones, generan menos emisiones por paleta y/o por tonelada transportada.
El caso de los ferrocarriles de Brasil, Canadá, EEUU y México, duplican en toneladas netas por vagón y hasta cuadruplican la productividad por vehículo en carga paletizada.
Es decir, cuando un productor de olivas de Coronel Dorrego, Argentina, exporta su producción a Madrid, el tramo carretero de origen podría generar hasta un 15,9% menos de emisiones por tonelada neta que el similar que hará en España con un camión más pequeño.
Cuando se compara un semirremolque corto o un contenedor de 40 pies, frente a un equipo largo o contenedor de 53 pies, se reduce consumo hasta en un 29,3%.
La Comisión Directiva de AIMAS sugiere la confección de una Matriz de Parámetros de Huella de Carbono específica y continental para el Transporte Terrestre de América, para que los productos movilizados puedan expresar la reducción comparada de emisiones que ya están logrando, gracias al esfuerzo que el empresariado automotor y ferroviario, junto a los Estados, han efectuado desde mediados del Siglo XX en pos del aumento de productividad de las vías de ambos modos de transporte.
Desde enero de 2023 y especialmente en la Misión Intermodal Latam 2023, AIMAS está compartiendo la inquietud con organizaciones y empresas del Continente para proponer la confección de la Matriz citada, pero en la mejor forma que conoce la Cultura Intermodal: colaboración y cooperación para una mejor y mayor competitividad, donde será sustancial el compromiso de las gremiales empresarias de la producción y del comercio, pues sus productos son los que ya podrán mostrar reducciones GEI por el transporte terrestre.