A partir del descubrimiento de un yacimiento de arenas en Chubut, YPF pone en marcha un ambicioso proyecto para garantizar el abastecimiento de un insumo clave en el desarrollo de los no convencionales, a costos competitivos a nivel mundial y contribuir con el país a través de la producción nacional de un producto que hasta ahora se importa casi en su totalidad.

El proyecto de producción local de arenas prevé el desarrollo de una cantera y planta de clasificación cerca de las localidades de 28 de Julio y Dolavon, y a 120 kilómetros de la ciudad de Trelew. La planta tendrá una capacidad de procesamiento anual de 500 mil toneladas. Una vez clasificada, la arena será transportada a través de un sistema logístico integral y multimodal.

Para su tratamiento final, que comprende las etapas de lavado, secado y, en algunos casos, resinado, YPF instalará una planta en la localidad neuquina de Añelo, epicentro del desarrollo del no convencional en la Argentina. La misma tendrá una capacidad de procesamiento de 100 toneladas por hora.

“La puesta en marcha de este proyecto es un hito para la industria, la arena es uno de los insumos que más impacta en la reducción de costos de nuestra actividad. A la vez que sustituimos importaciones, aumentamos nuestra eficiencia y productividad”, aseguró el presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio.

Por su parte, el gobernador de la provincia de Chubut, Martín Buzzi, afirmó: “El proyecto tendrá un impacto positivo para la zona del Valle Inferior del Río Chubut, ya que nos permitirá diversificar nuestra matriz productiva y posicionar a la región a la vanguardia entre los proveedores de insumos para la actividad del no convencional, que es el futuro de los hidrocarburos”.

Prueba piloto

Las primeras tres mil toneladas de arena proveniente de Chubut se procesarán en una planta piloto desarrollada íntegramente por AESA (una empresa energética argentina perteneciente YPF S.A.) en sus instalaciones de Canning, en la provincia de Buenos Aires, y serán testeadas por la petrolera nacional en su operación en Vaca Muerta en la provincia de Neuquén.

Para llevar adelante esta planta piloto se contrató al Instituto de Investigación Minera (IIM) de la Universidad Nacional de San Juan, la única entidad argentina que cuenta con los recursos necesarios para su realización, y se derivaron a AESA -la empresa de ingeniería de YPF- las actividades de ingeniería de detalle, suministros, fabricación, montaje, puesta en marcha, ensayos y pruebas de la planta.