Con una trayectoria caracterizada por romper barreras y abrir caminos, Paula Bibini es reconocida por su capacidad innovadora, cualidad que ha demostrado en múltiples ocasiones en su experiencia en la gremial empresaria. Recientemente, volvió a marcar un hito al ser nombrada vicepresidenta de la UIA, una posición inédita, que le otorga un rol de liderazgo sin precedentes en la entidad presidida por Daniel Funes de Rioja.
Desde su elección como presidenta de la Unión Industrial de Salta (UIS), primera mujer en ocupar el cargo, hasta su integración en la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA), ha marcado una tendencia en el ámbito empresarial.
En una entrevista con Ser Industria, la dirigente salteña puntualizó los ejes en los que se enfocará: el desarrollo productivo, el marco normativo para acompañar la industria y la reducción de la presión fiscal sobre las empresas.
Además, Bibini consideró que existe una desconexión entre los políticos y el sector productivo de Argentina. Señaló que la falta de credibilidad y confianza en la política ha generado una brecha entre las necesidades de la sociedad y las propuestas de los candidatos.
En ese sentido, remarcó que es necesario que los políticos asuman sus responsabilidades y trabajen en conjunto con los diferentes sectores para sacar adelante al país.
Por otra parte, afirmó que hay una nueva generación de dirigentes con una impronta diferente, capacidad de diálogo y concertación, dispuestos a trabajar por una Argentina que se proyecte hacia el futuro. En este sentido, instó a cambiar la mirada egoísta y a trabajar en conjunto para transformar la realidad y planificar un país en crecimiento.
¿Qué significa ser la primera vicepresidenta en la historia de la UIA?
Es un desafío y una responsabilidad de trabajo muy importante. Será un mandato de dos años, donde voy a ocupar una posición en una de las principales mesas de decisión de Argentina del ámbito gremial privado industrial. Es un reconocimiento a mis pares, a mis compañeras dentro del comité que me han honrado en el cargo y también al compromiso con un trabajo muy importante que ya viene haciendo la UIA, con la gestión de Daniel Funes de Rioja y el comité. Habrá que redoblar esfuerzos y llevar propuestas concretas para transformar la Argentina en los próximos dos años.
¿La UIA tiene una agenda para enfrentar los tiempos difíciles que atraviesa el país?
Junto con el comité ejecutivo de la UIA trabajamos en el Libro Blanco, que es un documento donde no solamente se consideran propuestas a nivel sectorial sino también a nivel regional y territorial. En el caso del Norte Grande pudimos hacer un trabajo a nivel local con las diferentes uniones industriales del norte argentino y también con el apoyo de la UNINOA que es una alianza que tenemos las uniones industriales del norte argentino. Tenemos problemáticas y propuestas que trabajamos a nivel transversal, que pudimos presentar en la UIA y eso quedó plasmado en el Libro Blanco.
¿Sobre qué ejes vas a trabajar?
Puntualmente, promover iniciativas de desarrollo productivo para poder generar valor agregado. Comenzar a trabajar en un marco normativo que permita acompañar el desarrollo de la industria y sobre todo en el interior. Hay varios proyectos de ley en el Congreso paralizados desde hace más de dos años, donde no tienen un tratamiento legislativo. Pretendemos acompañar un trabajo en comisión, tener un rol más activo desde el sector privado para involucrarnos y que nuestras opiniones y nuestro trabajo sean tenidos en cuenta para los resultados finales. Otra de las propuestas que venimos trabajando fuertemente desde la UIA es poder descomprimir la presión fiscal que hoy tenemos las empresas industriales en todo el país. No solamente tributos nacionales, sino también provinciales y municipales. Desde fines del 2021 se vuelve en reiteradas oportunidades a firmar el consenso fiscal, todas las provincias adhieren a mantener los porcentajes de ingresos brutos que gravan las diferentes actividades. En el 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, se firmó este acuerdo que era para salir de una coyuntura y de una crisis. Esa situación impositiva en las provincias hoy se mantiene. Genera una situación de asfixia para el sector productivo y entendemos que de una vez por todas se tienen que dar pasos ciertos para resolver las cuestiones impositivas que no permiten desarrollarnos, tener previsibilidad para las futuras inversiones.
¿Se necesita una reforma laboral?
Desde la UIA no la planteamos, pero entendemos que se tienen que comenzar a evaluar otras alternativas de contratación de mano de obra. Hoy más del 40% de los trabajadores en Argentina están situaciones de informalidad, sin trabajo registrado, ni cobertura de obra social y ART. El tema merece un debate y una discusión. Estamos soportando esta situación de crisis interminable que esperemos que se termine con las PASO, con las elecciones a fin de año. Que atravesemos toda esta cuestión del futuro ajuste que vamos a vivir los argentinos. De una vez por todas hay que planificar una Argentina para los próximos años. Hay que transformar la realidad de mucha gente. Como sector privado, sector empleador, tenemos esa responsabilidad y nos encontramos en un momento necesario y urgente de tener que hacerlo. También hay una renovación de dirigentes, otros interlocutores generacionalmente. Somos otros los que estamos ocupando los distintos espacios políticos gremiales. Venimos con otra impronta, otras ideas, tenemos capacidad de diálogo, de concertación. No creemos que la discusión y no llevar una voluntad de acuerdo, nos pueda llevar a conducir algo. Lo importante es tener una mirada amplia, de consenso, constructiva. Hay que estar dispuesto a resignar un poco cada uno, porque eso creo que es lo que más nos está costando, nadie quiere perder nada. Lo vimos en la pelea por los cargos para las elecciones, poco se piensa en los demás y en lo que hay que hacer. Debemos cambiar esa mirada egoísta, trabajar en conjunto, donde cada cual tenga que ceder posiciones para acercar a otras. Desde la UIA estamos haciendo algo para que podamos trabajar por la Argentina que queremos.
Mencionaste el tema fiscal. ¿Tiene que ver con el proyecto que presentaron para lograr políticas fiscales diferenciales para las provincias del norte argentino?
Son dos cuestiones diferentes. Sobre la carga fiscal tributaria, la UIA preparó un trabajo importante, donde se hizo una evaluación a nivel nacional, provincial y municipal de los distintos tributos que hoy le pesan al empresario argentino y le hacen imposible cumplir con tantas obligaciones. Somos de los países con mayor carga tributaria del mundo. Le acercamos el estudio a las autoridades nacionales, a legisladores… Hay que trabajar por una reforma tributaria, donde se pueda buscar un equilibrio entre la recaudación y el gasto público. Pretendemos que se baje el gasto público para reducir el déficit fiscal que es enorme. Esto es parte del cuestionamiento que muchas veces hacen los ciudadanos y los empresarios, sobre adónde va a parar el dinero de nuestros impuestos. Tenemos que buscar el equilibrio en la parte impositiva. Respecto del UniNoa en particular se trabajó sobre un proyecto de ley de políticas diferenciales respecto a los tributos a nivel regional. Pero llevamos un año y medio de un Congreso prácticamente paralizado, enfrascado en discusiones inútiles que no nos conducen a nada. Poco se puede plantear y mirar a largo plazo. Por eso estamos trabajando para presentar un nuevo proyecto de ley. También lo estamos trabajando en conjunto con los diez gobernadores del norte argentino, porque si no hay una mirada territorial y un empuje por parte de nuestros representantes locales estas cosas tampoco llegan a buen puerto. Me parece que nos merecemos la posibilidad de poder comenzar a trabajar y pensar a largo plazo. Pensar en una reforma tributaria, en nuevas realidades laborales, en cuestiones que tengan que ver con proyectar una Argentina en crecimiento.
¿Los políticos no están en sintonía con lo que pasa en el sector productivo de Argentina?
Estamos disociados. La política va por un lado y lo que la gente necesita va por otro. Eso tiene que ver con la falta de credibilidad y de confianza que se tiene en la política en la Argentina. Hay que asumir las responsabilidades. Desde el sector privado tenemos que estar en ese compás de espera, porque es año de elecciones. Después vendrá una cuestión del ajuste y reacomodar esta crisis económica que se viene. Pero, de una vez por todas, cada cual tendrá que asumir el rol que le corresponde. Los legisladores en el Congreso tendrán que ponerse a trabajar y a sacar estos proyectos de ley que son tan importantes para todo el territorio de Argentina y las diferentes actividades que estamos desarrollando.
¿Cómo están abordando la falta de gas que va a derivar de la caída en la producción de Bolivia?
Se ha avanzado con las obras de infraestructura. Desde la UIA acompañamos el proyecto de Vaca Muerta y del gasoducto, una obra tan esperada, que tuvo su primera etapa hasta Salliqueló. Pretendemos que se pueda continuar para abastecer al norte del país y después trabajar en lo que es la reversión del gasoducto de Bolivia Argentina poder exportar. Sabemos que Bolivia tiene una cuenca agotada, que no tuvo un proceso de inversión que acompañara su producción. En el norte argentino no estamos hablando de un desabastecimiento del gas, sino del precio que los empresarios tenemos que asumir para tener disponibilidad. Esas son las contradicciones en Argentina. Muchas veces podemos tener los recursos naturales y todo para aprovecharlo, pero siempre estamos en desventaja por algo. Este año en particular, se consigue el combustible, se consigue el gas y demás, pero, ¿a qué precio? El empresario argentino tiene que asumir infinidad de costos en diferentes cuestiones como tarifa eléctrica, gas, para poder cumplir con su producción. A esto hay que sumarle la dificultad que estamos teniendo para lograr las autorizaciones de las famosas SIRAs, donde en la mayoría de los casos los permisos están observados, rechazados. Hay que hacer infinidad de trámites, teniendo que organizar muchas veces las estructuras porque no todos somos grandes empresas que tenemos gente súper especializada para manejar este tipo de información. Es un tema que se tiene que resolver de una vez por todas.
¿Cómo impactan las demoras de la SIRAS sobre la industria?
La particularidad que tenemos respecto de eso es que hay líneas de producción paradas y plantas que están en proceso de cierre si no se consiguen los repuestos para las máquinas para producir y trabajar. Estamos hablando a veces de repuestos que no tienen un valor significativo a nivel de dólares. Somos rehenes de este tipo de autorizaciones, esto ya no da para más. Necesitamos que estas cuestiones se resuelvan, que quien gane las elecciones asuma la responsabilidad que tiene que tener y que podamos trabajar libremente, pagar a nuestros proveedores también libremente. Debemos salir de este famoso cepo que tenemos para poder comprar insumos y hacer.
Se sabe que el Banco Central no tiene dólares ¿Cómo van a sobrevivir las empresas?
Estamos trabajando en el día a día y el minuto a minuto, esperando que salga una autorización por pantalla y viendo quién tiene la suerte de conseguir estos permisos. En estas últimas semanas la situación se ha agravado notablemente y no hay una respuesta de parte del gobierno sobre una pronta solución. Cuando uno habla offline con algún funcionario la única respuesta que uno tiene es que no hay dólares, que no hay divisas. Vivimos una situación de supervivencia, pero el oxígeno no está. Lo que se plantea es hasta cuándo uno puede seguir trabajando en estas condiciones… La situación es muy difícil, apremiante y angustiante para el sector industrial. Tarde o temprano, si estas cosas no se resuelven, comenzaran a verse las consecuencias, como el cierre de líneas productivas, cierres de algunas plantas. No es lo que queremos, pero si uno no tiene los elementos para poder trabajar, la situación se hace realmente insostenible.
Con años de demora, se inauguró el primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner. Se podrían haber ahorrado miles de millones de dólares, que faltan para la industria…
Por supuesto. Esto es parte de la falta de credibilidad que hoy tiene el sector político y la indiferencia y el desinterés que tiene la sociedad respecto de los candidatos sobre qué es lo que van a hacer. La responsabilidad nuestra es otra, somos dirigentes gremiales, conducimos empresas, tenemos mucha gente a cargo, muchas familias. En esta instancia no hay que bajar los brazos sino proponer diálogos, concertación, llevar ideas y propuestas. Salir de esta situación va a significar un gran sacrificio para muchos, pero un compromiso aún mayor de todos los sectores. No hay que bajar los brazos, ni tener una mirada pesimista. Al contrario, nuestra responsabilidad como dirigentes de la gremial empresaria es acompañar al sector para atravesar esta crisis que realmente está siendo muy profunda y muy difícil, de la mejor manera que se pueda.
Se está desarrollando el Nodo Logístico de Güemes, en Salta. ¿Qué significa para los industriales del norte argentino?
Es una obra que se comenzó fuertemente el año pasado. Tiene un grado de avance importante. De hecho. la semana pasada me reuní con el subsecretario de Industria de Salta para conocer los avances. La obra está en un 60%, con lo cual aún no se vislumbra los posibles o potenciales resultados que el norte necesita para poder transportar y comercializar sus productos. Esto es en parte, porque es un año electoral y los fondos no llegan como uno pretende. Permanentemente nos estamos adaptando a esta coyuntura donde tenemos que seguir esperando. Ojalá que en 2024 el gobierno provincial fije un plazo, asuma un compromiso, pasemos esta etapa de candidaturas, de elecciones y podamos mirar un poco más allá. Hoy es una obra que está en curso, todavía los empresarios salteños no la sentimos, pero seguiremos acompañando para que realmente se pueda concretar.
¿Los precandidatos contemplan el tema logístico en sus propuestas?
Lamentablemente no lo encontramos dentro de las propuestas o plataformas que puedan llegar a estar anunciando los candidatos. Desde la UIA próximamente comenzaremos a tener reuniones con los futuros candidatos a Presidente. Pretendemos que lleven una agenda de trabajo. Por mi parte presentaré las obras prioritarias que necesitamos en el norte del país, sobre todo teniendo en cuenta el crecimiento que ha tenido la minería, las energías renovables y también la agroindustria. Hay un mercado importante que necesita una atención especial y estas obras de infraestructura que, campaña tras campaña, los políticos anuncian, siempre estan por la mitad. Así que nos vamos a poner más exigentes, de parte nuestra por asumir el compromiso en sostener la actividad productiva y contratar mano de obra, pero por parte de la gestión política, uno va a pretender resultados. Estamos cansados de las promesas que no se cumplen. Se vienen dos años en Argentina de reacomodarnos, de pensar un poco más juntos, dejar los egoísmos de lado, Esperemos que realmente surja esa clase de dirigentes políticos que nos dé oportunidades a todos, que dejemos de hablar siempre de cosas que no pasan para que efectivamente podamos hablar de hechos.