Vaca Muerta se perfila como uno de los principales motores de crecimiento económico de la Argentina. Según un informe presentado por PwC Argentina, la formación podría generar un superávit energético de US$ 30.000 millones para 2030, gracias a niveles récord de producción estimados en 1 millón de barriles de petróleo y más de 250 millones de m³ de gas por día. Desde el inicio de su explotación, las inversiones acumuladas en estos yacimientos alcanzarían los US$ 200.000 millones.
En este sentido, Ezequiel Mirazón, socio de PwC Argentina y líder de Energía, Utilities y Minería, destacó el impacto de Vaca Muerta en la economía nacional y su atractivo para inversores internacionales.
“La capacidad geológica de Vaca Muerta puede llevar al país a niveles de producción nunca antes vistos. Las recientes reglas de juego acordadas entre el gobierno y los actores del sector han incrementado significativamente el interés en invertir en petróleo y gas no convencional”, señaló.
La infraestructura, un factor decisivo
El informe de PwC subraya que la concreción de estas proyecciones dependerá en gran medida del desarrollo de infraestructura clave. La capacidad de evacuación actual limita el potencial productivo, lo que convierte a las inversiones en ductos y plantas de exportación de gas natural licuado (LNG) en una prioridad estratégica.
“Argentina cuenta con vastos recursos no convencionales de hidrocarburos, ubicándose como el cuarto país en petróleo y el segundo en gas a nivel mundial. Sin embargo, aprovechar este potencial requerirá inversiones esenciales en infraestructura”, explicó Hernán Rodríguez Cancelo, socio de PwC especializado en energías renovables.
Entre los proyectos más relevantes, se encuentran la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, que demandará una inversión de US$ 2.500 millones y permitirá transportar 500.000 barriles de petróleo diarios, y el puerto de aguas profundas en Río Negro, diseñado para reducir costos logísticos y facilitar el acceso a mercados internacionales.
Además, la ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner y los proyectos Duplicar y Triplicar de OldelVal se presentan como soluciones fundamentales para superar los cuellos de botella actuales.
Producción actual y crecimiento sostenido
En agosto de 2024, Vaca Muerta alcanzó una producción de 403.000 barriles de petróleo y 83 millones de m³ de gas diarios, cifras que representan más de la mitad de la producción de hidrocarburos del país. El crecimiento interanual fue del 35% en petróleo y del 22% en gas, evidenciando un ritmo sostenido de expansión en doble dígito. No obstante, PwC considera que la formación aún se encuentra en una etapa temprana de desarrollo, con amplio margen para incrementar su capacidad productiva.
El enfoque de grandes empresas en Vaca Muerta ha generado oportunidades en áreas maduras de explotación, promoviendo la diversificación dentro del sector. Ignacio Aquino, socio de PwC especializado en fusiones y adquisiciones, señaló que esta dinámica permite que nuevos actores ingresen al mercado mediante la consolidación y adquisición de empresas en yacimientos tradicionales.
Por último, el informe destaca el rol central del Régimen de Incentivos a la Inversión (RIGI) en el desarrollo de infraestructura. Según Juan Manuel Magadan, socio de PwC especializado en impuestos, este marco regulatorio facilitará inversiones estratégicas mediante incentivos fiscales que impulsarán proyectos clave para optimizar la capacidad productiva y exportadora de Vaca Muerta.
Con estas perspectivas, Vaca Muerta no solo promete transformar el panorama energético del país, sino también posicionarlo como un jugador clave en el mercado global de hidrocarburos no convencionales.