El empresario agropecuario, miembro de la Federación Económica de Tucumán y ex vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Raúl Robín, fue tajante al detallar la crisis terminal que atraviesan las Pymes argentinas ante la parálisis producto de la pandemia del Covid-19 y la falta de respuesta por parte de los bancos.
Entrevistado en Ser Industria Radio, el empresario manifestó su preocupación por el presente de los distintos sectores productivos tucumanos y puso énfasis al analizar cómo a lo largo de la historia argentina las políticas económicas perjudicaron el desarrollo demográfico del país.
Ser Industria: El Presidente Alberto Fernández anunció la prolongación de la cuarentena obligatoria. ¿Qué le pareció la medida?
Raúl Robín: Sin duda es una actitud muy inteligente. Es importante la forma en la que se dirigió a la sociedad, explicando los motivos por los cuales va a continuar el control de la pandemia, para evitar contagios. Me impresionó muy bien la diferencia que planteó el Presidente en la interpretación de cómo debe manejarse cada región, permitiendo que cada provincia pueda plantear alternativas para comenzar a liberar el funcionamiento económico. Todos conocemos que ese control tiene que ser muy estricto y Fernández fue muy claro cuando dijo que hay regiones que no tienen ningún infectado, son pequeñas poblaciones del interior lejano del país.
SI: ¿Esta diferenciación es novedosa?
RR: Para mí es importante porque refleja lo que la Argentina debería haber hecho en materia económica en toda su historia. No es lo mismo un ciudadano que vive en un pueblo lejano que otro de las grandes ciudades del país. Todas las políticas económicas, en nuestra historia, estuvieron orientadas a avanzar en el desarrollo de las grandes poblaciones. Esto ha generado la gran migración interna y que hoy tengamos un problema estructural, donde más de la mitad de la población vive entre la Capital Federal y el conurbano bonaerense. Las decisiones económicas, las de la AFIP y hasta las leyes, van en ese mismo sentido.
SI: ¿La concentración demográfica detuvo el desarrollo del país?
RR: Cuando el Presidente dijo que no es lo mismo vivir en las grandes ciudades que vivir en pueblos del interior, está marcando una diferencia. La gran migración del campo hacia la ciudad se debe a la falta de políticas en el desarrollo del campo argentino. Pero no el campo en sí, sino en el campo de cultivo intensivo que es la base de nuestro sustento alimentario. Cuando no le va bien en el campo, con todo el esfuerzo que hay que hacer para producir, la gente se da cuenta que es mucho más fácil en la ciudad, abandona la dificultad para buscar una mejor vida. Creo que las palabras del Presidente han sido sabias en ese sentido y me parece que la Argentina está enfrentando como los mejores países la pandemia. Económicamente estamos muy mal, venimos de años muy complejos, muy malos en el manejo de la economía. El país no está en condiciones de enfrentar esta pandemia de otra manera.
SI: ¿Cómo está la agroindustria en el norte del país?
RR: Está en muy mala situación. La principal actividad del norte que es la caña de azúcar está viviendo un momento muy difícil. En el caso de Tucumán, que es la primera productora argentina, hay muchos ingenios que no se conoce que vayan a abrir, siquiera la zafra, a pocos días de comenzarla. Además, hay que agregar que en este momento nuestros ingenios deberían estar preparando las fábricas para iniciar la cosechas. La verdad está muy complejo. Va a ser un año duro para el sector azucarero, que a su vez esta industria es una fuerte productora de alcohol para combustible y demás usos.
SI: ¿Cómo están las demás actividades de la región?
RR: Tucumán es exportador de limones, tanto como de fruta fresca, industrializada como esencia y jugo concentrado. Lo hacemos en contra estación de las producciones más importantes, como es el caso de España e Italia. Durante muchos años fuimos el principal exportador de limones en el mundo, pero por un problema climático, se bajó la exportación. A eso hay que sumarle que muchos países con menores costos de producción han ido creciendo como el caso de Sudáfrica y Perú. Esto está generando una competencia muy fuerte. La gran preocupación en nuestras empresas y productores primarios son los costos internos y de logística. A pesar de ser anunciado en muchos años, no se recuperaron los ferrocarriles ni la baja de los costos del transporte. Esta producción se encuentra a 1.300, 1.600 kilómetros de los puertos y eso genera una dificultad enorme, a la que hay que sumar a la enorme presión fiscal que no nos permite competir en el comercio internacional.
SI: ¿Los otros productos padecen lo mismo?
RR: Tucumán es líder en producción frutihortícola y hay un desarrollo agroindustrial en torno que es muy importante. El mercado de concentración es el más fuerte del norte y en determinada época del año, cuando comienza la primavera, provee de muchas verduras al mercado central de Buenos Aires. Esa actividad es sólo de consumo interno y se mantiene dentro de los problemas de costos logísticos y fiscales. Por otra parte, Argentina exporta el 82% de su producción de tabaco. Este producto está en un momento de impasse, viene con producciones buenas pero este año ha caído. Cuando se decidió frenar el funcionamiento de la economía por la pandemia para cuidar la salud, estaban en plena campaña de acopio. Eso sucedió Tucumán que es la cuarta productora nacional pero también en Misiones, Salta y Jujuy. Nuestra provincia sólo acopió un 30%, lo que significa que los productores tienen en sus campos el resto de la producción que es un trabajo muy intensivo y depende en muchos casos de la venta en acopio para poder recuperar el dinero invertido y de esa manera poder iniciar las nuevas plantaciones, los almácigos, para poder tener cosecha en el próximo año.
SI: Este panorama afecta además a la recaudación del Estado…
RR: El tabaco es un fuerte aportante en los recursos del estado porque el 85% del precio que paga el consumidor de cigarrillo en los kioscos son impuestos internos y de otro tipo o sea que la venta de cigarrillos le aporta un fuerte ingreso. Al cerrarse los kioscos y no habilitarse la distribución, el sector industrial está perdiendo de vender, los productores están con problemas para colocar su producción y el estado deja de recibir los recursos que le corresponden. El cierre de comercios es un problema grave de toda la economía argentina y lamentablemente lo tendremos que soportar porque tenemos que ser claros. Argentina tiene que privilegiar la salud y en eso coincidimos plenamente con las decisiones que ha tomado el Presidente.
SI: El financiamiento bancario hacia las empresas para el pago de salarios parece un callejón sin salida. ¿Cómo ve este problema?
RR: El comercio, la industria, la producción primaria y los bancos estaban cerrados. De todas formas, el banco no deja de hacer negocios. El sector financiero argentino es uno de los sectores privilegiados en la decisión de la política económica en toda su historia. Ya desde el cambio de la norma financiera de la época de Martínez de Hoz cuando se concentró el desarrollo de la economía financiera argentina. A través de la ley de entidades financieras se terminaron las cajas de crédito que tenían cada uno de los pueblos y que se proveían de los de los depósitos que hacían los productores o comerciantes de esas localidades y luego se distribuía nuevamente a través de créditos para continuar el desarrollo de la actividad. A partir de la alta concentración, el que más sufrió esas situaciones es el interior del país, porque los grandes créditos de los bancos están orientados a empresas mayores. Las Pymes tenemos mucho más riesgo en el cumplimiento de las obligaciones, sobre todo en medio de las crisis.
SI: Pero los bancos están ignorando la decisión del gobierno…
RR: El gobierno anunció políticas para que las empresas puedan pagar los salarios de sus trabajadores. Determinó una baja de encaje para que ellos pudieran otorgar los créditos. El tema es que los bancos tienen que hacerse responsables y entregarlos. Pero dificultan la gestión y el porcentaje de Pymes que lo reciben es muy pequeño. La gran mayoría no tienen las carpetas en condiciones de recibir créditos. Muchas están con serios problemas económicos. La mayoría de las MiPymes o Pymes pequeñas, ni siquiera son sujetas de crédito. El gobierno y los bancos deben encontrar una solución.
SI: Los bancos ganaron mucho dinero en los últimos años…
RR: Los bancos nunca cedieron nada, pero siempre fueron beneficiarios de las políticas. Vivimos un momento límite en la economía de Argentina y en la de muchas empresas que van a cerrar sus puertas. Sin embargo. la reacción de quienes pueden dar una mano no se ve, claramente. El sector bancario argentino debería hacer un esfuerzo para apoyar a la mayor cantidad de empresas, aunque tengan problemas. El estado tiene que buscar una salida para la mayoría de las Pymes que hoy no tienen posibilidad de acceder de ninguna forma a los bancos y necesitan pagar sueldos para darle vida a las familias que dependen de ese trabajo. No es lo mismo un trabajador de una multinacional que el de una Pyme donde el nivel de contacto es diario, el dueño tiene una relación que termina siendo de amistad, de intercomunicación permanente, de ayudar a resolver problemas entre ellos.
SI: ¿Cree que muchas Pymes están en riesgo?
RR: Miles de Pymes van a cerrar en Argentina, de todas las actividades. El precio que vamos a pagar va a ser muy alto. El mundo se ha globalizado de manera tal que no sólo la economía, sino los medios de comunicación, hacen que la gente se traslade por el mundo y la pandemia llegó mucho más rápido de lo que podríamos creer. En la historia de las pandemias se daban en regiones, esta vez se da en forma global y vamos a tener que resolverlo entre todos los países.