Venezuela vuelve a estar en el ojo del huracán y puede perder significativos avances en materia de integración regional, ya que hoy vence el plazo dado por el resto de los países miembros del Mercado Común del Sur para consignar los más de 200 requisitos pendientes para formalizar su condición como miembro pleno del bloque regional.
48 horas antes de la fecha límite, el gobierno del presidente Nicolás Maduro comunicó al resto de los socios del grupo que Venezuela está en condiciones de adherirse al protocolo normativo una vez finalizadas las revisiones técnicas por parte de las respectivas instituciones gubernamentales; sin embargo, está en manos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay decidir si se alarga el plazo para que Caracas consigne lo adeudado o se sancione a Venezuela por incumplimiento.
En caso de penalización, los miembros fundadores del Mercado parecen –por lo pronto– no ponerse de acuerdo. Mientras Paraguay apuesta por la suspensión, Uruguay sugiere que el país pierda voto pero no voz en el grupo. Argentina, por su parte, expresó que las sanciones se decidirán a mediados de este mes en una reunión extraordinaria de cancilleres y Brasil últimamente se muestra reservado sobre el tema.
Las sanciones a Venezuela por incumplimiento vienen de la mano de una realidad política. Los miembros fundadores del Mercado, sobre todo Argentina, Brasil y Paraguay, se han opuesto a que Caracas ejerza la presidencia pro tempore del grupo desde julio de este año y por seis meses por considerar que Caracas no ofrece las garantías necesarias para liderar el bloque debido a la crisis política, económica y social que vive el país. A esto se suman las denuncias por el deterioro de la democracia y la situación de los derechos humanos.
La decisión fue ejercer una conducción colegiada hasta que la presidencia pase a manos de Argentina, que sigue por rotación alfabética. Entretanto, el gobierno venezolano jugó solo desde agosto y dijo asumir una presidencia que ha sido ignorada por el resto de los integrantes del Mercosur.
Y es que el incumplimiento de las obligaciones por parte de Venezuela ante el organismo es el argumento que menos consecuencias políticas genera para el resto de los miembros del Mercado, sobre todo con la situación política de Brasil luego de la destitución de la presidente Dilma Rousseff, la baja popularidad del actual mandatario, Michel Temer, y del acercamiento ideológico y comercial del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, con la revolución bolivariana.
Situaciones
Venezuela puede ser sancionada, pero no expulsada del bloque regional. El especialista en derecho internacional, Mariano de Alba, afirmó que lo que puede a ocurrir es la degradación del país como miembro pleno, es decir, seguirá con algunos beneficios como, por ejemplo, el libre tránsito de los ciudadanos por territorio Mercosur. “Es importante saber que el hecho de que Venezuela pierda su condición de miembro pleno no implica que todos los acuerdos a los que ha llegado en este momento van a dejar de existir”, aclaró.
De Abreu agregó que una vuelta de estatus significa que Venezuela no formaría parte del arancel externo común, lo que –de acuerdo con el especialista– facilita y hace mucho más eficiente y barato el comercio entre los Estados plenos.
Por el contrario, Andrei Serbin Pont, analista internacional de Argentina y director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales, no cree que ocurra un retroceso del estatus de Venezuela. “Lo que se habla es de la suspensión, lo que implica que puede ser algo temporal a medida que el país se termine ajustando a los procedimientos y a la legislación interna del Mercosur”.
Consecuencia
De Alba comentó que la situación de Venezuela en el Mercosur deja debilitado al gobierno del presidente Maduro en el escenario internacional. “Es la primera prueba concreta de que su presencia en organismos internacionales empieza a generar graves molestias en otros países por las violaciones de los derechos humanos y la falta de democracia. Deja entrever que Venezuela no actuó de la manera más inteligente al ingresar a un organismo con el cual no compartía, a grandes rasgos, los objetivos de los otros miembros. Eso se acrecentó con los cambios de gobierno de Argentina y Brasil”, señaló.
“Con la muerte de (Hugo) Chávez, con la baja de los precios del petróleo, con el recambio de gobiernos en la región, lo que vemos es que Venezuela está perdiendo espacios internacionales (Mercosur, Unasur, Celac, OEA, Petrocaribe, Caricom, ALBA). Cada vez se le hace más difícil sustentar la actuación internacional”, agregó Serbin.
El experto argentino advirtió que la presión internacional que sufre el gobierno venezolano se ha traducido en medidas como la posible suspensión del Mercosur y la posibilidad de activar el Protocolo de Ushuaia (cláusula democrática de la organización). Asimismo, Serbin explica que la región espera ver cómo va a actuar Venezuela en los próximos meses.