En un contexto económico cada vez más competitivo, Argentina ha implementado un régimen de zona franca que busca potenciar la economía del país y permite que la maquinaria vial, agrícola y otros bienes de capital puedan llegar directamente al cliente final sin importadores intermediarios, lo que reduce costos y aumenta la eficiencia. Los proveedores externos o sus representantes en nuestro país, pueden ofrecer productos desde zona franca al usuario final con precios más competitivos.
Esta herramienta ofrece una serie de beneficios para las empresas que se establecen en los predios francos. “Con este régimen, la maquinaria vial, agrícola y otros bienes de capital pueden llegar directamente a los clientes, usuarios finales, en Argentina y la región, sin importadores intermediarios. El cliente final, que va a utilizar ese bien, puede gestionar su importación, con reducción de costos, beneficios impositivos y logísticos de la zona franca”, expresó Gabriel Salomón, Director General de Jidoka, empresa de servicios de Logística y Comercio Exterior.
“Además, estos beneficios se traducen en venta directa al usuario final, tiempos de importación y ventajas fiscales que maximizan la rentabilidad”, agregó.
Desde Jidoka, también explicaron que los fabricantes de estos bienes en el exterior, pueden ingresar productos a zona franca y ofrecerlos al usuario final para que realice su propia importación. Aclararon que el proveedor del exterior no siempre es el fabricante.
Ventajas logísticas
Las zonas francas argentinas ofrecen infraestructura de calidad, con rutas creadas para tránsitos monitoreados desde puertos y fronteras terrestres. Estas condiciones dan seguridad al traslado y facilitan el transporte de mercaderías, agilizando los procesos de ingreso y egreso, mejorando significativamente la eficiencia y productividad. “Esto es especialmente importante para la maquinaria vial y agrícola, que requiere un transporte especializado y seguro”, afirmó Salomón.
El 90% del movimiento de las zonas francas del país está en Buenos Aires, debido a la cercanía de los principales puertos de arribo de mercaderías. Además, las otras zonas aún no están muy desarrolladas.
El Director General de Jidoka, destacó la importancia de la Zona Franca La Plata, ya que representa el área franca de mayor movimiento comercial de la Argentina. Su proximidad a grandes centros urbanos de la provincia de Buenos Aires, donde se concentra una importante densidad poblacional e industrial y se procesa más del 50% del comercio exterior del país, ofrece a las empresas radicadas allí un excelente mercado laboral y de insumos e innumerables ventajas logísticas para el transporte multimodal.
“Para las empresas y profesionales relacionados con el comercio internacional, esta zona franca ofrece la posibilidad de radicarse dentro de un polo especializado en múltiples operaciones con terceros países”, añadió.
Por otra parte, al analizar la oportunidad de aprovechar la condiciones de las zonas francas argentinas, los expertos de Jidoka entienden que las empresas deben considerar los siguientes aspectos: en primer término, seleccionar la zona franca adecuada, aquella que mejor se adapte a sus necesidades.
Luego, refieren el Registro y obtención de permisos, que implica cumplir con todos los requisitos legales, obtener las habilitaciones y el alta necesaria para operar en la zona franca.
Otro aspecto es la Implementación de procesos y procedimientos para garantizar la eficiencia y la compliance en la operación de la zona franca. También consignan la Identificación de oportunidades, para determinar cómo las zonas francas pueden ayudar a reducir costos y mejorar la eficiencia.
Finalmente, subrayan la importancia de contratar Consultores especializados en zonas francas para obtener adecuado asesoramiento y apoyo.